Barrufet: "No será la última final"

La selección española de balonmano, una vez superada la decepción que supuso ayer el perder la final del Campeonato de Europa de Suiza ante Francia, regresó este lunes a Madrid con la confianza de que la de este domingo "no será la última final que jugará" este grupo de jugadores.

Con su capitán David Barrufet, y al grito de 'Pastor renovación', aunque el futuro del entrenador del BM Valladolid con la selección está garantizado hasta 2008, el combinado nacional aterrizó de Madrid cargado de ilusión y conscientes de la gesta conseguida, tras haber alcanzado en apenas un año el título Mundial en Túnez y este subcampeonato continental.

"Tenemos la satisfacción de haber conseguido el subcampeonato, aunque ayer estábamos igual un poco afectados por no ganar la final ante Francia", aseguró Pastor.

El seleccionador reconoció, de todas maneras, que ahora es cuando empiezan a ser conscientes de la importancia de la gesta conseguida, ya que "cada hora que pasa más valoramos la medalla de plata lograda porque es muy difícil estar siempre ahí".

Pastor, además, tuvo palabras de elogio para sus hombres, subrayando su "trabajo" y dedicación para darlo todo en el mes de concentración y en los ocho partidos disputados en estos once días de competición. "Vamos a seguir trabajando para intentar estar en el mismo estatus", añadió.

Barrufet: "Es un gran éxito"

En la misma línea se mostró uno de los capitanes y grandes pilares de esta selección, el guardameta del FC Barcelona David Barrufet, que calificó de "gran éxito" esta medalla de plata en un Europeo con tanta competitividad.

"Estábamos un poco chafados por la derrota de ayer, pero es un éxito para el balonmano español y seguro que no es la última final que vamos a jugar", indicó el portero, que se tuvo que retirar en la primera parte debido a una lesión en el gemelo derecho para la que espera llegar a Barcelona para conocer el alcance de la misma aunque señaló que será "una rotura de fibras".

Garralda paga su apuesta

Mientras el otro capitán del equipo, el veterano Mateo Garralda, se reafirmó en la idea de que hay que "estar tremendamente orgullosos y satisfechos" de esta medalla de plata.

Garralda, que apareció con la cabeza rapada junto a Chema Rodríguez y Albert Rocas después de cumplir como si hubiesen sido campeones con una promesa que habían hecho en el caso de lograr el oro, destacó que "seguro que esta no va a ser la última final".