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Crónica:Celta 1 - Atlético 3 | Primera
Crónica
Texto informativo con interpretación

Torres destroza al Celta

Los de Aguirre dieron una gran imagen ante un Celta que nunca estuvo metido en el partido

Fernando Torres cuajó una gran actuación, anotando dos goles y asistiendo a Agüero, con el que se entendió a la perfección, para dejar sin opciones a los vigueses

El Atlético comenzó con fuerza. Mucha intensidad en la presión, que comenzaba casi en el área rival, y con Agüero y Torres mareando a la defensa con sus movimientos entre líneas. Aguirre había dispuesto en la banda izquierda a Jurado y en la derecha a Galletti, lo que significa que los rojiblancos ganaban control en el mediocampo, algo que necesita este equipo como el respirar.

El Celta jugaba con mucha distancia entre líneas y con poca gente arriba, incapaces de sacar el balón con claridad ante el achique atlético. La buena puesta en escena de los visitantes se vio recompensada muy pronto. Una internada de Torres en el área termina en penalti claro cometido por Tamas. El "Adolescente" (algún día tendrá que madurar) convirtió la pena máxima con suspense, al rematar de cabeza el rechace de Pinto.

Continuó el Atlético apretando tras el gol, con la aportación destacada de Torres, y utilizando mucho (y bien) las bandas, donde Galletti demostraba lo injustas que eran las críticas que ha recibido últimamente. La memoria humana es muy perezosa y le cuesta recordar que este chaval hizo méritos en el Zaragoza para vestirse de rojiblanco. Con el dominio manifiesto de los madrileños llegó el segundo gol. La conexión Torres-Agüero se puso en marcha, y tras un pase del argentino, el '9' cruzó el balón hasta donde Pinto no podía llegar con un disparo raso.

Con este resultado el Atlético se limitó a tener el balón, sin profundizar pero sin pasar dificultades. Algo que facilitaba la pasividad viguesa, los jugadores de Vázquez daban a Maniche mucha libertad, y el luso estaba especialmente acertado a la hora de poner pausa al juego de su equipo. Sólo en los últimos minutos de la primera parte el conjunto local puso algo de actitud e intentó llegar al área rival, pero no era su día. La primera parte terminó sin una sola ocasión clara para el Celta.

Torres culmina su gran partido

El arranque de la segunda parte vaticinaba serias dificultades para el Atlético. El Celta, aunque sólo fuera por amor propio, había salido enrabietado. A los 4 minutos Nené puso un nudo en la garganta a los colchoneros al caer dentro del área ante Galletti. En directo, penalti. En la repetición, muchas dudas.

A pesar de la salida en tromba, poco le duró la alegría a los locales. Al Atlético le tocaba hoy mostrar su cara buena. Vale que no lo hace con la regularidad deseable, pero cuando se pone lo borda. Con el equipo muy bien plantado en el terreno de juego, dejando al Celta la posesión del balón, una contra llevada por Torres fulminó el encuentro. De nuevo la conexión con Agüero funcionó, y el argentino, que siguió perfectamente la jugada, remató al fondo de las mallas el pase de la muerte de su compañero.

Aguirre sentó a Torres y el equipo se relajó. No era para menos. El Celta era un fantasma, sólo Gustavo López y Nené daban algo de mordiente en ataque. Pero cuando menos factible parecía el gol para los de Balaídos, éste llegó. Y lo hizo tras un despiste de la zaga colchonera, que fue sorprendida con una falta sacada rápidamente por Oubiña y la posterior combinación de la delantera celeste, que posibilitó que Nené se plantara solo ante Pichu y definiera con un buen zurdazo.

Aparecían los nervios y miedos típicos de todo aficionado atlético, pero la cosa no era para tanto. El gol había llegado en una jugada de picardía, y pronto se vio que el Celta seguía siendo el de los setenta minutos anteriores, inoperante y previsible con el balón e inseguro atrás. El resultado no peligraba, pero mejor cruzar los dedos.

Como era de esperar, el choque fue decayendo en jugadas embarulladas. El Celta sólo había creado una ocasión cara de gol en todo el encuentro, lo que dice mucho de la imagen que acababa de dar. El Atlético cumplió con la tradición y fuera de casa mostró su mejor cara, lo que le vale para afianzarse en los puestos europeos. Ahora queda esperar que sean capaces de repetirlo en el Calderón.

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