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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Brasil no tuvo compasión ante una selección chilena sin alma

Robinho participó en la goleada anotando dos goles para destacarse como máximo artillero del torneo con un total de seis

La selección de Brasil, defensora del título, volvió a hacerle pasar vergüenza a la de Chile, algo habitual en los últimos tiempos, la goleó por 6-1 y se clasificó para las semifinales de la Copa América, donde se verá las caras con Uruguay. El equipo de Dunga por fin se destapó hoy con una goleada.

La delegación chilena se vio afectada por un incidente en su cuartel general de Puerto Ordaz, donde tras ganar la clasificación a la segunda fase, los futbolistas tuvieron la noche libre, algunos se pasaron de copas, se propasaron con camareras del hotel y rompieron parte del mobiliario. El incidente, en el que estuvieron involucrados varios de los futbolistas mas experimentados de la plantilla, dejó a varios de ellos fuera de la alineación titular y el equipo resintió su nivel de juego.

Pero el golpe mayor pareció ser en lo anímico porque los chilenos jugaron sin alma. Durante todo el partido hubo un solo equipo el en campo. Tras diez minutos de partido los brasileños se dieron cuenta que la actitud de la selección chilena no era de respeto, sino de entrega total. Sin espíritu de lucha, carente de coordinación y sin ideas.

El técnico chileno, Nelson Acosta, acumuló centrocampistas y defensas pero la falta de actitud para los marcajes, fue alarmante. Los brasileños, con solo poner un poco de velocidad en el manejo del balón y jugar para adelante, crearon una y otra acción de peligro, sumaron tres goles en menos de 30 minutos y pudieron ser aún mas en esa primera mitad si no fuera porque se conformaron y quitaron el pie del acelerador.

Frente a tantas ventajas, los brasileños no tuvieron que jugar a un ritmo mayor del que presentan en los entrenamientos para sumar el primer gol (m.16) por parte del defensa Juan, con un remate de cabeza a la salida de un saque de esquina. Poco después (m.22) fue el turno de Julio Baptista con remate bajo y colocado ingresando por el borde derecho del área.

Ni siquiera los goles despertaron el amor propio de los chilenos, para entonces resignados totalmente, lo que aprovechó Robinho (m.28) para coronar con un tiro esquinado, en una bonita jugada colectiva y en velocidad de su equipo.

Hasta el propio Acosta pareció resignado y casi no se movió del banquillo en todo el partido para dar indicaciones, actitud diferente a sus habituales gritos y rabietas.

En la segunda parte Chile no cambió de actitud

En el inicio del segundo tiempo, el ingreso de Jorge Valdivia pareció poner un poco de orden en el equipo, y los chilenos llegaron con peligro con dos remates lejanos. Fue apenas un espejismo.

Bastó que los brasileños pusieran una marcha más de velocidad a su juego para que llegara el cuarto gol. Nuevamente Robinho (m.50) fue el autor, pero esta vez no tuvo más que empujar a meta sin portero un balón que recibió cruzado y a dos metros de la línea de gol.

Poco después Dunga decidió darle un poco de respiro a los chilenos y sacó a Robinho del campo. Pese a ello el dominio siguió siendo total y abrumador. Producto del cual Brasil volvió a marcar por parte de Josué (m.68) que resolvió tras una serie de rebotes en el área chilena.

Una bonita definición de Suazo por encima de la cabeza del portero brasileño Doni (m.75) sirvió para maquillar el resultado y fue un premio para el chileno que puso mas voluntad. A seis minutos del final llegó el sexto gol brasileño, esta vez por parte de Vagner Love con tiro bajo.

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