Más dinamita en el vestuario

El Athletic tropieza con otra piedra. En realidad, lo viene haciendo desde el pasado verano, pero no consigue aprender la lección. Ahora, la decisión técnica de Marcelo Bielsa de excluir a Fernando Amorebieta de la lista de convocados para jugar el partido de Liga en el campo del Betis eleva la tensión interna de un vestuario que no gana para sobresaltos.

Amorebieta no ha dicho que quiere seguir en el Athletic y este intencionado silencio se identifica con su oculta voluntad de irse. Todo son conjeturas en Bilbao, pero llueve sobre mojado tras la triste experiencia de su amigo Fernando Llorente. Además, el internacional venezolano no atraviesa por su mejor estado de forma y es entonces cuando se le notan en excesos sus errores. Bielsa lo sabe y de ahí que haya cortado por lo sano de manera tajante: no cuenta con él.

Cuando Amorebieta cometió penalti ante el Eibar por su incontrolada fogosidad, que condujo al desastre de la tempranera eliminación de Copa, el entrenador empezó a tramar la solución: se llamaba Aymeric Laporte. De hecho, el recambio le ha dado resultado incluso en los momentos más adversos. Cuando el central francés cometió el error de la inmadurez frente al Levante, Bielsa dispuso de otra nefasta oportunidad para comprobar que había acertado en la elección de un puesto tan determinante. Fue ante el Rayo cuando Amorebieta se durmió segundos antes de que Lass adelantara a su equipo y engendrara la posterior sorpresa. Fue la sentencia definitiva y pareció que a San Mamés tampoco le importaba su ausencia mientras sonaban los silbidos contra el jugador al ser sustituido.

Pero la tajante decisión del entrenador en vísperas de jugar en el Benito Villamarín  aumenta la tensión de un tan contaminado. La prolongada incomodidad que supone la presencia de Fernando Llorente como alimento inagotable de la presión mediática y ambiental se une ahora a la dinamita que entraña la exclusión de Amorebieta. Dos de las referencias más nítidas del mejor Athletic son ahora un enconado dilema ante la desazón de una directiva imponente para contener la hemorragia deportiva e institucional que supone. A su vez, se trata de dos voces con eco dentro de la plantilla y sus problemas nunca pasan desapercibidos para el resto de compañeros.

Laporte recupera la titularidad en el partido frente al Betis

En esta coyuntura nada favorable, en medio de una crisis de juego sostenido y de rácanos resultados, el Athletic se busca a sí mismo otra vez más, en esta ocasión ante un Betis de moda que tiene ahora los mismos intereses que los rojiblancos hace un año: Europa. Su entrenador, Pepe Mel, que cumple su partido 100 en Liga, mantiene la confianza en Beñat, el centrocampista internacional que despreció Lezama, y empieza a apreciar las cualidades de Vilarchao, otro vizcaíno al que tampoco quiso el Athletic y que ya ha debutado en Primera.