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Sin agobio, sin sosiego

El Bizkaia BB certifica la clasificación con una victoria de trámite ante el Brose

Ni agobio ni sosiego. Con calma pero sin descuidos el Bizkaia BB fue fraguando su victoria ante el Brose alemán y saliendo de la amargura de la Copa del Rey en la misma medida que la realidad distrajo la adrenalina frente al Caja Laboral. Poquito a poco, sin sentirse ganador hasta el último cuarto, sufriendo incluso con el estropicio que le causaba Brown bajo la canasta y el que le originaba Roberts desde el exterior. La tensión no era una nota dominante en el partido. Ni de los unos ni de los otros. El Bizkaia porque se siente clasificado y el Brose porque se siente eliminado. Poca música ambiental.

Quizás por eso el partido tardó en romperse y mantuvo una igualdad inesperada. El Brose tiene buenos jugadores pero un correcto equipo. Cosas que pasan. No siempre la suma de talentos provocan un resultado favorable. Brown, un chicarrón negro, cinta en la frente y músculos poderosos no fue el que más encestó pero sí el que más intimidó. A veces el más importante no es el que mete más canastas sino el que mete las que más duelen. Y la de Brown eran todas dolorosas: la sencillez de dos pasos atrás de espaldas, un giro y dale que te pego, al aro. Daba igual quien le marcara, a todos les pintaba la cara para desagrado del técnico Katsikaris que se hartaba de chillar con escaso resultado.

Bizkaia BB, 76; Brose Baskets, 66

Bizkaia BB (21+17+14+24): Javi Rodríguez (4), Blums (3), Warren (7), Hervelle (6) y Moiso (14) -cinco inicial-; Salgado (-), Mumbrú (11), Banic (9), Markota (9), Seibutis (10), Vázquez (3) y Hampl (-). Entrenador Fotis Katsikaris (GRE).

Brose (18+17+13+18): Goldsberry (5), Gavel (-), Jacobsen (12), Suput (5) y Pleiss (4) -cinco inicial-; Brian Roberts (18), Elton Brown (13), Tadda (-), Garret (5) y Worthington (4). Entrenador: Chris Fleming (USA).

Árbitros: Andrej Lovsyn (ESL), Sergiy Zashchuck (UKR) y Rustu Nuran (TUR). Sin eliminados.

Un total de 4.968 espectadores en el Bizkaia Arena.

Lo bueno para el Bizkaia es que su productividad en la otra canasta era superior y aunque con distancias cortas le permitía mirar al futuro con opotimismo, es decir, con tranquilidad, aunque el Brose le llegara adelantar por momentos en el marcador y le perdiera el respeto. Moiso de pronto se reveló como el anotado que se esperaba y nunca aparecía y acabó siendo el principal canasteador del equipo. Y así fueron cayendo los minutos y las canastas en espera del rompimiento total. Fue en el último cuarto cuando el Bizkaia se quitó los diablos del cuerpo y decidió que aquello estaba acabado. Nadie despuntaba con exceso pero entre todos fueron martilleando al Brose hasta conseguir la cuarta victoria de la Liga Europa y por tanto la clasificación para cuartos de final, en espera de dilucidar el primer puesto del grupo. Los dos pálpitos siguen funcionando a la perfección. La Copa fue la adrenalina malgastada, la Eurocopa, el subidón y la ACB es la temperatura normal. Ayer no hizo falta cambiar los biorritmos para superar a un rival más decoroso que efectivo y seguir soñando con la final de Vitoria, de una competición europea por segundo año consecutivo. No es moco de pavo.

Javi Rodriguez (derecha) intenta eludir el marcaje de Roberts.
Javi Rodriguez (derecha) intenta eludir el marcaje de Roberts.EFE

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