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Reportaje:

Jazz, drogas y trastornos mentales

Un estudio relaciona la genialidad de los grandes maestros con el consumo de heroína y alcohol y con problemas psiquiátricos

La música jazz supura entre las rejas del pentagrama sobre el que alza su magia una mezcla de alcohol y drogas que ha terminado por derribar a sus grandes maestros. Eso es al menos lo que afirma un psicólogo británico que, en un estudio publicado por la revista British Journal of Psychiatry, señala además que gran parte de los músicos de jazz más importantes se han visto afectados por enfermedades mentales.

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Geoffrey Wills ha basado su investigación en la biografía de las 40 figuras más prominentes de este estilo musical, y ha llegado a la conclusión de que su genialidad está enraízada en trastornos mentales, o surge hermanada con el abuso de drogas y alcohol. El estudio se centra en la era dorada del jazz moderno en Estados Unidos, entre 1945 y 1960, y saca a la luz de la desproporcionada tasa de suicidios que presentan los músicos investigados.

Adictos a la heroína

Seis de ellos sufrieron algún tipo de abuso, otros cuatro tenían antecedentes familiares de desequilibrios psiquiátricos, y muchos otros tuvieron sus encontronazos con las drogas; de hecho, once de los 40 eran alcohólicos, y más de la mitad fueron en algún momento de su vida adictos a la heroína. "El jazz moderno fue una música revolucionaria que fue rechazada por el público en general, y la heroína, como esta música, era desafiantemente anti-establishment. Lo que no quita que muchos otros músicos (como Bill Evans, Miles Davis o Art Pepper) también le dieran a la cocaína

Entre los ejemplos que Wills cita con nombre y apellidos destacan los casos del pianista Bud Powell, un esquizofrénico hospitalizado en varias ocasiones en hospitales psiquiátricos; o el mismo Davis, que sufría paranoia y alucinaciones. Pepper padecía de una compulsión obsesiva por lavarse las manos y tenía fobia a ver sangre y a atender el teléfono.

"Yo no digo que todos los músicos de jazz estén locos, pero sí destacó una tendencia a problemas mentales que es comparable con otras personas creativas", ha afirmado Wills

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