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Juegos Olímpicos de Invierno

Turín despide los Juegos y da el relevo a Vancouver

La próxima cita será en 2010 en Vancouver

La magia del circo y del carnaval han puesto brillo y color a punto final de los Juegos Olímpicos de Turín 2006 durante la ceremonia de clausura de esta noche en la ciudad italiana, que ha dado el testigo a la canadiense Vancouver, que organizará la cita de 2010.

La ceremonia de clausura, en el estadio Olímpico turinés, ha sido alegre, pero como viene siendo habitual menos impactante y menos llena de sorpresas que la de apertura, donde una organización siempre lo da todo. Eso sí, se trató de que fuera una fiesta algo alocada, plena de música, típica de carnaval. Y en la que, como tal, se jugase con lo real, con lo ambiguo, con lo grotesco, con la transgresión.

La fiesta, sobre un gigantesco escenario (110x70 metros, con 6.000 metros cuadrados) que pretendía ser el de una plaza típica italiana que acoge los carnavales, con grandes portales y cuatro torres, estuvo dividida en varias partes. Se inició con el homenaje al circo, con la entrada a caballo de un payaso, el sorprendente deslizamiento desde el techo del estadio de una cuarentena de "exploradores de la nieve", y, por fin, la aparición desde el fondo del mar de una sirena (la actriz Valeria Marini, objeto del deseo de los italianos y actriz en varias películas, entre ellas una del español Bigas Luna).

La superstición y la danza del destino, que siguen aflorando desde hace siglos en el devenir italiano, tampoco faltaron. Ellas, prácticamente, dieron paso al primer ingreso de las autoridades para premiar a los medallistas de los 50 km de esquí nórdico, el "maratón invernal" de Turín'06, la única premiada en el estadio Olímpico, a imagen y semejanza de la maratón de Atenas'04. La ex esquiadora de fondo italiana Manuela di Centa colgó las medallas a su hermano, Giorgio di Centa (oro), al ruso Eugeni Dementiev (plata) y al austríaco Mijail Botwinov (bronce).

Después, volvió unos instantes la confusión" carnavalesca con la presencia de las centellas humanas. Duró poco, pues llegó de nuevo la seriedad de la ceremonia, con la interpretación del himno italiano y el izado de la bandera nacional; pero se rompió de nuevo con los sonidos de un Carnaval, que dieron paso al desfile de los atletas.

Bienvenida a Vancouver

Muchos de los deportistas se unieron al Carnaval luciendo narices rojas luminosas, y siendo acompañados por los espectadores presentes en las gradas quienes se pusieron las máscaras que encontraron en sus asientos. Tampoco han faltado guiños al motor, el sector económico muy importante en Italia, y las máscaras carnavalescas típicas.

Y para terminar, mientras la cantante canadiense Avril Lavigne interpretaba uno de sus temas, unos improvisados deportistas fueron construyendo con unos bloques la mascota de los próximos juegos. Vancouver 2010 ya es presente y futuro, Turín 2006 ya es historia, como se remarcó con la interpretación del famoso "Va'pensiero" de Nabbuco, la tercera opera lírica compuesta por Giuseppe Verdi y cantada esta noche por un coro de varios centenares de niños vestidos de ángeles.

O también con la bajada de los Cinco Aros Olímpicos, el recuerdo al compositor Niccolo Paganini", o la actuación del conocido cantante invidente Andrea Bocelli, quien interpretó AAma credi e vai. Pero, sobre todo, con el apagado del fuego, que desde el altísimo (57 metros) pebetero ha iluminado desde el 10 de febrero estos juegos.

En la imagen, un momento de la ceremonia en Turín.
En la imagen, un momento de la ceremonia en Turín.EFE

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