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Alemania, a los pies de los 'cachorros' del Dortmund

El Borussia, campeón de Europa en 1997, renace tras una década de crisis y domina la Bundelsiga de la mano de una jovencísima plantilla

La afición del Borussia Dortmund, una de las más fieles del fútbol europeo, tiene motivos para sonreír por primera vez en una década. Han pasado casi nueve años desde que el club ganó su última Bundesliga y perdió la final de la Copa de la UEFA ante el Feyenoord, holandés. Un periodo marcado por una grave crisis económica, reflejada deportivamente en un rendimiento muy inferior al que hacían presagiar los años previos, la etapa dorada del club, cuando ganó tres Ligas y fue campeón de Europa. Ahora, de la mano de un técnico valiente y unos futbolistas descaradamente jóvenes, el mejor Borussia está de vuelta.

El equipo de la cuenca del Rhur está realizando una temporada espectacular en la Bundesliga. Dirigido por Jürgen Klopp (43 años), lidera la competición con 11 puntos de ventaja sobre el Bayer Leverkusen, segundo clasificado, y 14 sobre el Bayern de Múnich, vigente campeón y tercero en la tabla. Con una plantilla cuya edad media supera por poco los 24 años, en 20 jornadas ha ganado 16 partidos, los mismos que en toda la temporada pasada.

El Dortmund es el equipo más goleador y el menos goleado del campeonato -46 tantos a favor y 12 en contra-. Remata una media de 16 veces por partido, siete entre los tres palos, y tiene una posesión media del balón superior al 50%. El equipo, que solo ha perdido dos choques, ha registrado victorias tan notables como las conseguidas ante su rival histórico, el Schalke 04 del español Raúl (1-3), el Leverkusen (1-3) o el Hannover 96 (0-4). También ha derrotado al Bayern de Múnich (2-0). La gran trayectoria del equipo esta temporada solo tiene dos peros: las tempranas eliminaciones de la Copa alemana -en segunda ronda- y la Liga Europa, de la que se despidió tras empatar a dos con el Sevilla en la última jornada de la fase de grupos. Dos manchas que no han impedido que el club renovara a su entrenador hasta 2014.

Jürgen Klopp comenzó su carrera como técnico en 2001 en el Mainz, club en el que había colgado las botas ese mismo año. Dirigió a aquel conjunto hasta 2008, cuando fichó por el Dortmund. Apasionado, gesticulante, pero sobre todo valiente, apuesta por el fútbol ofensivo y no teme darle galones a jugadores muy jóvenes. Es el caso del mediapunta Mario Götze , que a sus 18 años es la gran revelación del equipo a cuyas categorías inferiores llegó cuando tenía nueve. Destacable por su técnica y su visión de juego, el seleccionador alemán, Joachim Löw, ya le ha hecho jugar con los mayores en la Mannschaft. Aunque debutó con el primer equipo del Borussia la temporada pasada, su explosión se ha producido en la actual, en la que ha participado en 19 partidos de 20 en la Liga -es el décimo jugador de la plantilla con más minutos de juego, 1.329-, anotando 4 goles.

Junto a él suelen formar habitualmente futbolistas como Hummels, Sahin, Subotic y Grosskreutz, todos de 22 años, o el sorprendente Kagawa -21-, una flecha fichada por 350.000 euros de la Segunda División japonesa que con 8 tantos es el segundo máximo goleador del equipo en Liga -el paraguayo Lucas Barrios lleva nueve-. El japonés, eso sí, se perderá lo que queda de temporada, tras lesionarse durante la disputa de la Copa de Asia con su selección. Barrios, Pisczczek y el meta Weidenfeller son los únicos borussers de más de 23 años que han jugado más de mil minutos esta temporada en la Bundesliga.

¿Retorno a los años dorados?

Todavía es pronto para saber hasta dónde llegará, pero los buenos resultados del Borussia, que salvo hecatombe ganará la Bundesliga y disputará la Liga de Campeones por primera vez en nueve años, permiten a sus aficionados soñar con la posibilidad de que el club recupere el rendimiento de sus mejores épocas. El Dortmund es el cuarto equipo alemán con más títulos de Liga. Ha sido campeón seis veces -tres desde que en 1963 se instaurara el actual sistema de competición-. Solo le superan Bayern, Nuremberg y Schalke. También ha ganado dos copas alemanas, en 1965 y 1989, y fue el primer club de su país que alzó un título continental, al conquistar la Recopa en 1966.

Pero sin lugar a dudas su mayor éxito fue la Liga de Campeones que ganó en 1997 con una sorprendente victoria (3-1) sobre el todopoderoso Juventus de Lippi, Zidane y Del Piero. El equipo italiano, vigente campeón, había derrotado al Borussia solo cuatro años antes en la final de la Copa de la UEFA. Entre las pocas ventajas que se podían contabilizar a favor de los alemanes estaban el hecho de que la final se disputaba en su país y que en su defensa mandaba Matthias Sammer, ganador un año antes del Balón de Oro. El Dortmund, sin embargo, hizo gala aquella noche de la más pura efectividad germánica: tres goles en cuatro llegadas. Pocas imágenes simbolizan aquel partido tan bien como la del meta italiano, Peruzzi, clavado en el suelo, mirando cómo le pasa por encima el balón en el tercer gol alemán, logrado por Ricken.

Al año siguiente, el Borussia ganó la Copa Intercontinental y llegó hasta las semifinales de la Liga de Campeones -fue eliminado por el Real Madrid-. No volvió a proclamarse campeón de la Bundesliga hasta 2002, cuando le arrebató el título in extremis al Bayer Lerverkusen. Pocos días después, cayó de nuevo en una final de la UEFA, esta vez por 3-2 ante el Feyenoord, que tuvo la suerte de que el estadio designado para la disputa del último partido de la competición fuera el suyo.

Aquel último buen Borussia era el de Lehmann, Köller, Rosicky y Ewerthon. También el del veterano Jürgen Kohler, que a sus 36 años había elegido el partido de Rotterdam para despedirse a lo grande del fútbol, pero fue expulsado a los 31 minutos. Y era, todavía, el equipo de Sammer, el capitán que cinco años antes había levantado la Copa de Europa, y que había pasado de dirigir a sus compañeros desde la zaga a hacerlo desde el banquillo. Es, en definitiva, la última gran referencia para el equipo de cachorros que actualmente doblega a sus rivales semana a semana, devolviendo a miles de aficionados de la cuenca del Rhur la ilusión olvidada de quienes aspiran a ser campeones.

Los jugadores del Borussia celebran un gol al Wolfsburgo
Los jugadores del Borussia celebran un gol al WolfsburgoAFP

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