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Crónica:Fútbol | 25ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El 'otro' Espanyol muele al Sevilla

El cuadro de Lotina, muy precavido tras las goleadas sufridas, marca pronto y rompe a un rival incapaz de aprovechar su dominio

El Espanyol pasa de goleado a goleador a una velocidad supersónica. El Sevilla lo sufrió en sus propias carnes. Llevó las riendas del juego durante un buen trecho, pero le condenó su falta de pegada y sucumbió con un estrépito como no se recuerda. La eficiencia defensiva del Sevilla, uno de sus distintivos, quedó caricaturizada en Montjuïc. Sus centrales concedieron el primer tanto muy rápido, en una incursión de Fredson, un centrocampista cuya capacidad de llegada a la zona de remate es bien conocida.

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A partir de ese momento, el Sevilla dominó con insistencia y creó ocasiones, especialmente a partir de la movilidad de Kanuté y la productividad de Maresca en la zona de creación. El Espanyol formó con tres centrales, un trío de centrocampistas y dejó en punta a Coro y Luis García. Lesionado Tamudo, Lotina eligió al jugador asturiano en detrimento de Pandiani.

A la que marcó, el Espanyol se puso a verlas venir como si todavía no quedaran 85 minutos. Iraizoz, a quien Lotina situó bajo los palos a pesar de que ante el Schalke ya había reaparecido Kameni, tuvo que multiplicarse de tanto como le remataron los delanteros del Sevilla. Saviola, Kanouté, Maresca. Todos tuvieron su oportunidad para restablecer el empate. También Adriano, que en una jugada por la izquierda se quedó solo frente a Iraizoz. Jarque, que llegaba tarde al cruce, le dio un leve empujón. Suficiente para desequilibrarle. Adriano remató fuera mientras que el árbitro se hacía el longuis y pasaba por alto el penalti.

El Espanyol, asentado y expeditivo atrás, trianguló con parsimonia en el centro del campo. De la Peña estableció una conexión con Costa por detrás y Coro y Luis García por delante. Superado por el centro, el Sevilla trepó por los flancos, trató de aprovechar el instinto de Saviola para buscar espacios libres y la habilidad de Kanouté en los balones divididos. Nada le salió al equipo sevillista, torpe en el remate y falto de un punto más de elaboración en la finalización de las jugadas. El trío de centrocampistas del equipo de Lotina retrocedió tanto que el juego transcurrió durante casi toda la primera parte en el área del Espanyol.

En la reanudación, Zabaleta cazó un balón suelto a unos 35 metros de la portería y enganchó una durísima volea que superó a Palop. A partir de ese momento, el Sevilla se rompió. Se estiró, concedió demasiados espacios y se desordenó, al punto de que un par de goles del Espanyol se gestaron a raíz de los errores de Adriano y Kanouté cuando defendían en su propia área. En esa vorágine, Luis García exhibió su olfato goleador con un hat trick de todos los colores. Murió el partido con un panorama en el que tan difícil era reconocer al Espanyol que tanto ha sufrido esta temporada para ganar en casa, como al Sevilla, habitualmente tan duro de pelar.

Los jugadores Espanyol Pablo Javier Zabaleta, Fredson Camara Pereira y Ferrán Corominas celebran el primer gol.
Los jugadores Espanyol Pablo Javier Zabaleta, Fredson Camara Pereira y Ferrán Corominas celebran el primer gol.EFE

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