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Crónica:FÚTBOL | Real Madrid
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Madrid busca equipo

López Caro, su técnico, cree que entrena a "los mejores jugadores del mundo" y "sueña" con "un equipo de igual categoría"

Revuelto como está, el Madrid se ha encomendado al trabajo y la ayuda divina. El trabajo lo pone López Caro, el nuevo entrenador del equipo, un hombre educado y comedido, que está convencido de que tiene a "algunos de los mejores jugadores del mundo", aunque todavía falte "trabajo" para formar "un equipo de igual categoría". La ayuda divina, quién si no, la ofrece Dios. "Lucho para ser mejor como entrenador y como persona", dijo ayer el técnico; "pero sé que los límites los pone Dios, que me ayuda a caminar para tener éxito. Él me da la luz para seguir trabajando y a él debo glorificar".

En el Madrid, sin embargo, hay muchos problemas terrenales que resolver. El primero: olvidar la planificación de Vanderlei Luxemburgo, el entrenador saliente, que diseñó un equipo sin extremos. Por eso López Caro coloca a Robinho en la banda derecha — "Robi, no me recules, ¡aprieta!", le ordena. Por eso Guti y Sergio Ramos, descubierto para el centro del campo por Luxemburgo, son su pareja de medios. Y por eso López Caro se esfuerza por inculcar a sus jugadores los conceptos básicos del juego. "Cuando empezamos una jugada en una banda la terminamos en otra", les explica. "Si un lateral sube al ataque el otro se queda", insiste. "El orden es una parcela fundamental. Tenemos que aprovechar el talento, pero sin orden, no tendremos nuestra personalidad", les recuerda a sus jugadores en duras dobles sesiones. Sorpresa: los futbolistas han aceptado de buena gana los ejercicios de resistencia del nuevo entrenador, que reniega de su fama de sargento.

"Estoy muy sorprendido", admitió López Caro, que debuta mañana en Liga contra el Málaga. "Estoy feliz y orgulloso porque están trabajando de manera excepcional. En ningún momento pensaba que iban a entrar en una dinámica tan intensa y tan fuerte, con esa grandísima actividad".

En sólo cinco días al frente del Madrid, López Caro ya ha descubierto varias de sus claves. Primera: Ronaldo, se entrene bien o no, esté en forma o no, es el jugador más determinante del Madrid. El hombre del que dependen los partidos y su puesto: "Roni está en una forma excepcional", defendió. "Ha mostrado una gran voluntad. Hay que felicitarle por su generosidad, porque quiere ser importante". Segunda clave: defensa del vestuario. "Todo lo que sea del vestuario para dentro es sagrado. Si no tienen confianza en mí, este barco va a durar poco". Tercera clave: librillo de la vieja escuela. "La clave del éxito es la rivalidad y la constancia en el trabajo diario, que haya una implicación grande por parte de todos".

A López Caro, voz autoritaria en los entrenamientos, le preocupa no tener equipo. Tiene, según dice, a los mejores jugadores del mundo. Pero sospecha que no juegan siguiendo un patrón colectivo: "Estoy centrado en que tengamos una personalidad en el juego, en el trabajo colectivo. No hay ninguna duda de que aquí están los mejores jugadores del mundo, y el sueño de todos es hacer un equipo de igual categoría. Se necesita tiempo, mucho trabajo y que estemos muy unidos". ¿Será capaz de conseguirlo con una plantilla que ha tenido seis entrenadores en tres años? "Sueño con que tengan el máximo compromiso. Creo en su profesionalidad. Se van a matar, a entregarse con la intensidad que requiere un profesional".

En el Madrid vuelven a sonar palabras gruesas: compromiso. Profesionalidad. Entrega. A veces, se escuchan a gritos. "Pido ilusión, concentración y ganas de mejorar cada día. Si se toman [los gritos] como yo los siento, no tiene por qué haber crispación. El problema es si llegamos al egoísmo, la comodidad, o la falta de profesionalidad". Aviso a los jugadores: López Caro no admite pecados.

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