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¿Cuánto costó la fiesta olímpica?

El Ayuntamiento ha gastado 11,5 millones en la candidatura de Madrid 2020, pero calcula que esta década de sueño olímpico ha dejado una inversión total de 500 millones en sedes deportivas a las que no logra ahora hallar uso

Botella, durante la presentación del sábado ante el COI.
Botella, durante la presentación del sábado ante el COI.RAFA ALBARRÁN

“Este avión lo hemos pagado entre todos”, susurraba con desdén una agente de la Guardia Civil a su compañero en la terminal del aeropuerto de Barajas a la que, cabizbaja, llegaba la delegación de Madrid 2020 el pasado lunes de madrugada tras perder los Juegos Olímpicos ante Tokio (y Estambul). El vuelo de ida y vuelta (289 plazas, que no se llenaron, con atenciones de clase preferente) desplazó hasta la asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI) celebrada el pasado fin de semana en Buenos Aires a políticos, deportistas, empresarios y periodistas (incluido uno de EL PAÍS), pero no lo pagó la candidatura sino Air Europa. Se valoró en 280.000 euros. El hotel en la capital argentina, en cambio, lo sufragó Madrid 2020.

El gasto del avión formaba parte de los patrocinios privados con los que la candidatura ha complementado el dinero público entregado por el Ayuntamiento de la capital (PP). El presupuesto de Madrid 2020 desde que el ex alcalde y ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), lanzara a la ciudad por tercera ocasión consecutiva en julio de 2011 en pos de los Juegos hasta el 1 de octubre, cuando eche el cierre de la candidatura, se liquidará (y conocerá) dentro de una semana. Pero EL PAÍS ha reconstruido a partir de cuentas e informes oficiales, y de las explicaciones de componentes de la candidatura, tanto los gastos directos de la intentona olímpica como las inversiones realizadas con este objetivo en la ciudad en los últimos años. “Madrid 2020 ha sido muy austera y más barata que las anteriores”, explicó el jueves la alcaldesa, Ana Botella (PP).

Pero ¿cuánto ha costado?

Gastos de la candidatura. Gallardón nunca desveló el presupuesto de Madrid 2012, que cayó ante Londres en junio de 2005, pero según el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, “costó aún más” que Madrid 2016.

Un concierto aún sin pagar

“Los mejores artistas del país se reúnen para cumplir el sueño de Madrid 2020”. Así promocionaba el Ayuntamiento el concierto del pasado 28 de junio en la plaza de Las Ventas, “un evento que viene a dar más fuerza a la candidatura”, y en el que participaron, entre otros, La Oreja de Van Gogh, Joaquín Sabina, Melendi, Los Secretos, Miguel Ríos, Víctor y Ana, Cómplices y Nacha Pop.

El promotor del concierto, al que asistieron más de 11.000 personas, fue la agencia Global Team Marketing, que presume en su página web de que fue “el evento musical del año” y contó con la presencia del Príncipe.

Sin embargo, “un numeroso grupo de artistas” denunció el pasado miércoles que, “dos meses después, no han percibido sus salarios”, y “la única respuesta por parte del Comité Olímpico Español”, cuyo presidente, Alejandro Blanco, dirige también la candidatura, “ha sido rechazar cualquier implicación contractual con la empresa organizadora”. La deuda asciende, según estos profesionales, a más de 100.000 euros, que no han querido reclamar hasta esta semana “para no dañar la imagen de la candidatura”. Añaden además que la retransmisión televisiva que hizo RTVE “podría no ser del todo legal”, al no contar el ente público, denuncian, con toda la documentación sobre la cesión de derechos.

Un año después de la primera derrota, el exalcalde lanzaba el segundo intento, que perdía ante Río de Janeiro en octubre de 2009. En esa ocasión, el Ayuntamiento sí desveló los gastos de la candidatura: 37,8 millones de euros, aseguró entonces, invertidos en promoción, viajes, sueldos y dietas. Esa cantidad superaba en un 35% el presupuesto inicial, lo que Gallardón achacó a “lo que la propia realidad ha marcado”. El Ayuntamiento sufragó 16,8 millones de euros; los 21 millones restantes fueron aportados por patrocinadores. Según el exalcalde, el desembolsó salió “rentable” como campaña de promoción turística de la ciudad.

