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VOLVO MASTERS

Justin Rose, doble campeón en Valderrama

El inglés lideró el torneo desde el segundo día

Justin Rose, la eterna promesa del golf inglés que fue lanzado prematuramente al estrellato, zanjó hoy en Valderrama, con 27 años, las dudas sobre su carrera profesional tras imponerse en el Volvo Masters, último torneo de la temporada en Europa, y conquistar también la Orden de Mérito.

Antes que este triunfo redondo de Rose, otros dos jugadores lograron conquistar la Orden de Mérito gracias al triunfo, también, en el último torneo del año: el norirlandés Ronan Raferty (1989) y el escocés Colin Montgomerie (1993). Rose fue la cara de la moneda de un día soleado pero ventoso en Valderrama. Y otro chico, de esa misma edad (27 años), volvió a derramar dosis de mal gusto y mal perder por el campo: el español Sergio García, quien firmó su peor tarjeta en el campo gaditano (79) y sumó el peor resultado (+17).

Mientras el circuito, por boca de su director George O'Grady, amonestaba a García en la caseta de firmas del hoyo 18, dos horas después Rose era recibido en loor de directivos, aunque la recta final fuese para el inglés un tormento. Rose, el nuevo monarca del golf en Europa, desperdició gota a gota su ventaja inicial de cuatro golpes tras presentar su peor tarjeta del torneo (74 golpes), se vio forzado a un desempate, con el danés Soren Kjeldsen (67) y su compatriota Simon Dyson (70), y certificó cerca de las cinco de la tarde un triunfo completo.

El triunfo de Rose fue total. Como jugador de talento despejó todas las dudas, ganó el prestigioso Volvo Masters y su mayor premio en metálico (666.660 euros), logró la Orden de Mérito y, además, se encarama al séptimo puesto de la clasificación mundial. Valderrama fue justo, pese al agónico desenlace, con el espigado Rose y premia su magnífica progresión y temporada, en la que en 2007 no cosechó triunfo alguno pero que fue capaz de terminar siempre entre los doce primeros golfistas o mejor en los cuatro Grandes de la temporada.

Rose afrontó con cuatro de ventaja la ronda final, después de dos días consecutivos como líder indiscutible del torneo, en la misma situación que se viera el zimbabuense Mark McNulty con 43 años en la edición de 1996. McNulty no falló y ganó con -7. Rose, mucho más joven, no se sobrepuso en muchos momentos a la presión, sobe todo atravesado el hoyo diez. Un doble bogey en el hoyo 11, y dos "bogeys" seguidos en el 12 y 13 facilitaron que Dyson y Kjeldsen le dieran caza.

Camino del hoyo 18, Rose prácticamente tenía asegurada la Orden de Mérito por delante del irlandés Padraig Harrington, pero allí le esperaba un inspirado Kjeldsen y, en su turno, se apuntó Dyson al desempate.

Con un birdie en el segundo hoyo del desempate (hoyo 10), Rose acabó felizmente lo que tenía que haber hecho antes. El premio lleva aparejado la Orden de Mérito, en la cual el surafricano Ernie Els terminó segundo y Harrington, tercero. Rose, con ésta su séptima victoria, cuarta en Europa y segunda de la campaña de 2007, se convierte en el cuarto jugador inglés que vence en el Volvo Masters. Antes lo consiguieron Ian Poulter (2004), Lee Westwood (2000) y Nick Faldo (1988).

En cuanto a los tres españoles, que afrontaron sin opciones la jornada final, sobresalió la buena última vuelta del español Miguel Angel Jiménez (69), que le sirvió para auparse al séptimo puesto. Jiménez, que hasta hoy era el único que había logrado un albatros en el hoyo 17 de Valderrama (embocar de dos en un par 5), oyó, por el griterío del público y desde la sala de prensa, cómo el norirlandés Graeme McDowell hacía un albatros en ese mismo hoyo. "Pero el mío fue primero, ¿eh?", ha comentado Jiménez. "Cuando yo lo conseguí se formó más escándalo, pero mucho más", ha apuntado el español.

En cambio, la jornada de Sergio García fue aciaga, para olvidar. Firmó su peor tarjeta en Valderrama (79 golpes) y el resultado más abultado (+17), además de convertir su ira y rabia en constantes incidentes por el campo. García propinó un golpe violento con el putt a la bola después de fallar para birdie en el green del hoyo 10. Envió la bola hasta el anillo y necesitó, finalmente, 9 golpes para embocar.

Seis hoyos después, el español y coetáneo de Rose (27 años), se enfrentó con un espectador, en la calle del 16, que le gritó: "¡A ver si empezamos a jugar al golf!", tras un mal golpe de aproximación a green. "¡Ven aquí y coge tú los palos!", ha repetido por dos veces García al citado espectador, mirándolo desafiante, con un gesto con ambas manos y tras arrojar su palo contra el césped.

Justin Rose
Justin RoseREUTERS

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