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Ramalho estrena el Athletic siglo XXI

El debut del joven defensa, primer negro rojiblanco, la única nota positiva ante Paraguay

Quizás la noticia del Athletic-Paraguay, en favor del fútbol base vizcaíno fue Jonás Ramalho. Un vasco, vizcaíno, joven (16 años), hijo de angoleño y vizcaína, criado desde los 10 años en Lezama, un puro ejemplo de cantera, en el día del fútbol base. Y negro. 108 años después de su fundación, las condiciones sociológicas de Euskadi convirtieron el debut hasta ahora extraño de un futbolista negro con la camisola rojiblanca.

Ramalho sustituyó a otro joven, blanco, Galán, lesionado en una acción fortuita en el minuto 22. El público le recibió con aplausos que se diluían en el ambiente festivo que proporcionaban los miles de seguidores paraguayos y los muchos miles más de niños del Athletic que poblaban las tribunas de San Mamés. Probablemente, Caparrós tenía previsto hacerle debutar en un partido que ya daba por perdido vista la convocatoria y que se antojaba un entrenamiento con público. San Mamés aplaudió y siguió de fiesta a pesar de que los goles iban cayendo en la portería de Armando para algarabía de la afición albirroja y mutismo de la rojiblanca.

ATHLETIC, 1; PARAGUAY, 3

Athletic: Armando; Ustaritz, Santamaría, Borda (Xabi Etxebaria, m. 83), Galán (Ramalho, m. 22); David López (Aketxe, m. 82), Muñoz, Iturraspe, Yeste (Iñigo Pérez, m. 45); Joseba Etxeberria (De Marcos, m. 35) y Díaz de Cerio.

Paraguay: Villar (Barreto, m. 74); Verón, Da Silva, Alcaraz (Caniza, m. 63), Morel (Rojas, m. 71); Víctor Cáceres; Riveros (Ortigoza, m. 60), Aquino; Santa Cruz (Samudio, m. 64), Cardozo (Javier González, m. 60) y Haedo (Gamarra, m. 32).

Goles: 0-1. M. 11: Cardozo. 0-2. M. 20: Santa Cruz. 0-3. M. 40: Cardozo. 1-3. M. 80: Díaz de Cerio.

Árbitro: Gardeazabal Gómez.

Unos 25.000 espectadores en San Mamés, entre ellos cerca de 5.000 paraguayos.

El público le recibió con aplausos que se diluían en el ambiente festivo
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Cuestión de respeto

Allí andaba Ramalho, en el lateral derecho, exhibiendo sus nervios en dos detalles que le acompañaron todo el partido: retocarse las medias cuando no había jugada por delante y mirar permanentemente al banquillo para recibir aprobaciones o indicaciones de Caparrós que le animaba al desparpajo, a la profundidad, a la actividad.

No era fácil el papel del muchacho, aunque la sociología ciudadana le ha permitido lo que las condiciones futbolisticas de la época le impidieron a Miguel Jones en los años 60 cuando la filosofía del Athletic era más un catón que un tratado de geografía humana.

Su debut, aunque no fuera en partido oficial (San Mamés obliga), despertó al público deportivo (los chicos venían invitados por las 10.000 entradas que compraron las instituciones públicas para repartir en los centros escolares) y el muchacho dejó la lógica desorientación de los instantes iniciales, una sensación de potencia en carrera larga y, sobre todo, un magnífico golpeo del balón con ambas piernas. La pega seca, tocada. No golpea, envía.

Poco más pudo exhibir en un debú que tuvo como mayor virtud recuperar la normalidad, que ya está en la calle, pero que mantenía algunas incógnitas sobre el grado de fundamentalismo catedralicio. El Athletic demostró a los más reticentes con el debut de Ramalho que es un club normal, que su filosofía es tan intrínseca que nada tiene que ver con asuntos racistas, ni nacionalista, sino una manera de ver el fútbol, una mirada particular que tiene que ver más con la autoestima, y que está enraizada con la realidad social del país.

Deportivamente, pocas cosas más dejó un duelo tan desigual que cabe preguntarse si merecía la pena, pese a la buena voluntad del objetivo perseguido, esta programación apresurada. Enfrentar un combinado de suplentes y cachorros a una selección mundialista borra automáticamente el interés futbolístico de un encuentro que no sirvió a ninguno de los dos equipos. Ganó Paraguay sin correr ni un kilómetro más de lo necesario, marcando poquito a poco, ahora Cardozo, ahora Santa Cruz, ahora Cardozo y sin que su seleccionador, el argentino Martino, pudiera extraer demasiadas conclusiones de un planteal que quizás esperaba ser más exigido. Fue un paseo. Paraguay sí entrenó, incluidos lunes y martes.

Ramalho en un momento del partido.
Ramalho en un momento del partido.TXETXU BERRUEZO

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