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Los gastos de esa candidatura están siendo investigados ahora por la justicia. El ex responsable municipal de Deportes, Fernando Villalonga, envió en enero una carta al fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, para comunicarle que Madrid 2016 donó 144.000 euros a la fundación de Iñaki Urdangarín entre 2007 y 2009 “sin que se haya podido hasta ahora justificar a qué servicios corresponde el cobro de las citadas cantidades”. El juez de Palma José Castro, que investiga al yerno del Rey por el caso Nóos, abrió una pieza judicial y tomó declaración en febrero, entre otros, a la ex consejera delegada de la candidatura, Mercedes Coghen, que atribuyó esos pagos a “labores de lobby sobre los miembros del COI”, un trabajo “intangible y de difícil medición”. El juez ha desestimado extender la investigación al propio Gallardón, que presidía la candidatura.

Hizo falta además que Madrid volviera a presentarse por tercera vez consecutiva a los Juegos para que aflorara el verdadero coste de la intentona anterior. Pese a que Gallardón había asegurado en 2009 que se invirtieron 16,8 millones de dinero público, fueron en realidad 22,4 millones, pues faltaban por sumar 5,6 millones que el Ayuntamiento aportó mediante convenios a federaciones deportivas.

El coste total se desveló en otoño de 2011, es decir, dos años después, para ilustrar la “austeridad” de Madrid 2020 en comparación con los dos intentos anteriores. En esta ocasión, la candidatura contaría con 11,5 millones de euros de dinero público, prácticamente la mitad que la vez anterior, que sumados a los 13,6 millones previstos de patrocinadores elevaría el presupuesto global hasta 25,1 millones.

Sin embargo, Alejandro Blanco, presidente de la candidatura, ha adelantado ya que las aportaciones de patrocinadores podrían haberse elevado a entre 15,5 y 18,4 millones, lo que acercaría el presupuesto total hasta los 30 millones de euros.

Dinero público + patrocinio. La primera aportación económica del Ayuntamiento se produjo en 2011, antes de que, en diciembre, Ana Botella sustituyera a Gallardón al frente de la alcaldía. Fueron 600.000 euros para poner en marcha la candidatura, que se constituyó el 29 de noviembre de ese año.

El presupuesto municipal de 2012 contempló una aportación de siete millones de euros. Esa cantidad se complementó con 3,6 millones comprometidos por patrocinadores, de los que 1,5 millones fueron en metálico y 2,1 millones en especie. Los gastos de la candidatura ese año sumaron 10,6 millones de euros; sus principales labores fueron elaborar el cuestionario y el dossier, preparar la visita de la comisión de evaluación y asistir a reuniones con el COI y a otros eventos.

En sueldos se fueron 1,6 millones (a los miembros de la candidatura se les quitó la paga extraordinaria de diciembre, como al resto de trabajadores del Ayuntamiento, pese a no ser funcionarios). A consultores externos se destinaron 3,6 millones; la elaboración del informe de la candidatura, por ejemplo, costó 740.000 euros, a los que se sumaron 85.000 para su impresión o 20.800 para su traducción.

Los gastos de publicidad y promoción ascendieron a 2,9 millones de euros; la página web, por ejemplo, costó 60.000 euros; sus vídeos promocionales, 38.500 euros. En viajes se gastaron 895.000 euros, lo que incluye los desplazamientos a la sede del COI Lausana y a reuniones en Londres, Moscú, Quebec, etcétera. Los gastos de administración fueron 592.000 euros; las publicaciones y folletos de la candidatura se llevaron 500.000 euros; el mobiliario, teléfono y equipos informáticos, 107.000 euros.

Además, hubo que pagar 405.000 euros al Comité Olímpico Internacional como comisión al ser designada Madrid como ciudad candidata.

En 2013, el Ayuntamiento ha destinado 3.887.000 euros a la candidatura, a los que se suman 10 millones más de ingresos previstos de patrocinadores para un presupuesto total de 13,9 millones de euros, a falta de saber cuánto se han incrementado las aportaciones privadas sobre esas previsiones. El presupuesto municipal destinado a deportes en 2013 asciende a 21,3 millones, frente a 30,7 millones en 2012.

En cuanto a los gastos de la candidatura, se han dedicado 2,2 millones de euros a sueldos. El principal contrato, 2,4 millones de euros adjudicados en junio de 2012, fue para la agencia de comunicación británica M-is, que se encargó de las campañas y eventos de la candidatura, incluida la presentación final en Buenos Aires. Los uniformes que llevaba la delegación en la capital argentina costaron 43.000 euros y los proporcionó El Corte Inglés.

Los principales patrocinadores de la candidatura han sido Telefónica, BBVA y La Caixa; las firmas de consultoría y abogacía Accenture, Pricewaterhouse Coopers y Garrigues; la constructora Villar Mir; la empresa de publicidad y mobiliario urbano JC Decaux; y Feria de Madrid (que es mayoritariamente pública). Su aportación ascendió al menos a 800.000 euros, aunque parte fue en especie, ofreciendo sus servicios gratis o a precio reducido.

