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Fatídico lanzamiento

Singletary, en su mejor partido, falla la útlima canasta y el Caja Laboral pierde en Moscú

Lo tuvo Singletary en los últimos cuatro minutos. En realizad tuvo la oportunidad de firmar su mejor partido con el Caja Labora y la oportunidad de vencer en su cancha al CSKA, lo que tiene sin duda un componente moral y de autoestima para lo que queda. Y tuvo la oportunidad de dejar primero de grupo a su equipo que no es un asunto menor. Pero el balón chocó con el aro y no entró. Suele suceder, que a veces la fortuna castiga al mejor jugador en el peor de los momentos.

Lo malo es que el Caja Laboral había firmado una magnífica primera mitad que le antojaba como ganador virtual de un partido que dominaba con autoridad. Pero se desinfló y dejó ir creciendo a un CSKA que depende mucho de Siskauskas pero que tiene potencial para doblegar a los contrarios, sobre todo si flaquean, como el Caja Laboral, inexplicablemente.

CSKA MOSCÚ, 84; CAJA LABORAL, 83

CSKA Moscú: Siskauskas (21), Langdon (21), Kaun (6), Khryapa (17), Planinic (7) -quinteto inicial-; Holden (11), Sokolov (1), Kurvanov (-).

Caja Laboral: Ribas (14), Teletovic (21), San Emeterio (8), Splitter (16), Herrmann (-); -quinteto inicial-; Barac (4), English (2), Huertas (2), Singletary (16), Eliyahu (-).

Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Costas Mouzakis (GRE), Marko Juras (SRB). Eliminado San Emeterio por faltas personales.

Unos 4.000 espectadores en el Universal Sports Hall.

Lo tuvo Singletary como lo había tenido un acertadísimo en ataque Teletovic, pero demasiado sufrido en defensa. Digamos que intercambió canastas con Khryapa. Pero el CSKA no estaba dispuesto a dejar escapar este partido y con 30-39 en el marcador decidió asumir el mando del encuentro. Con el Caja Laboral atascado en ataque, Siskauskas -insuperable con 21 puntos- y Langdon se hicieron con las riendas acortando las diferencias hasta colocar al conjunto moscovita a un punto (38-39).

El nerviosismo hizo mella en el conjunto baskonista y Huertas falló, primero de tres y luego de dos. Pero Siskauskas no perdonó y con un triple puso al CSKA por delante en el marcador endosando a su rival un parcial de 11-0 (41-39).

Los triples volvieron a tomar protagonismo tras el descanso en un toma y daca entre moscovitas y vitorianos (tres para cada equipo), y con un número similar también de fallos, La igualdad se adueñó del partido hasta que llevó la jugada decisiva, que se produjo a cuatro segundos, y la canasta decisiva, que no se produjo. Singletary quizás se despidió de sus compañeros.

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