Un año sin Florentino Pérez
La marcha del que fuera presidente del Real Madrid no ha solucionado los males del club blanco
Han transcurrido trescientos sesenta y cinco días desde la marcha de Florentino Pérez, pero el Real Madrid arrastra la misma crisis de resultados que cuando se sentaba aún en el palco como presidente del club. El final irrevocable de Florentino ha significado también el término de la belle époque madridista, los zidanes y pavones y la ‘era Galáctica’. Aunque tras su salida del club, las cosas no han cambiado mucho en la casa blanca: siguen los malos resultados y la lucha interna de candidatos a la presidencia que ha incluido, en los últimos tiempos, demandas judiciales.
Tal día como hoy, tras un nefasto partido contra el Mallorca, la imagen de soledad de Sergio Ramos después de un gol, el mal juego y las pipas que comían Iván Helguera y Míchel Salgado en el banquillo representaban a la perfección el panorama que se vivía en el vestuario. No había comunión con el público, y Florentino Pérez decidió bajarse del tren a tiempo inculpándose de los males y pidiendo un revulsivo que él no podía traer. "El Real Madrid necesita un cambio y este es el momento oportuno para que yo deje la presidencia". "Mi decisión ayuda al Real Madrid y creo que puede ayudar al club en lo que resta de temporada y en la próxima", fueron sus palabras en la rueda de prensa el 27 de febrero.
Atrás quedaban seis entrenadores, siete títulos en las vitrinas, 422 millones en fichajes estelares (entre ellos Figo, Ronaldo, Beckham y Zidane), un legado arquitectónico, la Ciudad deportiva, y un saneamiento económico sin precedentes. Todo ello habiendo recogido un Madrid en bancarrota desde la época de Lorenzo Sanz. tras su salida, el relevo lo tomó Fernando Martín, quien sí prometía la receta para salvar al club. Su llegada fue tajante, como también lo fueron sus mensajes de bienvenida: se crearía un comité de vigilancia de “los valores intangibles” de los jugadores, renovación de plantilla y que no se convocarían elecciones. "El Real Madrid no puede ser un club de millonarios sino de deportistas (...) que se dejan la piel en el campo y que subordinan su vida entera, 24 horas al día (...) Quien no esté a la altura de las circunstancias ya sabe a qué atenerse. No me va a temblar la mano”.
La mañana siguiente a la dimisión, numerosos aficionados se agolpaban en Valdebebas con gritos de “!fuera¡ fuera¡” a los jugadores, al tiempo que Fernando Fernández Tapias, vicepresidente del club y ausente en la Junta donde se despidió Florentino Pérez, reivindicaba elecciones. El equipo no ganaba, el sueño de la Liga se escapaba de las manos y la Champions quedó en el recuerdo tras la derrota ante el Arsenal. Por aquel entonces, el entrenador, López Caro, ya estaba solo y la esperanza de nuevos títulos quedó empañada por el anuncio de retirada de Zinedine Zidane para después del mundial. Era el 25 de abril.
Precisamente, Florentino Pérez hace su primera aparición en el palco del Santiago Bernabéu, esta vez como invitado al lado de Fernando Roig, presidente del Villarreal. El motivo: la despedida del astro francés, Zinedine Zidane. El espectáculo que presenció el ex presidente no fue diferente al que estaba acostumbrado antes de abandonar el cargo. Público revuelto y juego pobre. Zidane, que llegó al club como el fichaje más caro de la historia, 75 millones de euros, dijo adiós a la afición con lágrimas. Tras tres meses ausente, asegura que, si volviera a presentarse a las elecciones, las ganaría, y confirma que su marcha del club tuvo, además, otra causa: no poder compaginar la presidencia del Real Madrid con la presidencia de ACS. En terreno presidencial, el quinto día de mayo, Calderón se suma a oficialmente a la lista de candidatos, en la que ya figuran Lorenzo Sanz, Villar Mir, Baldasano y Juan Palacios. La guerra está servida, y todo vale para alzarse con el cargo, y junio es un mes eléctrico en la Directiva del Real Madrid. El dos de julio, Calderón gana las elecciones.
La nueva etapa
Con Calderón en la presidencia, el ex futbolista Mijatovic se hará con la dirección deportiva y Capello con el cargo de entrenador, diez años después de su paso por el Real Madrid. En su política de apartar jugadores, el transalpino dejará fuera a Gravesen, Portillo, Diogo, Rubén, Borja y Helguera, al que Mijatovic sentenció con su frase “búscate club, aquí no jugarás”. Después de las exclusiones iniciales, quienes quedarían apartados serían Cassano (13 de octubre) y Beckham (12 de enero). Capello recuperará a ambos meses más tarde.
Casi diez meses después de la renuncia de Florentino Pérez, y tras un turbulento clima de elecciones y acusaciones de fraude electoral, enero comienza para el Real Madrid con la misma agonía en la que se ve anclado desde el año pasado. "Cassano... Ronaldo... Salgado... Bravo... tal vez Beckham..." han sido algunos de los ocho nombres que se han anunciado para próximas salidas. Ronaldo cambia la camiseta blanca por la del Milan y Beckham hipoteca su futuro en LA Galaxy para la próxima temporada. Siguen los malos resultados. El Real Madrid se cae de la Copa del Rey y la Liga, de nuevo, parece una quimera viendo la trayectoria del eterno rival. ¿El fin definitivo de la era galáctica?
