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El Sevilla no da para más

El equipo de Manzano, con un fútbol soso y sin ideas, se estrella ante la muralla del Málaga.- Lesión de rodilla de Asenjo

Gregorio Manzano fichó por el Sevilla con el fin de enmendar su errática trayectoria y buscar el considerado espacio vital de un equipo de 115 millones de euros de presupuesto, que no es otro que la pelea por los puestos de Liga de Campeones. Eliminado de la Copa por el Madrid, el conjunto andaluz lucha por la séptima plaza para colarse por la puerta de atrás en la Liga Europa. Ni Manzano ha dado con la tecla ni el plantel da muestras de frescura y chispa para una empresa que, por ahora, se antoja muy complicada.

Actuaciones como las de ayer, todo corazón, insistencia infructuosa y nulidad de ideas, hacen cotizar a la baja un proyecto descabezado en el que el técnico ha sido incapaz de ejercer de reactivo. Rakitic no funcionó como mediapunta frente a un Málaga que tampoco tiene mejor pinta. Se atrincheró atrás y, para colmo, perdió a los seis minutos a Asenjo, lesionado de nuevo en la rodilla derecha, la misma en la que sufrió una rotura de ligamentos en mayo del año pasado en el Atlético y que le tuvo seis meses de baja.

SEVILLA 0- MÁLAGA 0

0 - Sevilla: Palop; Sergio Sánchez, Alexis, Fazio, Fernando Navarro; Jesús Navas, Zokora, Romaric (Kanouté, m.45), Perotti; Rakitic y Luis Fabiano (Negredo, m.75).

0 - Málaga: Sergio Asenjo (Arnau, m.7); Eliseu, Weligton, Demichelis, Gaspar; Recio, Fernando, Maresca (Sandro Silva, m.70), Camacho; Baptista y Rondón (Fernández, m.75).

Árbitro: Muñiz Fernández (Comité asturiano). Zokora (m.18), Sergio Sánchez (m.36), Gaspar (m.40), Romaric (m.45), Sandro Silva (m.84), Arnau (m.89), Eliseu (m.89) y Fernando Navarro (m.90).

El Sevilla no da para más. El Málaga, por ahora, tampoco. Manuel Pellegrini viajó hasta Andalucía fichado por el jeque para también enderezar una nave a la deriva. El jeque, todavía interesado por el fútbol, tiró de chequera en el mercado invernal y ahí está el Málaga, colista, celebrando un punto en Nervión como un tesoro y jugando al fútbol con jugadores fuera de forma, como Maresca; con ocho y nueve por detrás del balón y ofreciendo escasas señales de recuperación. Bastante tendrá con salvarse cuando los objetivos, en ese verano del desembarco árabe, hablaban de consolidarse entre los 10 primeros de la clasificación.

Toca preguntarse, por tanto, por qué el Sevilla juega de forma tan deficiente cuando, a priori, tiene elementos en su plantilla al nivel del Valencia o el Villarreal, que deberían ser sus competidores naturales y ahora vuelan muy lejos de él. Salió Manzano con un solo delantero, Luis Fabiano, y en ningún momento fue capaz de poner en apuros al Málaga. Sin ideas ante el muro de Pellegrini, su fútbol fue tan previsible como aburrido, lo que dio como resultado un primer tiempo de escaso nivel, realmente insufrible para el espectador.

Mejoró el Sevilla en la segunda mitad. La mera presencia de Kanouté propició que Rakitic retrasara su posición, un movimiento de piezas que ayudó a su equipo. El centrocampista suizo de origen croata ve bien el hueco y distribuye con criterio, aunque chirría su escaso fondo físico cuando proviene de la Bundesliga, en la que sin vigor no se puede competir. Aun con el desorden como nota dominante, Alexis gozó de la primera ocasión clara del encuentro. Fazio le dio un gran pase de cabeza y el central, con el balón botando y solo ante Arnau, la envió fuera. Luego fue Kanouté el que gozó de la segunda gran oportunidad para el Sevilla. En esta ocasión, el remate del delantero salió alto. Un par de apariciones que apenas alteraron el orden de un partido abocado al empate a cero. Entre la nulidad de ideas del Sevilla y el cerrojo del Málaga, todo quedó zanjado en una tarde que puede recordar por mucho tiempo el meta Asenjo. A los seis minutos, solo, su rodilla crujió tras un gesto que le puede condenar a una nueva lesión de ligamentos. Su penitencia se antoja dura, como la del Málaga.

Asenjo se duele en el suelo tras lesionarse la rodilla.
Asenjo se duele en el suelo tras lesionarse la rodilla.EFE

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