El Barça logra la proeza en Kiel
Los azulgrana ganan por primera vez en la pista alemana y optan a entrar en octavos como líderes de su grupo
Tras seis derrotas consecutivas en la Sparkassen Arena, el FC Barcelona consiguió hoy su primera victoria ante el Kiel a domicilio: 30-32. No era una tarea fácil. Los alemanes no habían perdido ni un solo partido en casa en lo que llevan de año y sólo habían cedido tres empates: dos en la Bundesliga y otro en la Copa de Europa. Sin embargo, habían ganado con claridad en su visita al Palau Blaugrana. Y, como consecuencia de todo ello, el grupo de Xavi Pascual afrontaba el partido con cierto temor.
Tal vez esta circunstancia les ayudó a encontrar una motivación suplementaria y mantener la concentración hasta el último minuto de juego. Éste era un elemento fundamental en la aspiración del Barça de saltar una nueva barrera. Y lo aplicó con una meticulosidad poco común. A pesar de que el Kiel inició el partido dominando por 2-0 en el marcador. El Barça nunca tuvo la sensación de pánico escénico que suele provocar la presencia de más de 10.000 espectadores chillando como locos. Los azulgrana siguieron jugando tranquilos, sin prisas, muy conscientes de sus propias capacidades. Defendieron en 6-0 y en 5-1 de una forma tan agresiva que salieron muchas veces hasta los 12 metros para evitar que Jicha, Andersson y Palmarsson encontraran buenas posiciones de tiro.
THW KIEL, 30; BARCELONA, 32
THW Kiel. Omeyer (Gentzel), Andersson (1), Lunstrom (1), Anic (1), Ahlm (2), Sprenger (4), Reichmann, Zeitz, Palmarsson (7), Ilic (2), Klein (2), Jicha (10, 4 de p.), Lund, Wessing. Exclusiones de Zeisz y Jicha.
Barcelona. Saric (Barrufet), Juanín (4), Tomás, Garabaya, Sarmiento (3), Romero (4), Nagy (1), Jernemyr, Rutenka (6), Boldsen (1), Hanssen (3), Rocas (2), Oneto (2) e Igropulo (6, 2 de penalti). Exclusiones de Jernemyr, Nagy, Igropulo y Garabaya.
Marcador cada cinco minutos: 3-2, 4-6, 6-7, 7-10, 10-14, 15-17 (descanso). 17-19, 21-22, 24-23, 26-27, 26-30 y 30-32.
Árbitros: 10.500 espectadores en la Sparkassen Arena. El Barça entrará en octavos de final de la Liga de Campeones como primero de grupo.
La buena y dura defensa del Barça permitió a Saric realizar uno de sus mejores partidos bajo los palos. El portero bosnio realizó 16 paradas y algunas de ellas en momentos cruciales del partido. Su aportación fue determinante, porque impidió a los alemanes irse en el marcador cuando la euforia por haber remontado cuatro goles de desventaja (de 11-15 a 20-19 y más tarde de 26-30 a 30-31) podía lanzarles hacia una victoria épica.
Sin embargo, la victoria del Barça no sólo se fundamentó en su solidez defensiva y en su portero. El ataque mantuvo un altísimo tono competitivo y cada jugador que pisó la pista convirtió cada minuto en una cruzada. Desde Rutenka a Igropulo, desde Sarmiento a Iker Romero -fue resolutivo y jugó para el equipo, tras una larga ausencia-, desde Juanín y Tomás a Rocas, y desde Oneto a Garabaya, todos fueron una piña Por eso ganaron. Y por eso ahora lideran su grupo y tienen mucha opciones de entrar en el sorteo de los octavos de final como primeros de su grupo, el D, y tener la opción de enfrentarse a un equipo menos fuerte y de jugar el segundo partido en casa.