El despacho Gómez Acebo & Pombo, la Cámara de Comercio de Madrid, El Corte Inglés y Globalia (propietaria de Air Europa) aportaron al menos 400.000 euros, e Iberdrola 300.000 euros.

La inmobiliaria Bovis, el banco Santander, Repsol, Leche Pascual, Renault, el despacho Llorente y Cuenca, IEPE y la empresa municipal Madrid Visitors & Convention Bureu aportaron al menos 200.000, también en metálico o en especie, y la cervecera Mahou 150.000.

Además, otras 17 empresas participaron con aportaciones menores que oscilan entre los 10.000 y 50.000 euros.

Las inversiones olímpicas. Durante sus ocho años en la alcaldía (2003-2011), Gallardón invirtió 9.800 millones de euros en cambiar el alma y la fisionomía de la ciudad, dinero del que aún se debe el 80% a los bancos.

El Ayuntamiento vincula a las tres candidaturas olímpicas una inversión de 5.034 millones en infraestructuras, a la que hay que sumar 954 millones más del Gobierno regional para totalizar 5.988 millones de euros.

A esa cantidad se suman 504 millones más gastados por la ciudad en instalaciones deportivas. En total, 6.536 millones de euros.

Sin embargo, ese gasto en infraestructuras formaba parte del plan general de transportes de Madrid: es decir, aunque la candidatura lo considerara en su haber, y de ahí que presumiera ante el COI de que el 80% de las instalaciones olímpicas ya estaban construidas, ese dinero se invirtió en la ciudad, no en los Juegos.

Otra cosa podría pensarse de los 504 millones destinados a sedes deportivas, que en su mayoría corresponden a la Caja Mágica. Con un presupuesto inicial de 120 millones, costó finalmente 294. Inaugurada en 2009 por Gallardón, el año pasado sólo albergó tres competiciones deportivas y una macrofiesta. “No logra alcanzar la cuota de mercado que le correspondería, está en un lugar inconveniente y su mantenimiento es carísimo”, ha reconocido el propio Ayuntamiento.

Botella ha pedido más tiempo para “ponerla en el mercado”; su principal uso en la actualidad es servir como sede del Masters de Tenis de Madrid, pero el propio Ayuntamiento ha admitido que el contrato, “aunque cuantioso, no es suficientemente realista con respecto a los costos inherentes de la instalación”. Sólo el mantenimiento y la seguridad de la instalación (sin contar agua, luz, etcétera) ronda los 90.000 euros al mes, se use o no se use. Alquilar el edificio para el Mundial de Balonmano disputado en enero supuso 48.000 euros de ingresos y 28.000 de gastos. Por contra, montar una feria de buceo en los recintos feriales de la Casa de Campo proporcionó ese mismo mes 34.000 euros de ingresos y 8.000 de gastos.

El Centro Acuático, a medio concluir, tenía un presupuesto total de 166 millones de euros. Hasta el momento, el Ayuntamiento ha desembolsado 86 millones, y, según la candidatura, habrían hecho falta otros 56 millones más para convertirlo en sede olímpica. Botella ha prometido terminarlo como instalación "versátil", es decir, en parte polideportivo, en parte recinto para actos culturales, conciertos, etcétera. Los polideportivos municipales construidos en la última década han costado entre cinco y 15 millones de euros cada uno. Por si fuera poco, el mantenimiento y seguridad de la obra a medio terminar cuesta cerca de 30.000 euros al mes, y debe haber superado ya el millón de euros desde su paralización en julio de 2010, según ha denunciado el concejal de Izquierda Unida Ángel Lara.

El Ayuntamiento cuenta con que al menos una baza olímpica le salga a devolver: los terrenos sobre los que iba a levantar la villa para los atletas, que habría abarcado 46 hectáreas más otras 18 de parque e instalaciones deportivas. Después de los Juegos, se iban a reconvertir en 3.000 viviendas, además de oficinas, locales comerciales y equipamientos.

Esos terrenos, reservados hasta ahora para el proyecto olímpico, podrán ser vendidos ahora —descartada ya la candidatura de 2024— por el Ayuntamiento, que ha congelado la construcción de vivienda protegida y se está deshaciendo de sus parcelas más comerciales para aliviar la presión sobre sus cuentas, que a punto estuvo antes del verano de llevarse por delante a la Empresa Municipal de la Vivienda.

Los terrenos forman parte de la bautizada como Nueva Centralidad del Este, 573 hectáreas encajonadas entre la M-40, la R-3, la M-21 y el término municipal de Coslada, en el que está prevista la construcción de cerca de 13.000 viviendas pero que, a la espera de los Juegos, está aún sin desarrollar.

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