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SPORTING 0 - BARCELONA 1

Otro chaparrón de fútbol

El Barça resuelve un encuentro pasado por agua ante un Sporting correoso y honrado

Al Barcelona no hay quien le tosa. Ni siquiera cuando le toca montar el rondo en un campo pastoso y delante se encuentra un equipo tan honrado como el de Preciado, que hizo lo que pudo y fue bastante . El Sporting nunca bajó los brazos. Eso ya es mucho cuando el rival es tan desquiciante como ayer resultó el Barça, otra vez un equipo enorme, trabajado de cabo a rabo, que tuvo más paciencia en la construcción que en la definición.

Lo de Preciado tiene mérito porque su equipo es mejor como grupo que si se valora cara por cara. Valiente desde la idea hasta en los cambios en la segunda parte, buscó a Valdés cuando pudo, tratando de robar sobre la divisoria y salir zumbando. Pero no hizo daño porque nunca llegó. Y ése es el mérito de Guardiola, que ha logrado que sus jugadores no se cansen de jugar ni de ganar.

SPORTING 0 - FC BARCELONA 1

Sporting: Juan Pablo, Lora, Gregory, Botía, Canella, Rivera, Portilla (Matabuena m 70), Luis Morán, De las Cuevas (Barral m 52), Carmelo (Diego Castro m 57)y Bilic.

Barcelona: Valdés, Pujol, Piqué, Márquez, Abidal, Xavi, Busquets, Iniesta, Messi, Ibrahimovic y Pedro (Bojan m 90)

Goles: 0-1, m.30: Pedro.

Árbitro: Paradas Romero. Mostró tarjetas amarillas a Carmelo (m 10), Lora (m 48), Pedro (m 58), Portilla (m 61), Botía (m 71), Barral (m 75), Messi (m 80), Rivera (m 84) y Pujol (m 90)

Incidencias: Lleno en El Molinón, alrededor de 24.500 espectadores en un partido en el que se realizó una colecta para recaudar fondos para los damnificados por el terremoto de Haití.

El Barça compareció en El Molinón sin Alves, lesionado. El brasileño resultó decisivo hace una semana en Valladolid, cuando marcó un gol y participó en los otros dos, pero ayer no se le echó en falta. Le basto a Guardiola con poner a Puyol para que el equipo no se resintiera, por más que perdiera profundidad. El capitán, que atraviesa un momento de forma excepcional, está para lo que se le pida. A diferencia de Alves, que come de su plato un partido sí y otro también, Puyol jugó para el equipo, sin más estridencia que su legendaria cabellera. Y cuando pudo, llegó.

Guardiola se pasó la semana trabajando la salida con los centrales y terminó usando a Márquez y Piqué, pareja inédita en lo que va de año, pero todo una clásica el curso pasado. El mexicano, al fin, jugó un buen partido, rápido en el corte y atinado en la salida.

En la construcción, el equipo tuvo la pausa que le faltó al definir las muchas jugadas de ataque que empezó. Más que nunca, emergió Valdés como futbolista antes que portero porque intervino apenas un par de veces para blocar, pero supo marcar una y otra vez el punto de partida del ataque. Dispuesto a no depender de que Valdés le salvara los muebles otra vez, como ocurrió en las dos últimas salidas, contra el Tenerife y el Valladolid, antes de golear, el equipo se metió pronto en faena para evitar la presión del mediocampo del conjunto asturiano.

Preciado metió a Morán y De las Cuevas a jugar por dentro para tapar a Xavi e Iniesta, juntando mucho las líneas. Más fino el manchego que el catalán, por allí apareció Messi para echar un cable a Xavi en el tránsito al gol.

Exquisito, el Barça protagonizó el partido de principio a fin y siempre dejó la sensación de que era imposible que perdiera el duelo por mucho que le costara sentenciarlo con un segundo gol. El que a la postre le dio el triunfo lo marcó Pedro, que puso al equipo titular una sonrisa donde acostumbra a estar el lamento de Henry. El francés ha desperdiciado una oportunidad tras otra y Pedro, que puede no ser mediático, siempre da mucho más. Solidario, ofrece al equipo posición, trabajo, desborde y tiene la red entre ceja y ceja. Ayer se aprovechó de la picardía de Messi, que sacó muy rápido una falta sobre el centro del campo, y del talento de Iniesta, que le dio un pase profundo. El tinerfeño no perdonó y rajó el partido.

El Sporting no se dejó llevar ni en los momentos más peliagudos, pero no sorprendió nunca al Barça, cuyo único pecado fue no mantener el pulso tranquilo para acertar ante Juan Pablo. Incluso cuando Pedro lo tuvo chupado, tras un servicio de Xavi, o cuando Ibrahimovic hizo magia y se encontró a Lora sobre la misma línea.

La última vez que visitó El Molinón, en la tercera jornada del curso pasado, el Barcelona llevaba un punto y Guardiola, todavía un pipiolo en el banquillo, necesitaba el triunfo para evitar la zona de descenso. Ayer, convertido en un equipo intratable, el campeón de todo mantuvo su imbatibilidad en esta Liga y, por séptimo partido consecutivo, su portería a cero. Esta vez, bajo un chaparrón de los buenos y un último arreón del Sporting. Pero da igual: el Barça gana siempre.

El Barcelona celebra el gol de Pedro ante el Sporting
El Barcelona celebra el gol de Pedro ante el SportingREUTERS

"Hemos estado impecables"

Pep Guardiola, el técnico azulgrana, era la viva imagen de la felicidad tras el encuentro en El Molinón. Estaba encantado del juego colectivo del Barça, que sometió al Sporting. Pero, tan realista como puntilloso, puso un reproche: la falta de definición en el área contraria.

"La salida del balón, la actitud, el juego... Todo ha sido excelente. Hemos estado impecables", se arrancó el entrenador azulgrana; "hemos jugado a un gran nivel futbolístico". Así lo entendió Iniesta: "Hemos tenido oportunidades y posesión. Un partido completo". Pero Márquez recordó: "Lo suyo nos ha costado". Guardiola lo explicó: "Se ha generado mucho juego, pero no se han tomado las decisiones correctas en el área contraria porque no hemos definido. Nos ha faltado una pequeña dosis de ambición para cerrar el partido".

El duelo se decidió en una jugada polémica porque Messi sacó la pelota rápido y para algunos fuera de lugar. "Puede ser que Messi no sacara donde debía", reconoció Guardiola. "Habrá que verlo en la televisión", respondió Manolo Preciado, el técnico del Sporting.

Tras eso, el Barça atacó y atacó, pero no marcó, para lamento de su entrenador. "No es problema de Ibra", sostuvo Guardiola, "pero quiero que esté obsesionado con el gol. Me encanta. Aunque si no marca no sólo es responsabilidad suya". Busquets añadió: "Quizá esté un poco obsesionado, pero no es un problema para el equipo. Lo importante es su trabajo, los huecos que crea, los remates...". E Iniesta puntualizó: "No creo que esté ansioso. En cualquier momento puede hacer goles".

Alegre por la victoria -"le doy mucho valor", dijo-, Guardiola destacó a Márquez. "Ha sido el de los últimos años", soltó. Y alabó a Puyol: "Es único e irrepetible. Sin él no estaríamos donde estamos. Ha solucionado problemas de todo dios. Es el que más rendimiento ha dado del equipo". Todo fue perfecto menos el remate.

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