_
_
_
_
_

España rompe a Lituania

Los de Sergio Scariolo perfilan su juego de cara al Mundial

Dominadora y acertada, España pasó por encima de una Lituania muy dependiente de su juego exterior que apenas podía seguir el ritmo desaforado que marcaban Navarro y Gasol. Ya había avisado Scariolo de sus intenciones de dar un paso adelante en intensidad física y defensiva. Tanto fue así que los de Kestutis Kemzura se vieron sobrepasados en buena parte del encuentro, disputado en el Buesa Arena de Vitoria ante una afición muy entregada que prácticamente llenó el estadio.

La selección dejó ver, en su tercer partido premundialista, un perfil marcado por la intensidad defensiva y la rapidez en el contraataque de cara a la cita de Turquía. Una enérgica Lituania abrió fuego en el marcador y logró sacar una modesta ventaja de cuatro puntos que se deshizo para no volver cuando Calderón y Navarro unieron fuerzas. Mediado el primer cuarto, España intensificó su estrategia defensiva a base de voraces robos de balón y temibles contraataques que le otorgaron el mando absoluto del encuentro que se tradujo en ventajas de hasta 14 puntos.

El acierto de Navarro desde los 6,25 abrió una sima entre los de Scariolo y los lituanos. Descolocados, los de Kestutis Kemzura sólo podían apoyarse en un Jasaitis certero desde la línea exterior. El primer cuarto terminó 30-16 con un fabuloso triple de Rubio. Scariolo, que dejó lucirse a casi todos, vio cómo un resbalón dejaba a Vázquez fuera de juego por lesión. Voluntarioso, San Emeterio -el jugador del Caja Laboral fue uno de los más aplaudidos por estar en casa- no estuvo acertado en el tiro. Con un Kleiza menos brillante de lo habitual, los lituanos no encontraban la medida a una frenética España.

Tras el descanso, Lituania reaccionó levemente moviendo rápido el balón, lo que ocasionó problemas en el muro defensivo de Scariolo. España volvió a correr y ganó en calidad ofensiva. Su dominio era ya inquebrantable, con ventajas máximas de 25 puntos. Peligrosos sólo a ratos, los de Kemzura aprovechaban, sobre todo a Maciulis y a un resucitado Kleiza, para anotar.

Marc Gasol, dominador del rebote, fue uno de los jugadores mejor valorados del partido junto a Navarro. Los compases finales del encuentro (97-76) fueron un paseo que hizo perder los nervios a algunos lituanos en algunas jugadas, como el pisotón de Kleiza a Suárez.

Ricky Rubio penetra a canasta ante la oposición de dos rivales.
Ricky Rubio penetra a canasta ante la oposición de dos rivales.AFP

Marcha contra la "imposición" de la selección

Hora y media antes del partido que suponía la vuelta a Euskadi de la selección española tras 22 años de ausencia, unas 2.000 personas se han manifestado por las calles de Vitoria para "reivindicar el derecho de Euskadi a tener selecciones propias". La marcha recorrió las calles de la ciudad, que estos días celebra sus fiestas patronales, sin causar incidentes bajo el lema Contra la imposición, nosotros la nuestra. Euskal Herria una nación, una selección. En la marcha convocada por Esait, una plataforma que promueve la oficialidad de las selecciones vascas, se pudieron ver multitud de ikurriñas y también un puñado de pancartas que reclamaban el acercamiento de los presos etarras a Euskadi y la independencia. "No estamos en contra de que juegue España, pero creemos justa nuestra reivindicación de tener selecciones propias", subrayó el portavoz del colectivo, Martxel Toledo. Al final del recorrido, la presidenta de Esait, Itziar Arratibel, leyó un manifiesto en el que recalcó que la movilización "no es contra nada ni nadie". Entre los manifestantes se encontraban dirigentes de la izquierda abertzale ilegalizada, como Aitor Bezares o Amparo Lasheras, y de EA, como Antxon Belakortu, el concejal de esta formación en el Ayuntamiento de Vitoria. La marcha también estaba respaldada por Aralar y por sindicatos nacionalistas como ELA o LAB. El PNV no la secundó. Mientras tanto, las inmediaciones del Buesa Arena se llenaban de aficionados ansiosos por ver al combinado de Sergio Scariolo. Algunos de ellos protagonizaron estampas casi olvidadas fuera y dentro del estadio al portar banderas y bufandas españolas. Ikurriñas, enseñas catalanas, españolas (con toro incluido) y asturianas se mezclaban en las gradas con naturalidad. Poco antes de empezar el encuentro se produjo otra escena inédita: tras el lituano, el himno español sonó por la selección por primera vez desde 1988 ante las banderas de ambos países y la vasca. El acto protocolario fue recibido con algunos pitidos y saludado con sonoros aplausos por la mayoría.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_