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De Gea salva al Atlético

Los de Quique, tras otra expulsión de Reyes, superan al Espanyol en el adiós de Simão

Un disparate de Fernández Borbalán premió a un Atlético peleón que combatió como gato panza arriba el art nouveau de un Espanyol al que gripó su falta de puntería ante un De Gea que recuperó su mejor versión. Tras arrancar la temporada como un cohete, el conjunto de Pochettino, cosas del fútbol, cotiza a la baja pese al espíritu gremial y atrevido que le encumbró en los puestos nobles de la Liga. Justo al revés que la escuadra de Quique Flores, al alza tras cambiar tres derrotas consecutivas por otras tantas victorias. Con más actitud que aptitud, el conjunto del Manzanares cobró ventaja en la Copa porque fue más gallo que los chicos de Cornellá y porque se sobrepuso mejor a los constantes problemas a los que tuvo que hacer frente. Llueva o luzca el sol, no hay equipo más sufridor que el Atlético. El primer palo en la rueda llegó a los 13 minutos, cuando Forlán, ausente en Málaga por decisión técnica, pidió el cambio tras sufrir un esguince en el tobillo derecho. Su sustituto, Diego Costa, volvió a sacar su vena visceral y desaprovechó la ocasión para reivindicarse al tomarse la partida como un vive o muere en un callejón neoyorquino.

Atlético, 1; Espanyol, 0

Atlético: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Filipe Luis; Reyes, Assunção, Tiago, Simão (Raúl García, m. 82); Agüero (Fran Mérida, m. 91) y Forlán (Diego Costa, m. 13). No utilizados: Joel; Valera, Godín y Mario Suárez.

Espanyol: Cristian Álvarez; Chica, Amat, Víctor Ruiz, David García; Baena, Javi Márquez (Callejón, m. 46); Verdú, Sergio García (Forlín, m. 70), Dátolo (Álvaro Vázquez, m. 77); y Osvaldo. No utilizados: Kameni; Didac, Iván Alonso y Luis García.

Gol: 1-0. M. 32. Simão, de penalti.

Árbitro: Fernández Borbalán. Expulsó a Reyes por roja directa (m. 41) y a Víctor Ruiz por doble amarilla (m. 67). También amonestó a Javi Márquez, Ujfalusi, Dátolo, Agüero, Ujfalusi y Filipe Luis.

Unos 15.000 espectadores en el Calderón.

Con Forlán fuera de combate, Agüero asumió una vez más el flujo ofensivo del Atlético. El Kun acaparó casi todas las intentonas rojiblancas, que convergió todos sus ataques por la banda de Chica y Amat, de largo las piezas más débiles del Espanyol. Hasta su expulsión, Reyes fue el mejor amigo del argentino. El ala andaluz sorprendió la espalda de los centrales con un pase entrelíneas que el argentino casi convirtió en gol con un remate cruzado que Cristian Álvarez desvió con apuros. Poco después, llegó la primera jugada polémica de la noche. El colegiado vio lo que nadie vio y se inventó un penalti por manos de Amat, que desvió con los brazos extendidos un chut de Reyes fuera del área. Simão, en su último partido de rojiblanco, agradeció el gesto del árbitro y se marcó un pena máxima estupenda en la que engañó por completo al portero.

La ventaja animó al Atlético, que mientras le pudieron las piernas intentó aprovechar la velocidad que proponía el empapado tapete del Calderón antes de encharcarse. En plena faena, Agüero buscó el segundo con un remate desde el vértice del área que rozó la cruceta.

Ahí se acabó el caudal del Atlético, que cerró el grifo cuando se quedó con uno menos. Con una hora por delante, Reyes volvió a perder los papeles tras una entrada por detrás de Dátolo que no contento con eso chutó con muy mala baba a las costillas del extremo. El utrerano, de sangre caliente y con el dudoso honor de contar más expulsiones que Arteche, respondió como un toro bravo y contestó al centrocampista con un cabezazo en el esternón. Fernández Borbalán castigó al jugador del Atlético con la roja directa y al del Espanyol con la amarilla, una decisión chocante y muy protestada por el plantel rojiblanco.

El Espanyol se puso de inmediato en faena. Pochettino dio entrada a Callejón, y a base de toques, pausas y más combinaciones, Verdú y Sergio García empezaron a ganarle el terreno a Tiago. El portugués dejó de mezclar y Osvaldo avisó de sus intenciones con un remate a quemarropa que De Gea salvó con los pies, como si fuera un arquero de balonmano. El chaval volvió a sacarle las castañas del fuego al Atlético con una actuación sobresaliente, en la que lo paró todo y más. El heredero de Fernando Torres en el imaginario atlético salvó el carrusel de oportunidades de que dispuso Osvaldo. El goleador italoargentino desperdició una asistencia de Sergio García, que entró como un misil por la derecha y que De Gea evitó jugándose el pellejo. El golpetazo que se llevó el Golden Boy de bronce no le dejó fuera de juego, como Joel se pensaba calentando por la banda. Al contrario. En la siguiente jugada De Gea se creció parando, con la ayuda del larguero, un remate de cabeza de Osvaldo a dos palmos. El peligro del Espanyol también lo llevaba Perea, que convirtió un despeje en un remate a su propia portería que De Gea detuvo con el corazón en la boca.

Con el Atlético partido, exigido por el empuje del Espanyol, Agüero intentó liar más al árbitro tirándose a la piscina y pidiendo un penalti y otro sin rubor. Las pillerías del Kun calentaron al Espanyol, que perdió a Víctor Ruiz por doble amarilla. Con 20 minutos por delante, el encuentro se equilibró y terminó con los dos equipos pidiendo una tregua. Quique Flores la aprovechó para cambiar a Simão, que fue despedido con honores antes de su mudanza al Besiktas. Verdú casi estropeó el homenaje con una volea imposible.

El Espanyol protestó el penalti por entender que la mano de Amat fue fuera del área. Expulsados Reyes y Víctor Ruiz. <strong><a href="http://www.elpais.com/buscar/copa-del-rey-futbol/videos">Vídeos de la Copa del Rey de fútbol</a></strong>
Simão celebra su gol al Espanyol.
Simão celebra su gol al Espanyol.AFP

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