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"Siempre vamos a estar ahí"

Miles de seguidores de la Real festejan con los jugadores el regreso a Primera

Siete años después, la afición de la Real Sociedad tiene de nuevo motivos para sonreír. Desde aquel subcampeonato de la temporada 2002-2003, último gran logro del equipo, ha habido muchas transformaciones y, casi todas, negativas. La inestabilidad institucional y los cambios en el banquillo han lastrado a un histórico de la liga española que vuelve tras tres años de penurias a la máxima categoria.

Ayer fue un día de fiesta en San Sebastián. Rara era la conversación que no tratara sobre los héroes del ascenso, raro era el balcón en el que no ondeara una bandera txuriurdin, raro era aquel que no llevara la camiseta del equipo de la ciudad. No es para menos, otra vez volverán a codearse con los mejores futbolistas del mundo.

San Sebastián amaneció de blanco y azul. Las tiendas oficiales del equipo colgaban los carteles de "Existencias Agotadas" y los bares de la parte vieja y de los alrededores de Anoeta abrían sus puertas tras una noche de mucho trabajo. "No habíamos visto nada así en la vida", afirman satisfechos los camareros del bar La Venta de Curro. "La gente estaba desatada. ¡Dejaron las neveras vacías!", añaden el la cafetería Sport. La noche del domingo fue muy larga.

Por la tarde, las familias asistían orgullosas a la celebración organizada en el Ayuntamiento de San Sebastián. Los más pequeños disfrutaban, engalanados para la ocasión, del primer éxito deportivo de sus vidas y los más mayores, acostumbrados a ver al equipo en cotas más altas, respiraban aliviados. "Otra vez estamos donde nos merecemos", comentaba exultante un padre acompañado por su hija. "Estos chicos me han devuelto la ilusión", añadía mientras botaba con las miles de personas que coreaban las canciones de rigor en toda celebración.

El camino para la consecución de este éxito ha sido tortuoso. Después de dos años de cambios en el equipo, la Real comenzó la temporada dubitativa, casi acomplejada; pero la irrupción de jóvenes como Griezmann o Zurutuza, más la consagración de Xabi Prieto como baluarte, ayudó a conseguir una ventaja que, pese al cansancio final, resultó insalvable para los demás equipos. No obstante, sorprende que, pese a la notable superioridad, no todos estuvieran convencidos del éxito. "Va acorde a la personalidad guipuzcoana. No confiamos en nuestras posibilidades hasta que lo tenemos al alcance de la mano", afirma un socio realista, que reconoce que no pudo contener las lágrimas al acabar el partido contra el Celta. "Fue un momento con una carga emotiva enorme".

El destino presenta a veces segundas oportunidades, en muchas ocasiones de forma irónica. Parte de las opciones de aquel subcampeonato de hace siete años se fueron en Vigo y muchos aficionados tenían una espina clavada. Ayer se la sacaron. "Me encanta haber ganado y contra el Celta, significa más de lo que se puede imaginar", comenta un joven que lleva la cara completamente pintada.

Cuando algo va bien, todos los demás detalles pasan a un segundo plano. Llovía ayer sobre San Sebastián, hacía frío. Pero ni las inclemencias del clima, ni siquiera la crisis económica podían dejar en casa a los aficionados, que han respondido siempre que se les ha necesitado. "Dicen que animamos poco, que no gritamos, pero siempre hemos estado ahí, nunca hemos fallado al equipo", comenta orgulloso un adolescente. Los jugadores, subidos al balcón del Ayuntamiento, así lo reconocían. "Sin vosotros no habría sido posible", afirmaron uno por uno.

Si algo ha mantenido al equipo en todos estos años y le ha permitido soportar un proceso concursal ha sido la masa social, fundamental para mantener a un club en la élite. Irune Muguruza, secretaria de la federación de peñas de la Real Sociedad, lo sabe. "Lo del fin de semana pasado (por el partido contra el Cádiz) y lo de éste ha sido impresionante. Nadie puede imaginar la cantidad de gente de toda España que nos hemos reunido". La afición ha acompañado siempre al equipo y eso se nota. Los peñas cada vez son más numerosas y viajan más. "El domingo estábamos casi agobiados, todo el mundo quería ser de la Real Sociedad".

A tenor de lo vivido ayer en San Sebastián, da la impresión de que se ha establecido un nexo difícil de romper entre la afición y el equipo, que sabe que una victoria como ésta hay que refrendarla el año que viene, en la máxima categoría y ante los mejores conjuntos. "Será difícil", afirma un aficionado algo alejado de la algarabía de la plaza del Ayuntamiento. Sin embargo, algo está claro: "Siempre vamos a estar ahí".

Los aficionados celebran alrededor del autobús del los jugadores el ascenso.
Los aficionados celebran alrededor del autobús del los jugadores el ascenso.JAVIER HERNÁNDEZ

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