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BALONMANO | CAMPEONATO DEL MUNDO

España busca la victoria fácil ante Kuwait

El cuadro nacional se estrena en el Mundial ante una selección menor

Desde que el balonmano es balonmano, Europa domina el panorama mundial de este deporte, con las honrosas y añoradas excepciones de Egipto, Corea y Túnez, por lo que el debut mañana de la selección española en el Mundial de Croacia (16.30 horas, Spaladium Arena de Split) frente a Kuwait será una excelente terapia antiestrés. Las distancias entre kuwaitíes y los profesionales españoles son siderales. En una cancha de balonmano, en partido a 60 minutos, es muy probable que España supere los 40 tantos y Kuwait no alcance la veintena. No habrá historia que contar, excepto que el equipo español se sacudirá el eterno problema del estreno en una gran competición.

Esa preocupación es, para la ocasión, especialmente delicada. La mitad del equipo español (ocho hombres) desplazado a Split, bajo las órdenes del aragonés Valero Rivera (55 años), hará su debut en un Mundial. Frente a otra selección del grupo B en Split (Suecia, Croacia o incluso Corea del Sur) la cuestión podría acabar en desastre para los intereses españoles. Kuwait será, en ese sentido, una balsa de aceite para empezar.

Rivera también tendrá un debut placentero, y lo necesita después de más de cuatro años alejado de los banquillos y desde su debut en un Mundial como seleccionador, en Suecia'93. En esa cita de 1993 Valero Rivera tenía 39 años y no dejó el Barça. El técnico maño regresa a estas lides cargado de ilusión y un bagaje excepcional: fue el gran creador del Dream Team barcelonista y el entrenador más laureado en el ámbito de clubes con más de 70 títulos (seis Copas de Europa y doce Ligas) después de 21 temporadas consecutivas.

Rivera, como entrenador de selección, necesita un reencuentro progresivo en este Mundial, y el calendario ha sido benévolo en ese sentido: primero Kuwait y el domingo Cuba, las dos selecciones más flojas del grupo. Split vibra ya con el torneo, la ciudad del renqueante Ivano Balic (dolores de espalda), el ídolo de la selección croata. El Spaladium Arena, un pabellón moderno para 12.000 espectadores, ha vendido todas sus entradas para los encuentros del equipo anfitrión, pero España no jugará frente a Croacia hasta el próximo miércoles. El equipo de Valero estará para entonces totalmente rodado.

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