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ACB | CAI ZARAGOZA 84 -DKV JOVENTUT 87

El Joventut se desquita con el CAI Zaragoza

Los maños firman su séptima derrota consecutiva ante los de Badalona por 84-87

El DKV Joventut ha conseguido desquitarse de la derrota que sufrió en las semifinales de la Supercopa ante un CAI Zaragoza que sigue acumulando derrotas, la séptima consecutiva, y que por el momento se muestra incapaz de frenar su caída. Los badaloneses sufrieron más de lo esperado para no ver rota su buena racha ante un rival que dentro de una semana se jugará en Sevilla algo más que dos puntos. Los dos equipos comenzaron con imprecisiones en su juego que les llevaba a cometer numerosos errores tanto en defensa como en ataque y que hacía que los puntos subiesen excesivamente despacio al marcador.

A los zaragozanos les costó encontrar el aro rival y sobrevivían en esos primeros compases gracias a la aportación de su máximo anotador, el argentino Paolo Quinteros, mientras los badaloneses aseguraban más sus acciones y poco a poco abrían hueco en el marcador y conseguían acabar el cuarto con la máxima ventaja (17-23). El equipo zaragozano comenzó con más seguridad en ataque en el segundo cuarto y metió muy pronto a su rival en el bonus de tiros libres, lo que unido a su acierto desde esa línea con dieciocho puntos de veinte posibles le permitió darle la vuelta al marcador.

Con 36-33, los rojillos tuvieron en sus manos ampliar la diferencia pero la precipitación y varias pérdidas de balón lo impidieron. El equipo que dirige Alfonso "Sito" Alonso sobrevivía gracias a canastas muy fáciles por la espalda de los defensores locales y al bloqueo y continuidad que permitió a Hernández-Sonseca irse al descanso como máximo anotador de su equipo con doce puntos, seis de ellos machacando el aro. Las cosas no empezaron bien para los locales en el tercer cuarto que encajaron un parcial de 2-9 en los tres primeros minutos y que hicieron temer lo peor a sus seguidores, pero un triple de Taurean Green les devolvió la confianza

Un buen inicio del último cuarto por parte de los verdinegros (2-7) les permitió administrar los cinco puntos de ventaja que consiguieron con sabiduría ante un adversario que quería pero no podía darle la vuelta al marcador. Los zaragozanos pelearon y se entregaron hasta el límite de sus fuerzas y tuvieron en sus manos más de un balón para ponerse por delante pero fallaron y únicamente pudieron pelear por dejar un buen sabor de boca a sus aficionados a pesar de la derrota.

Jerome Moiso, del Joventut, controla el balón
Jerome Moiso, del Joventut, controla el balónEFE

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