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La redención de Cardozo

El delantero se reconcilia con la afición de Paraguay tras marcar el penalti decisivo en los octavos ante Japón

Caminando, ni siquiera al trote. Cardozo recorre parsimoniosamente los 50 metros que separan el centro del campo y el punto de penalti del Loftus Verfsfeld Stadium, como si aquello no fuera con él. Es el encargado de lanzar el quinto penalti de Paraguay ante Japón, en los octavos del Mundial de Sudáfrica. Los jugadores nipones esperan la resolución de rodillas. Mientras, Cardozo continúa andando. La estrella del Benfica es consciente de que nunca ha rendido con su selección al nivel que ha mostrado en su club, pero no lo refleja en su rostro. Comienza la carrerilla, solo ligeramente más rápida que su paseo de antes. El arquero japonés, Kawashima, no aguanta la presión y se vence a su izquierda. Cardozo empuja la pelota al otro lado. Paraguay, por primera vez en su historia, alcanza los cuartos de final. Y el país al completo se reconcilió, por fin, con Cardozo (Juan Eulogio Estigarribia; 1983). Hoy, es la amenaza de España.

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Su relación con el combinado nacional nunca fue sencilla. "Cardozo es un jugador que tiene en la selección una realidad diferente a la del Benfica. Aun así, cuando terminó la prórroga vino a hablar conmigo y me pidió no solo tirar, sino que fuera el quinto penalti.", explica el Tata Martino, entrenador paraguayo. "Cuando un futbolista hace eso y además lanza como él lo hizo, lo único que puedes hacer es quitarte el sombrero", concluye. Óscar Cardozo, Tacuara, ha sido este año el máximo goleador de la Liga portuguesa (26 tantos) y de la Liga Europa (9). Sin embargo, en la clasificación de su país para Sudáfrica únicamente encontró la portería dos veces durante los 12 partidos que disputó.

Cardozo debutó como profesional en el 2003, en las filas del 3 de febrero paraguayo con 20 años. No ha sido un futbolista especialmente precoz, pero desde entonces su carrera ha ascendido continuamente. En 2005, firmó por otro equipo de su país, el Club Nacional. Al año siguiente, continuó su progresión y recaló en el Newell's argentino. Sus números volvieron a ser excelentes, sumando 21 goles en 33 encuentros. El próximo paso era Europa.

La puja más fuerte fue la del Benfica, que pagó 11 millones de euros a Newell's. Era el segundo fichaje más caro de la historia del equipo portugués, solo superado por los 13 millones que desembolsaron por Simâo en 2001. Rindió desde el principio y su registro goleador no deja lugar a dudas: 65 dianas en 84 partidos. Con la selección todo ha sido distinto. Su primera internacionalidad llegó en 2007 y al año siguiente la prensa de su país ya le ponía en el punto de mira. "Si bien la selección está cumpliendo una campaña envidiable, (...) no todos los albirrojos forman parte del romance existente entre la afición y el plantel", señalaba un rotativo del país, en mención a Cardozo. "No imaginé que iba a ser tan difícil la selección", reconocía él mismo.

Su impecable trayectoria en Europa ha propiciado la presencia de Cardozo en la selección. Sin embargo, no le ha asegurado minutos de juego. A la sombra de Cabañas durante la fase clasificatoria y de Lucas Barrios durante el Mundial, solo había disputado 114 minutos en Sudáfrica hasta el momento de la pena máxima contra Japón. Pero no tembló. "Fue como tirar un penal en mi barrio", aclaró al terminar. Y apostilló: "Es una revancha que me da el fútbol. Sé que la gente en Paraguay no me quiere tanto. Espero que este gol sirva para que me quiera un poco más".

La selección paraguaya celebra el gol de Cardozo, que les clasifica para cuartos.
La selección paraguaya celebra el gol de Cardozo, que les clasifica para cuartos.AFP

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