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Villar: "El fútbol español no es racista"

El presidente de la Federación Española de Fútbol comparece en el Senado

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, compareció esta mañana en el Senado y afirmó que hay que actuar para acabar con el racismo y la xenofobia aunque considera que son "casos aislados", al tiempo que defendió, una vez más, al seleccionador español Luis Aragonés por sus controvertidas declaraciones sobre el jugador del Arsenal Thierry Henry.

El mandatario negó que la arenga de Aragonés a Reyes, en la que llamó "negro" al delantero francés, haya sido un estímulo para el aumento de los comportamientos racistas en los estadios españoles.

"Luis Aragonés no es racista, su acto no es racista y no ha sido la estimulación de un incremento de la xenofobia. Estoy en total desacuerdo con ustedes", aseguró ante la Comisión especial de estudio para erradicar el racismo y la xenofobia del deporte español tras el turno de los portavoces y sus reiteradas preguntas sobre aquél entrenamiento de la selección nacional en octubre de 2004.

Villar reconoció que el racismo "es un problema", pero aseguró que desde la RFEF se está "progresando" para su erradicación al trabajar "conjuntamente con otras instituciones afectadas" "Creo que son actuaciones aisladas, el fútbol español no es racista, no podemos cerrar los ojos para aislar a esa minoría de personas que utilizan nuestro deporte para actos violentos o racistas", indicó.

"El racismo y la xenofobia son dos lacras con las que hay que acabar. Pero los sucesos racistas son escasos y aislados. Además, han disminuido considerablemente. De todos modos, la erradicación absoluta sólo se conseguirá desde la educación", aseguró.

Hay que sancionar a quien acose

El vicepresidente de la FIFA y de la UEFA pide mano dura para los que quebranten la ley. "No podemos relajarnos. La sociedad debe sancionar a quien acose. Hay que responder rápidamente a los actos racistas", añadió.

Aunque considera que su deporte no es racista, lamenta que al ser un acontecimiento de masas sirva de escudo a los violentos. "Este tipo de gente encuentra el camino para dar rienda suelta a su intolerancia en acontecimientos de masas", reflexionó.

Además, recordó que la RFEF ha llevado a cabo numerosos actos para acabar con el problema como conferencias, partidos contra el racismo, o la puesta en marcha de un teléfono de denuncia y sobre todo su compromiso con el "Protocolo de medidas contra el racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Fútbol".

"Hemos puesto todo nuestro empeño para combatir el racismo durante años y nuestro esfuerzo ha dado resultado. Estamos dispuestos a acabar con él", recalcó. Por otra parte, aseguró que las limitaciones a los extranjeros se reglamentaron hace muchos años y que el cambio social que ha experimentando España en los últimos años se verá reflejado en su nueva normativa.

"Las limitaciones eran para proteger al jugador nacional. No somos xenófobos ni racistas y nuestro reglamento se está adaptando a los nuevos tiempos", indicó.

Al término de su discurso en el Cámara Alta, el presidente de la RFEF se negó a contestar a las preguntas referentes a la reunión que mantuvo ayer con Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, en la que se analizó la precaria situación de la selección sub-21 y la devolución de tres millones de euros al CSD. "No quiero contestarle a usted", se limitó a responder.

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