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BALONCESTO | EUROLIGA

El Real Madrid hace los deberes y tumba al Partizán

Los madridistas han hecho los deberes de la Euroliga (75-64) con una pulcritud encomiable desde que arrancó la competición. Ganaron al Fenerbahce turco a domicilio en el debut, tumbaron a los italianos del Lottomatica Roma en la presentación como locales y, luego, sacaron adelante un partido espinoso en cancha del Bamberg, el campeón alemán, antes de sacarse de encima a los jóvenes talentos de la antigua Yugoslavia.

La próxima semana les espera el Barcelona en el Palau Blaugrana. Esa es una de las salidas más arriesgadas del campeón ACB en toda la primera fase. Va a llegar con la tranquilidad de estar invicto y de haber ganado ya dos partidos fuera de casa. Eso es oro en la Euroliga. Mucho más en el Grupo C de esta temporada, que ha reunido a unos cuantos gallitos en el mismo corral. El Madrid tiene mucho que ganar y relativamente poco que perder en el reducto barcelonés.

El Partizan siempre aporta algo. Es uno de los ejemplos de los grandes beneficios que puede inyectar a un club la política de cantera. La gran perla de esta hornada de jugadores del equipo belgradense responde al nombre de Nikola Pekovic, un pívot de 2,10 metros y 21 años. Una joya. Como tarjeta de presentación, aparte de los 26,6 puntos de promedio que había fijado en la Euroliga hasta la visita al cuadro de Vistalegre, aparecía ante el equipo de Joan Plaza con el cartel del roto que su actuación provocó en el Barcelona.

En Vistalegre, sin embargo, nadie vio a Pekovic. Ni siquiera sus defensores. El Madrid borró del mapa al puntal serbio y se dio el lujo de disfrutar sin agobios de una noche continental ante su público sin agobios. Pekovic sólo anotó dos puntos en la primera parte. El Madrid apretó en el primer cuarto para coger distancia (20-11), sesteó en el segundo en compañía de los belgradenses (33-21) y, en el tercero, cuando la gran mayoría de los partidos eligen rumbo, dejó que la muñeca del estadounidense Louis Bullock apuntillase el choque.

El norteamericano enlazó dos triples sólo interrumpidos por una canasta del activo Alex Mumbrú y la incertidumbre desapareció por completo del parqué madridista (48-30 m.25). Ni el Partizan camina por la misma senda que los blancos ni éstos comparten recorrido con el Partizan. Son dos mundos aparte en la Euroliga. El próximo jueves, los blancos afrontan una cita muy distinta, ya que visitan al Barcelona, un rival que siempre, al margen de situaciones puntuales y partidos concretos, compite siempre en el mismo sitio que los madrileños. Están destinados a ser adversarios pase lo que pase y hagan lo que hagan.

El golpe materializado por Bullock en el tercer cuarto repercutió inmediatamente en el bloque serbio y abrió el compás de espera para el gran duelo frente al Barcelona. Los hombres de Dusko Vujosevic entendieron que su guerra es otra. Trabajaron para impedir un marcador demasiado severo, pero no por el triunfo. El Madrid también comprendió las cosas así. El partido se había acabado. En el próximo encuentro europeo de los blancos no habrá tregua hasta el final.

El Real Madrid vence con rotundidad al Partizan
El Real Madrid vence con rotundidad al PartizanAS

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