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BALONCESTO | EUROLIGA

El Maccabi castiga los titubeos del Montepaschi

El equipo israelí se proclama primer finalista de la Euroliga tras vencer al cuadro italiano en una sufrida semifinal

El Maccabi de Tel Aviv se convirtió en el primer finalista de la Euroliga 2007-2008 después de sufrir y derrotar a un cimentado Montepaschi Siena con una remontada lenta y certera (85-92) que destrozó de golpe las ilusiones del cuadro italiano cuando lo tenían todo a su favor. No supieron rematar a los israelitas, y el equipo de Zvi Sherf se rehizo para robarle la victoria y proclamarse primer aspirante al torneo continental. De nuevo el Montepaschi queda abocado a la lucha por el tercer puesto y el Maccabi a pelear por la gloria, que en este caso sabe a auténtico dulce después de haber estado tan abajo, por cuanto llegó a perder por dieciocho puntos (38-18).

El conjunto de Sherf acusó de salida la responsabilidad de ser el equipo a batir, de partir como el favorito de esta confrontación para estar en la final del domingo. De ello se aprovechó el cuadro de Simone Panigiani, que metió de entrada el miedo en el cuerpo a los ''amarillos''. Terrell McIntyre guió a los suyos para propinar de entrada un 8-0 que no era sino la señal de que el 'tapado' no llegaba de paseo a Madrid. Todo lo contrario. El conjunto italiano le propinó un severo repaso al Maccabi en un primer periodo para el olvido en el bando de Sherf, que estuvo más tiempo dentro de la pista lamentando la mala actuación de su equipo que en el banquillo.

McIntyre dirigió a sus compañeros con precisión milimétrica y el resto lo hicieron su defensa y el cúmulo de despropósitos en ataque de un Maccabi, que tardó más de tres minutos en inaugurar el marcador por medio de Norris, y más de 17 en convertir su primer triple (Derrick Sharp convirtió para situar el electrónico en 38-28). Ese lanzamiento desde más allá de la línea de 6,25 y otro posterior de Norris fueron la única luz del campeón israelí antes del descanso, porque el resto fue un festival de errores de los que sacó provecho el Montepaschi Siena, que incluso llegó a tener hasta dieciocho puntos de ventaja (36-18) y a soñar con sentenciar mucho antes de lo que nadie en el Palacio de los Deportes podía prever.

Sherf había buscado todas las soluciones posibles y la única que le sirvió en el segundo cuarto fue la de Lior Eliyahu, quien con ocho puntos mantuvo algo el tipo para su equipo. Su labor bajo los tableros y los triples de Sharp y Norris concedieron un respiro al Maccabi, que tras llegar al final del primer parcial con un adverso 20-8 pudo hacer tablas en el segundo (25-25) e irse con vida al descanso (45-33).

Nikola Vujcic, uno de los hombres clave para que el equipo israelí estuviera en Madrid, apenas apareció. Estuvo en la cancha 5.43 minutos y su labor quedó en dos rebotes y una falta cometida, más que pobre bagaje, pero es que casi nadie de sus compañeros hicieron valer su teórica superioridad y su mayor experiencia. Conclusión, festival del campeón italiano. El balcánico volvió a la cancha a falta de 3.36 para el final del tercer cuarto con 57-46 en el electrónico, pero por entonces el protagonista era Sharp, quien con dos triples casi consecutivos había devuelto la ilusión al Maccabi.

McIntyre había sido de nuevo el amo y señor del encuentro hasta que compareció de nuevo este veterano del equipo israelí para, con dos triples, rebajar la psicológica diferencia de los diez puntos (57-49) y alimentar las ilusiones de otra final. Sin duda, la labor de Sharp, por puntual, significó un punto de inflexión, porque el Maccabi entró definitivamente en la contienda. Los sistemas de ataque encontraron recompensa y los defensivos dieron sus frutos.

El Maccabi resucita

Panigiani recurrió, como en la primera mitad, al esloveno Vlado Ilievski para darle más ideas a su equipo y para acompañar a McIntyre y a Romain Sato, pero el Montepaschi ya no tenía al Maccabi del inicio enfrente, tenía a ese equipo experimentado, con argumentos y el acierto necesario para ir acercándose de manera paulatina. David Bluthenthal, con un triple, una falta técnica a Ksistof Lavrinovic y otro postrero triple del brasileño Alex García dieron al partido una nueva cara para enfocar el último parcial (64-61).

Otra conversión desde fuera de la zona de Bluthental firmó el primer empate del partido (64-64) entre el clamor de la grada amarilla, que estalló aún más de júbilo cuando Will Bynum situó por delante al Maccabi (64-67) y el propio Bluthental continuó con su exhibición de lanzamiento lejano (66-70). Por entonces McIntyre y Sato estaban sentados para recuperar oxígeno, pero dado el cariz que había tomado el encuentro, con su equipo agarrotado en ataque y sin argumentos para desbordar la defensa del Maccabi, Panigiani no tardó en devolverles a la cancha.

Ya era tarde. El Maccabi era el Maccabi, ese equipo que llegaba con la vitola de claro aspirante a un nuevo título y que tardó más de veinte minutos en comparecer. Todo un rodillo de juego serio atrás y en ataque, de eficacia que, sin ir más lejos, echó al Real Madrid de ''su'' fase final y luego eliminó al Barcelona. A los hombres del Montepaschi Siena se les encogió la muñeca y todo lo habían sido virtudes se convirtió en defectos, en incapacidad ante un Maccabi lanzado hacia la final, hacia la lucha por el título continental que tan lejos había tenido.

Récord de triples

El Montepaschi Siena, derrotado en la primera semifinal de la fase final Madrid 2008, batió el récord de la Euroliga de intentos en tiros de tres, con 45. El conjunto italiano superó en uno la plusmarca de lanzamientos que poseía el Fortitudo Bolonia, desde el 18 de noviembre de 2004, cuando ganó al Estudiantes español. El Montepaschi Siena, que cayó ante el Maccabi Tel Aviv por 85-92, convirtió tres de diez intentos en el primer cuarto, otros tres de doce en el segundo. En el tercero bajó a dos de doce y transformó tres de once en el cuarto y último. En total, convirtió once de 45, el veinticinco por ciento, mientras que la eficacia del Maccabi fue muy superior, al transformar once de 22.

El Maccabi celebra su pase a la final de la Euroliga
El Maccabi celebra su pase a la final de la EuroligaAFP

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