España disputará su primera final de un mundial de balonmano tras vencer a Túnez

La selección española de balonmano se ha clasificado para disputar, por primera vez en su historia, la final del Campeonato del Mundo de Túnez tras derrotar en la primera semifinal al equipo anfitrión por 33-30. Croacia será ahora el rival a batir después de que ganara esta tarde su duelo contra Francia.

Túnez era hasta hoy una selección mediocre que nunca había subido del décimo puesto, pero este año jugaba en casa, y esa circunstancia ha transformado al equipo y de paso ha dinamitado todos los pronósticos. En todo lo que iba de mundial, hasta su eliminación a manos de España, el equipo anfitrión no había encajado una derrota.

El partido ha estado muy igualado desde su arranque, y los españoles han tenido además que soportar la fuerte presión de la grada del pabellón Siete de Noviembre de Radès, abarrotada por 12.000 enfervorizados seguidores de Túnez. Abajo en la cancha, el encuentro ha sido un choque de defensas bien armadas y las alternancias en el marcador han sido constantes. Pero los chicos de Juan Carlos Pastor han logrado sobreponerse al público y a una selección anfitriona aguerrida en defensa donde Hmam y Seboui han sido los mejores en ataque. Mateo Garralda e Iker Romero han sido la clave del triunfo español.

Sin embargo, España ha tenido un comienzo titubeante, debido a la velocidad que los tunecinos han imprimido a sus contraataques. En la punta del equipo de Túnez ha estado Hmam, una pesadilla para la defensa española. La ventaja de España en el marcador durante el primer tramo nunca ha sido superior a los dos goles, y así se ha llegado al final del primer tiempo: 16-18 a favor del conjunto español gracias a un gran Barrufet que detuvo un penalti a Hmam.

Romero, el mejor con 8 goles

Tras el descanso las cosas han empezado mal para la selección, que ha visto como la renta de goles se escapaba gracias a la buena actuación del portero Maggaiz deteniendo tres lanzamientos consecutivos y propiciando los contraataques de los locales, que han dejado el marcador empatado a 18 y con problemas en ataque. España ha logrado sobreponerse a la ofensiva tunecina y su superioridad se ha comenzado a materializar de la mano de Mateo Garralda, Rolando Uríos, Juanín García y Chema Rodríguez. Ellos han sido los artífices de que la selección se distanciara en cuatro tantos de los anfitriones (26-30) a los 54 minutos de juego.

Con cuatro goles de ventaja los españoles han mantenido la calma con un gran Iker Romero (8 goles) que ha sido el mejor del partido y una gran actuación de David Barrufet en la portería. España tendrá como rival en la final a Croacia, que hoy se ha desecho de Francia por 35-32, en la segunda semifinal.