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Crónica:FÚTBOL | Semifinales de la Liga de Campeones, partidos de vuelta
Crónica
Texto informativo con interpretación

La Juventus elimina al Real Madrid

Milan y Juventus jugarán la final en Manchester

La Juventus de Turín apeó al Real Madrid de la finalísima de la Champions gracias a un excelente primer tiempo, en el que cobró una ventaja de dos goles, y a los errores blancos en el remate, incluido un penalti lanzado por Figo, pese a la emoción final que otorgó el postrero tanto de Zidane.

Los turineses alcanzan el partido estelar de la temporada, que les medirá al Milan el próximo 28 de mayo en Old Trafford, después de apabullar al Madrid (3-1) y demostrar la superioridad de su bloque ante la excelsa calidad de las estrellas merengues.

Ni el genio de Raúl, ni la clase de Zidane ni siquiera el esfuerzo de Ronaldo fueron suficientes para mantener el exiguo 2-1 de la ida.

La Juve, mejor plantada y con más energía, abusó de un atolondrado Real Madrid, que nunca se encontró a gusto en el césped de Delle Alpi.

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El músculo italiano, aderezado con eficacia goleadora y una gran fe en sus posibilidades, fue superior al juego de toque y de salón de los madridistas. Los goles de Trezeguet, Del Piero y Nedved dejaron sin ningún valor el tanto in extremis de Zidane a un minuto de la conclusión del encuentro.

La 'Juve' tuvo un inicio meteórico. Nedved disparó con peligro a los siete minutos e instantes después repitió Del Piero. Las constantes pérdidas en la medular rompieron al equipo blanco, incapaz de contener la avalancha bianconera.

Los locales mejor plantados, más agresivos, despiertos y rápidos impedían la circulación de balón y el Madrid se deshilachaba. Fruto de esa apuesta, Trezeguet, también goleador en el Bernabéu, abrió el marcador ante la parsimoniosa zaga merengue.

El internacional francés recibió en el área pequeña un balón rematado por Del Piero y ante la indolencia de los centrales blancos, fuera de sitio, batió por bajo a Casillas. Los locales estaban perfectos en defensa, sin dejar respirar a Zidane, único capaz de iniciar la elaboración del juego.

Cambiasso, que debía cubrir las subidas de Roberto Carlos en el flanco izquierdo, y Flavio ni destruían ni creaban. Los de Lippi le supieron jugar al Madrid a la perfección, haciéndole correr hacia atrás. Aún así, el equipo de Del Bosque no se descompuso y gozó de unos minutos de reacción a base de orgullo y coraje, y Guti desaprovechó la ocasión del partido.

El canterano, sólo ante Buffon, no pudo marcar con la derecha.

Desde entonces, los turineses reforzaron su sistema defensivo y ofrecieron la mejor versión de su defensa, aguerrida, rápida y que no concede ningún balón ni ningún error.

El partido era de los blanquinegros y aún lo fue más al filo del descanso gracias a una jugada personal de Del Piero. El ariete transalpino amagó a Hierro en la frontal del área, éste cayó en el engaño, y el juventino se sacó un tiro fuerte y raso que se coló por el palo de Casillas. Dos goles en contra y el Madrid sin soluciones, y desangelado.

A los seis minutos de la reanudación, Del Bosque echó mano de Ronaldo. La Juventus se atrincheró atrás y facilitó el dominio del Real Madrid. El equipo blanco subió líneas, con los italianos agazapados, confiando en su firme defensa, pero con el peligro del equipo blanco cerca del área.

La gran ocasión

El delantero brasileño tardó poco en acaparar el protagonismo.

Dentro del área, Ronaldo provocó un penalti, pero los de Del Bosque erraron la gran ocasión del partido. Figo, habitual en estas lides, tiró con paradinha, Buffon ni se inmutó y despejó un flojo disparo del portugués.

El fallo acabó con las posibilidades del cuadro blanco. Volcados en ataque, el Madrid desajustó sus ya de por sí débiles marcajes y un balón largo de Zambrotta permitió a Nedved plantarse sólo ante Casillas y ahondar en la herida blanca. El checo ponía el 3-0 y firmaba la despedida del campeón de Europa.

En los instantes finales, la Vecchia Signora pudo aumentar su renta y el Madrid bajó los brazos. Ni siquiera el tanto de Zidane hizo concebir esperanzas porque la Juve había estado por encima del equipo blanco durante gran parte del partido y era ya justo finalista de la Champions.

Figo pugna por un balón con Tacchinardi en presencia del árbitro.
Figo pugna por un balón con Tacchinardi en presencia del árbitro.AP

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