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"Efecto Llorente o efecto psicológico"

La Real acusa la baja de su delantero y el vértigo de los puestos peligrosos

¿Será la baja de Joseba Llorente? ¿Será el cansancio? ¿Será la planificación física? ¿Será el efecto de un arranque plácido? La Real se debate en mil misterios para explicarse por qué sus dos mitades son tan distintas. Al principio de la temporada se hablaba de dos mitades en cada partido. En el primer arranque, la Real trataba de encarrilar los partidos en Anoeta y luego resistir el embate del enemigo. Fuera, bajaba el pistón, pero con sorpresas como la de Getafe, o desastres como la de Getafe o con el Espanyol, amén de los partidos en el Bernabéu. Inseguridad, un asunto complicado cuando te espera recibir hoy al Barcelona, la siguiente semana visitar al Valencia, recibir al Zaragoza, presentarse en Sevilla y recibir al Getafe.

Dudas en Anoeta, a una cierta distancia del precipicio pero con u cierto agobio, entre los puntos y el calendario. SE asoma la falta de gol por la ausencia de Llorente, el delantero eléctrico, un tanto excéntrico, siempre entregado. Y llega el Barcelona, un rival indeseable.

La duda de Llorente, como causa de la falta de gol no se ha disipado; el cansancio físico es relativo porque en encuentros ásperos, como el de San Mamés, el equipo se comportó con holgura. ¿Cansancio psicológico? ¿Quién lo sabe?

"¿Y por qué no?". Resume el entrenador Martín Lasarte "tendremos que hacer el máximo esfuerzo posible" para poder doblegar al todopoderoso FC Barcelona, "si jugamos con intensidad, orden, pasión, deseo, desparpajo y agresividad ofensiva". A priori parecen palabras, pero en el fondo esconden actitudes ante un rival superior.

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