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JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO

El millonario sólo es plata en su tierra

Begg-Smith, el australiano de Vancouver, pierde en los baches del esquí ante Bilodeau, primer oro de Canadá en los tres Juegos que ha organizado

El millonario no fue profeta en su tierra. Sólo plata. El australiano Dale Begg-Smith, campeón olímpico de baches en Turín 2006, no repitió el triunfo en su ciudad natal, Vancouver. Le ganó la prueba de potencia del esquí estilo libre otro canadiense francófono, de la otra punta de la nación, Montreal. Alexandre Bilodeau hizo una historia que casi parece increible para un país de su potencial.

El joven de 22 años logró la primera medalla de oro de Canadá en los tres Juegos Olímpicos que lleva organizados. No había conseguido ninguna en los de Verano de Montreal 76, donde sólo sumó cinco de plata y seis de bronce. Fue el principio de la maldición que persiguió a la ciudad largos años por las deudas contraidas al excederse en los gastos de infraestructuras. Esa sombra se ha repetido con todas las candidaturas canadienses a los Juegos y Vancouver vuelve a sufrirla con las protestas y hasta violencia en las calles. La cercanía de Seattle, estar en plena zona de resistencia antiglobalización, es un riesgo añadido.

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Pero más grave aún para el deporte de Canadá fue la pobre cosecha de los primeros Juegos de Invierno organizados en Calgary 88. Sólo dos medallas de plata y tres de bronce. Aún faltarían 22 años para romper los maleficios. Bilodeau nació unos meses antes, en septiembre de 1987. Begg-Smith había cumplido tres años en enero de 1988, poco antes de aquellos Juegos. Calgary, en la vecina provincia de Alberta, le quedaba más cerca y un año después empezó con el esquí. La modalidad libre no entró oficialmente en los Juegos hasta cuatro años después, en Albertville 92 y ambos tuvieron pronto el ídolo a imitar en su compatriota Jean-Luc Brassard, campeón en la siguiente edición de Lillehammer 94.

Pero siguieron caminos distintos. Bilodeau sólo ha emigrado para el circuito mundial de competiciones. Es un joven familiar, con un cariño especial hacia su hermano mayor, enfermo de parálisis cerebral. Ayer estaba en las gradas celebrando la gloria de Alexandre, aunque mantiene una lucha heroica contra la silla de ruedas. Pero estímulos tan especiales como el camino hacia el oro de su hermano le empujaron aún más a dejarla.

Begg-Smith, en cambio, es un hombre misterioso. A los 15 años, cuando ya coqueteaba con los ordenadores, no admitió las advertencias del equipo nacional para que no se distrajera y se fue a Australia, donde se nacionalizó. Tiene una empresa por internet y se ha hecho millonario. Pero no quiere dar ni un solo dato. Hace deporte por placer y huye cuando le quieren hacer preguntas. Ya lo hizo en Turín. Es casi de hielo.

Ayer, perdió casi ya el oro en la primera manga al fallar en el segundo salto del recorrido. Sólo fue cuarto. Su enorme calidad le permitió superar en la segunda a uno de los estadounidenses, Byron Wilson, cuando los otros dos, incluído el campeón del mundo, Patrick Deneen, ya se habían descartado con fuertes caídas. El francés Guilbert Colas, el mejor en la primera bajada, también cometió errores en los dos saltos finales y se fue al sexto puesto. Pero Bilodeau, segundo en el primer recorrido, siguió firme. Begg-Smith sólo mostró que es de carne y hueso cuando alzó los brazos contento por su segundo recorrido. Luego, sentado en el sofá habitual de los tres primeros clasificados a la espera de los resultados, ni se inmutó. Como si lo viera por internet.

La mejor patinadora de fondo es checa

En la final femenina de 3.000 de patinaje de velocidad, la checa Martina Sablikova empezó a confirmar lo que ya tenía acreditado, que es la mejor fondista sobre hielo. Se cumplió el guión previsto por los resultados de la temporada y la forma de las participantes. La alemana Stephanie Beckert incluso le ganó la plata en la misma pista a la canadiense Kristine Groves, porque les correspondió patinar juntas. Sablikova sólo esperaba que nadie superara su tiempo. En la distancia más larga femenina, los 5.000 metros, parece que aún estará más tranquila, pues su jerarquía es mayor tras haber ganado los campeonatos del mundo de 2007, 2008 y 2009.

Alexandre Bilodeau durante su ejercicio de esquí estilo libre
Alexandre Bilodeau durante su ejercicio de esquí estilo libreREUTERS

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