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La transgresión tiene premio

Emery renuncia a los extremos y el Valencia gana a un Hércules inofensivo fuera de casa

Agarrado a la técnica de sus argentinos, el Valencia se dio una noche tranquila en la que Emery cambió la fisonomía del equipo del último lustro. La renuncia a los extremos tuvo mucho de transgresor. Desde la época de Benítez, con Angulo o Rufete ?ovacionado por Mestalla? y Vicente ocupando las orillas, el Valencia había sido muy identificable por sus alas. No le hicieron falta para vencer a un Hércules diezmado por las bajas en la retaguardia y por su inocencia fuera de su estadio: lleva 783 minutos sin marcar.

Emery aprovechó la lesión de Mata y la floja actuación de Pablo y Joaquín la jornada anterior en el Sardinero. Y juntó al trío de melenudos argentinos ?Banega, Costa y Domínguez? para que cuidaran la pelota y la hicieran llegar a Aduriz y Soldado. Faltó, sin embargo, que los laterales ?Bruno y Mathieu? alcanzaran más la línea de fondo. Y fue un balón largo del central David Navarro el que desbrozó el encuentro. El pase a Soldado y la deserción del central herculano Rodríguez, que abandonó al delantero cuando este iba a recibir. El centro raso de Soldado lo embocó Aduriz después de una cabriola afortunada que desorientó a Calatayud. Hay química entre Soldado-Aduriz, llegados a Mestalla para hacer olvidar a Villa, presente en el palco junto a Mata.

Valencia, 2; Hércules, 0

Valencia: Guaita; Bruno, Stankevicius, D. Navarro, Mathieu; Topal, Banega (Joaquín, m. 86), T. Costa; Domínguez (Isco, m. 75); Soldado y Aduriz (Alba, m. 85). No utilizados: Saúl; Dealbert, Miguel, Maduro y Pablo.

Hércules: Catalayud; Cortés, Juanra, Rodríguez, Peña (Tiago Gomes, m. 39); Fritzler, Abel Aguilar (Drenthe, m. 63); Tote, Thomert (Rufete, m. 73), Kiko Femenía; y Valdez. No utilizados: Velthuizen; Cristian, Trezeguet y Portillo.

Goles: 1-0. M. 43. Aduriz, a pase de Soldado. 2-0. M. 53. Tino Costa, de falta directa.

Árbitro:Teixeira Vitienes. Amonestó a Ever Banega, David Navarro, Rodríguez, Domínguez y Thomert.

Unos 40.000 espectadores en Mestalla.

El Hércules sufre un estigma lejos del Rico Pérez. Agravado por la visita a la enfermería de muchos de sus defensores, donde se incorporó Peña antes del descanso, obligando a que Kiko Femenía ocupara eventualmente el lateral izquierdo. Esteban Vigo había sacrificado a Trezeguet en busca de un equipo más combativo, esperando que Valdez se las apañara solo. A punto estuvo en un gol anulado al delantero paraguayo por un apurado fuera de juego.

Esteban recompuso el equipo tras el descanso: Cortés pasó al lateral izquierdo y Femenía ocupó el derecho. Sin mucha fe. Se sabía carne de cañón. El Valencia se dispuso a disfrutar. Triangulaciones al primer toque en la medular inusuales en Mestalla. Recompensadas con otro gol de falta de Tino Costa, esta vez aprovechando el efecto que le dio al balón más que la potencia para alejar el balón de Calatayud.

El espíritu combativo de Tino Costa se ha convertido en el combustible consumido por el Valencia en los últimos meses. Imprescindible por eso y por sus trallazos, Tino no solo es compatible con Banega, sino que convendría verlos siempre juntos.

Esteban trató de reactivar al Hércules con Drenthe y Rufete, recibido a lo grande por Mestalla, en un ejercicio memorístico emocionante: fue un jugador crucial en los éxitos del Valencia de Benítez. Y, sí, el Hércules vibró con sus nuevos extremos, propiciando la parada, no de la noche sino de la jornada, por parte de Guaita a tiro de Fritzler. Es un porterazo cada día más indiscutible.

Aduriz celebra su gol
Aduriz celebra su golREUTERS

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