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SUCESO

El regatista neozelandés Peter Blake, asesinado por unos piratas en Brasil

El navegante ganó la Copa América en 1995 y 2000 y estaba considerado como uno de los mejores regatistas de todos los tiempos

El neozelandés Peter Blake, uno de los mejores navegantes de todos los tiempos y ganador de la Copa América en 1995 y 2000, ha sido asesinado en una región amazónica de Brasil al oponer resistencia a seis desconocidos que han asaltado su barco, Seamaster, ha informado hoy la policía del estado de Amapá.

Blake, de 53 años, ha sido tiroteado junto a dos miembros de su tripulación por unos desconocidos que vestían máscaras y cascos de motociclistas y que han huído llevándose un motor de fragata y varios relojes.

El campeón ha fallecido en su velero y los heridos, cuyas identidades no han sido facilitadas por la Policía, han sido atendidos en el Hospital de Emergencia de Macapá. Su cuerpo permanece en la sede de la Polícia Técnica de Macapá.

El navegante y los nueve miembros de su tripulación, todos neozelandeses, estaban anclados en Brasil desde el 2 de octubre en cumplimiento de una expedición científica que comenzó en la Antártida.

El Seamaster, que había atracado el miércoles en el Porto de Santana, a 22 kilómetros de Macapá, tenía previsto zarpar de Brasil a mediados de enero próximo, después de cumplir un recorrido por varias regiones del río Amazonas.

Los "ratones de agua", como la policía de esta región del norte brasileño llaman a los piratas que actúan en el río Amazonas, eran buscados intensamente en la región.

Blake, nacido en Auckland, deja dos hijos, Sarah-Jane y James, y su esposa Pippa.

Expedición patrocinada por la ONU

La expedición que encabezaba estaba patrocinada por el Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y estaba produciendo un documental sobre varios paraísos ecológicos en el mundo, que tenía previsto concluir en unos cinco años.

Su expedición salió de Nueva Zelanda en noviembre de 2000 y pasó primero las Islas Campbell, Antípodas, Antártica y Tierra del Fuego antes de arribar a Brasil.

En agosto pasado, Blake se entrevistó antes de una regata con el Rey Juan Carlos, a quien le dio detalles sobre la travesía que terminó abruptamente con su muerte.

Según explicó el navegante en su momento, su largo viaje tenía porobjeto ayudar a concienciar a la sociedad de los peligros de la pesca sin control y de la contaminación de los mares.

Era considerado un héroe en su país desde que comenzó su andadura victoriosa en 1979, en la competencia de Fastnet, que repitió en 1989.

En 1980 y 1984 dominó la temida regata entre Sydney y Hobart, en 1988 la Vuelta a Australia y en 1994 impuso el récord mundial de travesía al mundo con 74 días, 22 horas, 17 minutos y 22 segundos.

Pero en 1995 alcanzó el cielo en esta disciplina al inscribir el nombre de su país en la peana de la Copa América, el trofeo más antiguo del mundo de navegación y que también alzó el año pasado.

El Black Magic de Peter Blake se impuso con un rotundo balance de 5-0 al Young America estadounidense y así se hizo con el título de una competición que se puede asimilar con el campeonato del mundo.

Además de la gloria alcanzada en los mares, Peter Blake promovía una cultura ecológica a través de su empresa de investigación Blakexpeditions.

Al llegar a Brasil, en octubre pasado, se declaró entusiasmado con el alcance del que sería su último proyecto e imaginaba que culminaría con una "experiencia incomparable".

"Queremos conocer los animales y el ambiente (...) vamos a lugares desconocidos. Visitaremos cavernas escondidas con pinturas fantásticas adonde sólo se puede llegar cuando el nivel del agua está bajo. Queremos pasar un tiempo con los indios yanomamis", dijo entonces a periodistas en Río de Janeiro.

EPA

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