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EUROLIGA | REAL MADRID 82 - BARCELONA 79

El Real Madrid se impone en un agónico final

El equipo de Joan Plaza derrota al Barça (82-79) en un intenso partido que se decidió en los instantes finales

El Real Madrid ganó por primera vez en la temporada al Barcelona apoyado en la fuerza que le proporciona jugar al calor de su público, que sufrió hasta el final para ver caer a un Barca aguerrido y valiente que recuperó una desventaja de quince puntos para discutir un choque que puede marcar el futuro europeo de ambos. Vistalegre y el Blaugrana son dos recintos que ejercen un poder hipnótico sobre los equipos rivales. El Madrid y el Barca conocen la fuerza de sus respectivas canchas y el influjo que las gradas de ambos coliseos proyectan en los partidos. Son su gran fuerza, indispensable para aquellos que albergan aspiraciones en cualquier competición: hacer de la pista propia un fortín.

Los dos grandes del baloncesto español ya se habían enfrentado dos veces esta temporadas, ambas en la Ciudad Condal, y en las dos salió triunfador el conjunto dirigido por el montenegrino Dusko Ivanovic, una vez en la ACB y otra en la Euroliga. Este era el primer viaje del cuadro 'culé' a casa del gran enemigo y, durante el primer cuarto, pareció que Vistalegre iba a tragárselo entero. El Madrid, bajo la dirección del turco Kemal Tunceri, con el rebote bien cerrado -que fue su principal déficit en el choque de la primera vuelta- y con un alto grado de acierto sometió al Barca a un duro castigo entre el minuto cinco y el diez.

Un tanteo de 11-9 terminó en un amplio 26-11 merced a un parcial de 15-2 con el Barcelona desmantelado. Tunceri, Felipe Reyes y el belga Axel Hervelle -éste con un único lanzamiento- acabaron el periodo con un cien por cien en tiros de acierto. Además, el italiano Denis Marconato y el croata Mario Kasun habían entrado en la zona roja de faltas. A los cuatro minutos ya sumaban dos cada uno. A los quince tres por barba. Pero el partido había dado un vuelco gracias, fundamentalmente, a la incorporación de Roger Grimau -once puntos hasta el descanso-, a la aparición del italo-argentino Juan Pepe Sánchez en la dirección del juego y a una defensa en zona que cambió el ritmo ofensivo a los blancos.

Golpe de timón

Si el Madrid había firmado un 15-2 en el primer cuarto, el Barcelona rubricó un 2-12 (28-23 m.14). El choque era otro. El influyo de Vistalegre había perdido intensidad. El Barcelona, tras dos derrotas consecutivas (ante el Panathinaikos en la Euroliga y frente al Polaris World Murcia en la última jornada de la ACB), no podía caer de esa forma. Sobre todo, porque estaba en juego la segunda posición del Grupo, un detalle de vital importancia con vistas a la segunda fase del torneo. El primer tiempo interrumpió un duelo de altas prestaciones y máxima exigencia con el Madrid y el Barca recuperados de sus respectivas lagunas y el ascendente psicológico, por poco, pero en poder del Barca, que había logrado levantarse de la lona (40-35). Olía a pasión, a lo mejor de los derbis para la segunda parte.

Nadie concedió la más mínima tregua. Madrid y Barca se lanzaron a pecho descubierto. La defensa agigantaba al Barcelona que, con paciencia, lentamente, terminó por dar la vuelta al marcador tras una serie adornaba por una canasta de Alex Acker (51-52) y un triple de Ersan Ilyasova (52-55 m.29). El estadounidense Louis Bullock no había salido en el cinco inicial, tampoco había jugado mucho (siete minutos en el primer tiempo), pero soltó la muñeca en el momento que el Barca amenazaba con romper el partido, el ánimo y el esfuerzo de los blancos. El Madrid, que en el primer cuarto había superado incluso los once puntos de renta que sellaron el choque del Blaugrana, apretó los dientes y, sin perder el rumbo, aprovechó una posesión de cuatro segundos al final del tercer cuarto para diseñar en la pizarra la jugada que le permitió salir del periodo por delante. Un mate de Hervelle estableció el 56-55 que abrió el último cuarto.

Smith, demoledor

Esa nimiedad insufló confianza al equipo de Joan Plaza. Reyes, Hervelle, Smith y Bullock, dirigidos por Sergi Llull, ganaron la mano a los blaugrana (60-55). También en el plano mental porque esa pequeña diferencia creció sobre mates, tiros lejanos y posesiones bien administradas. En esa delicada fase, en esos momentos de confrontación máxima, el Madrid asestó dos golpes demoledores: mate y un triple del estadounidense Charles Smith (68-59). Ivanovic llamó a capítulo en la banda urgentemente. Y el Barca reaccionó. Acker materializó la recuperación desde el triple (70-67 m.36). Pero Bullock replicó en el siguiente ataque (73-67).

Había vida y esperanza para los dos. También ambición por la victoria en unos y otros. Sánchez los puso aún más claro (73-72 m.38), así que los locales mandaron a Tunceri a la pista para mover las posesiones que iban a dictar sentencia mientras Kasun desgranaba lo mejor de la noche. Entre tanto, Bullock dejaba otra vez constancia de su instinto anotador (76-72). Y, al final, el partido terminó en los largos brazos y la entrega constante de Hervelle que, a falta de 40.08 segundos con el marcador en 78-72 y el turco Ilyasova debajo del aro con todo a favor para anotar, elevó las manos hasta el cielo de Vistalegre para colocar un tapón que valía una victoria. El Barca tenía tiempo para cambiar el destino. El Madrid no lo permitió y en la ruleta de faltas de los segundos finales ganó por primera vez en la temporada al Barcelona.

Alex Acker entra a canasta ante la oposición de los madridistas Papadopoulos y Tunçeri
Alex Acker entra a canasta ante la oposición de los madridistas Papadopoulos y TunçeriEFE

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