'El Jefecito' pide paso

Anoche, cuando Manel Vich cantaba la alineación del Barça contra el Copenhaghe, los hinchas del Camp Nou se miraron unos a otros con perplejidad. Más allá de la ausencia de Valdés en la portería y la figura de Xavi postrada en el banquillo, el centro del campo que planteó Guardiola frente al conjunto nórdico acaparó todas las miradas, tanto por la presencia de Mascherano en el eje como por la reubicación de Busquets y Maxwell como volantes.

Sin embargo, los tres superaron el examen. El argentino completó su mejor encuentro con la camiseta azulgrana, mientras que el canterano y el brasileño, que abandonó el flanco izquierdo y se desenvolvió en una posición más adelantada que en otros encuentros, mantuvieron su habitual disciplina en la medular.

Pese al escepticismo inicial, Busquets y Mascherano mezclaron con acierto. El Jefecito se mostró mucho más entonado que en otras citas, menos vehemente en el juego defensivo (no por ello menos efectivo: 13 balones recuperados) y más participativo en la faceta ofensiva, aspecto pendiente en sus primeros ensayos como azulgrana.

"Es un muy buen jugador que nos dará muchísimo", ha señalado Busquets en una rueda de prensa en la que además ha asegurado que no existen problemas de compenetración con el 14 sobre el césped. "Es un placer jugar a su lado. Es un grandísimo jugador al que le falta un poco de adaptación a la posición de pivote. Ayer hizo un partidazo, es un jugador con muchas cualidades", ha remarcado.

No tuvo suerte Mascherano en su estreno como titular, ante el Hércules en el Camp Nou, cuando el Barça sufrió su primera y única derrota en la Liga y el medio estuvo errático en el pase y plano en la conducción del equipo. No mejoró en exceso en Kazán, donde los azulgrana no pasaron del empate ante el Rubin y el argentino fue sustituido.

"El sistema del Barça exige una alta participación en el juego. Yo no estaba acostumbrado a eso y es lo que tengo que aprender, mejorar y automatizar", declaró. Ayer, ante el Copenhague, se mostró por fin muy entonado. Probó el desplazamiento en largo en varias ocasiones, hizo las coberturas a los laterales, barrió todo el centro del campo y enlazó bien con la línea de ataque.

Por ello, su técnico no dudó en ensalzarle. "Es una muy buena persona y es muy competitivo. Tiene mucho criterio", apuntó Guardiola, que fichó al Jefecito para competir con Busquets en la zona del 4 y como recambio de garantías tras la salida de Touré. "Ayer jugué con él, en teoría un jugador de la misma posición, pero podemos jugar juntos. Siempre es una garantía", explicaba el joven centrocampista azulgrana.

Curtido en el West Ham y el Liverpool, pujó fuerte por llegar al Barça y afrontar un nuevo desafío alejado de la rudeza del fútbol inglés. "Trato de jugar de la mejor manera y darle el mejor destino al balón, a veces sale y a veces no. Hay que estar concentrado, porque al tener este juego de posesión, son pocas las posibilidades para interceptar el balón. Entonces, cuando toca hacerlo, hay que hacerlo bien", concluye. Guardiola respira aliviado. Mascherano pide paso.