El Valencia gana la Liga

Erigido a partir de una pócima de esfuerzo y arte, y apuntalado por un Real Madrid grillado y un Barça que es aún sólo promesa, el Valencia ha descorchado hoy la mitad de su sueño. Un gol de Vicente y otro de Baraja ante el Sevilla le han convertido en campeón de Liga a falta de dos jornadas para el final. Pero guarden petardos y cohetes, que aún queda la UEFA.

La derrota del Real Madrid en casa (2-3 ante el Mallorca) y del Barça en Vigo (1-0) han permitido al Valencia abrir un abismo de siete puntos, con tan sólo dos partidos (seis puntos) en disputa para el final del campeonato. Imposible pensar mejor escenario para un equipo al que le queda aún un reto mayor si cabe: graduarse en Europa.

El próximo 19 de mayo juega la final de la Copa de la UEFA ante el Olympique de Marsella en Gotemburgo. Antes, el próximo viernes, habría tenido que dejarse la piel en el campo del Villareal para asegurarse la Liga, pero la carambola de este fin de semana convierte en un paseo triunfal ese partido y sobre todo el último, contra el Albacete, en Mestalla, donde los aficionados podrán agradecer a su equipo este título... y quizá otro más.

El partido de hoy, ante el Sevilla, ha sido la crónica de una explosión de alegría asegurada casi desde el principio y casi desde entonces a punto de ser frustrada. El Valencia se ha adelantado en el minuto 11, en un contragolpe rapidísimo; Xisco taconeó el balón para Vicente, que corrió como una gacela hasta situarse lo suficientemente cerca como para colársela a Esteban por el primer palo.

A partir de ahí, el partido fue un duelo de nervios, con el Sevilla pulsando todas las cuerdas que conoce para llegar al gol, y el Valencia manejando con soltura la presión y sin desfallecer la sólida defensa que le ha hecho campeón. Dos goles más hubo antes del descanso, uno de Jorge López (que batió con un tiro raso a Esteban) y otro de Carlitos (de cabeza), pero ambos fueron anulados por fuera de juego.

En la segunda parte, este dibujo ganó intensidad, con el color de un Sevilla que se dejó la piel por arrancar un empate que le propulsaría más cerca de los puestos de UEFA. Poco a poco fueron rompiendo barreras, pero la última, Cañizares, nunca cayó, por mérito de la defensa y, en ocasiones, por mera cuestión de suerte. Y en esto que salió Baraja para reforzar las murallas, y terminó por certificar el triunfo que regala al Valencia su sexta Liga de la historia y el segundo en los últimos años (el anterior, también con Rafa Benítez de entrenador, lo logró hace dos años).