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Crónica:Mundial de baloncesto 2006
Crónica
Texto informativo con interpretación

España se presenta en Japón con credenciales de favorita

El equipo de Pepu Hernández vence a Nueva Zelanda por 86-70

España ha dejado en buen lugar a quienes la sitúan dentro del grupo de los máximos aspirantes a las medallas del Mundial 2006 con una cómoda puesta de largo ante Nueva Zelanda, la cuarta mejor selección del último campeonato del mundo, a la que ha superado con la misma facilidad que a los rivales de sus nueve amistosos previos.

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Dos bajas de última hora cambiaron la fisonomía del partido de forma inesperada. Felipe Reyes tuvo que rendirse finalmente a los problemas que arrastra en el cuello desde el Torneo de Singapur. El médico del equipo, Delfín Galiano, le sometió a una Tomografía Axial Computerizada (TAC) en un centro hospitalario de Hiroshima y los resultados dejan al jugador fuera de combate para unos cuantos días.

La vacante de Reyes entraba dentro de los previsible. No así la de Mark Dickel, a quien la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) ha suspendido para los tres primeros partidos del Mundial por un positivo de cannabis el pasado 12 de julio -comunicado el 11 de agosto- en un amistoso frente a Australia pese a que ya había cumplido dos choques de sanción en la preparación de los oceánicos.

Lo demás discurrió por los cauces previstos. Mucha dureza por parte de los neozelandeses, superioridad y paciencia del lado español y, después de todo, victoria del equipo dirigido por Pepu Hernández, que tuvo que jugar con mucha seriedad para doblegar al rocoso grupo de Tab Baldwin.

Jorge Garbajosa, que cumplía cien partidos internacionales desde su debut en el año 2000 ante Lituania en un amistoso previo a los Juegos de Sydney disputado en Granada, fue uno de los mejores hombres de España y decisivo para la consecución del primer triunfo en el Mundial japonés.

Gasol y Garbajosa, los hombres del encuentro

El equipo nacional abrió hueco con mucha facilidad (17-7 m.5) gracias a los puntos de Pau Gasol, que durante los compases iniciales salió casi a punto por minuto (siete en ocho). En Nueva Zelanda sólo Craig Bradshaw fue capaz de anotar en los cinco primeros minutos.

Los Tall Blacks abordaron el partido con el cuchillo entre los dientes. Discutieron incluso por el banquillo que cada equipo debía ocupar. Ellos querían el calentamiento en cruz (los conjuntos hacen la rueda delante del banquillo contrario), pero después de todo imperó la lógica y cada equipo bloque se preparó para la acción en su lado de la cancha.

Iban a por todas. Baldwin había dicho el día anterior que se dejarían la piel y Nueva Zelanda cumplió la palabra de su técnico. Jugaron con mucha fuerza, desplegaron múltiples variantes de zonas -algo que va a ser moneda común para el equipo español- y jugaron de principio a fin con la misma fiereza que bailaron la tradicional danza maorí haka antes de empezar el encuentro.

La aparición de más efectivos neozelandeses en ataque equilibró la balanza (20-19 m. 9; 25-21 m.10), aunque con un peligroso coste en faltas, sobre todo por la segunda personal de Dirk Penney. Un parcial de 0-8 en la salida del segundo periodo apretó el marcador, en parte también por la rotación española (28-29 tras triple de Pero Cameron).

El regreso de Garbajosa y José Manuel Calderón devolvió las cosas a su cauce. Pau Gasol, con trece puntos, y Garbajosa, con doce, distanciaron de nuevo a la selección (41-35) y el descanso cerró la primera mitad con un margen de doce puntos a favor de los chicos de Pepu Hernández (48-36).

El ritmo de los amistosos de preparación reapareció en la competición oficial. El tercer cuarto desahucio a Nueva Zelanda. España, con sus propias variantes defensivas y los cambios de hombre a zona más un ápice de la velocidad necesaria, bien alternada con tranquilidad para mover los sistemas en situaciones de juego posicional, logró un 20-12 que mató el choque.

Una canasta de Pau Gasol al empezar el último cuarto le situó con dieciséis tantos, los mismos que hasta entonces aparecían en los casilleros de Garbajosa y de Juan Carlos Navarro, el otro hombre del día junto a Alex Mumbrú. Entre los tres sumaban a los 31 minutos los mismos puntos que todo el conjunto oceánico (48) para un 70-48 que era más de media sentencia.

La selección terminó la presentación dando descanso a los hombres con más minutos y juego. El primer objetivo de España se ha cumplido. El siguiente es Panamá, mañana domingo a las 12.00, hora española.

Pau Gasol, en un momento del encuentro.
Pau Gasol, en un momento del encuentro.EFE

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