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Un centrocampista de 12 goles al año

Hamsik ha conquistado al 'calcio' pero no despunta con Eslovaquia

Cuando José Mourinho lo vio por primera vez, dijo: "Este es un jugador para el Inter". El presidente Massimo Moratti hizo lo posible por satisfacer la petición del portugués pero desde el Nápoles se exigieron 26 millones. Demasiados para un chico de 22 años. El chico tiene ahora 23, y se llama Marek Hamsik. Es el medio creativo de Eslovaquia y del Nápoles. En el club italiano, ha jugado esta temporada 37 partidos y ha marcado 12 goles. Se le esperaba como una de las posibles revelaciones del Mundial. Pero de momento, ha destacado solo por sus extravagantes peinados, algo a lo que están acostumbrados en el calcio. Hamsik se ha integrado tan bien en Nápoles que hasta tiene un peluquero de confianza en el barrio de Pozzuoli, el señor Rino Riccio. Hoy, en el Ellis Park, sin embargo, no estará.

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"Este año le he visto bajar un poco de forma y de rendimiento. En el Mundial está haciendo poquito pero porque juega en una selección muy poco competitiva. Está solo y en ese tipo de contexto no se le puede valorar", cuenta Gianni de Biasi, su primer técnico cuando llegó en Italia. Máxime si se tiene en cuenta la tensión con la que está trabajando la selección entrenada por Weiss. El pasado domingo, se marchó de la sala de prensa amenazando a un periodista. "Te voy a dar un puñetazo en toda la cara", le espetó.

Hamsik, fijo en todas las selecciones inferiores de Eslovaquia, llegó al calcio con 17 años. Recaló en el Brescia. En principio para jugar en el filial. "Después de ver los tres primeros partidos, De Biasi vino y me dijo 'Creo que ya es suficiente, ¿no?'. Este chico es un fenómeno, tiene que subir. No es fuerte físicamente pero se mueve muy bien sin balón y encuentra los espacios con gran facilidad", explica Maurizio Micheli, el ojeador que descubrió a Hamsik. Micheli, por aquel entonces trabajaba para el Brescia. En 2007 el presidente del Nápoles le encargó la dirección del departamento de ojeadores del club. "Uno que ha descubierto a un medio como Hamsik tiene que trabajar para nosotros", dijo. Y fichó a los dos. Le costó cinco millones y medio.

"Lo vi por primera vez en un partido de clasificación para el mundial Sub 17. Eslovaquia se enfrentaba a las Islas Faroe. El partido era discreto, pero vi a un jugador especial. Era Marek. Me llamó la atención la naturalidad con la que jugaba, con la que se movía y con la que llegaba a puerta. Buscaba los espacios con una facilidad tremenda", cuenta Micheli, quien pocos días después se reunió con el jugador y la familia. Hamsek es hijo de deportistas. El padre, Richard, fue futbolista; y la madre, como la hermana de Hamsik, jugadora de balonmano.

"Me sorprendió su intuición para la fase ofensiva y la defensiva. Es un centrocampista completo, sabe leer muy bien dónde terminará la jugada. Se abre hueco con mucha facilidad. Con 17 años, cuando llegó, ya le gustaba pedir la pelota, mantener la posesión... en ese sentido es un jugador más español que italiano. Tuvimos que trabajar solo en la parte física", recuerda De Biasi. "Ahora solo espero que no elimine a Italia...".

Hamsik, en el centro, escucha las instrucciones del entrenador durante un entrenamiento de su selección.
Hamsik, en el centro, escucha las instrucciones del entrenador durante un entrenamiento de su selección.AFP

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