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"El 'sterrato' ha sido terrible"

El pelotón critica la dureza y peligrosidad de los tramos de tierra de la quinta etapa

La quinta etapa del Giro ha sido la del 'sterrato'; 19 kilómetros de tierra, repartidos en tres tramos. Un largo terreno sin asfaltar que se ha traducido en muchos nervios y alguna que otra caída. En una durísima corsa rosa en la que distintas voces han cuestionado la seguridad del trazado -más después de que el lunes falleciera Wouter Weylandt descendiendo el paso del Bocco-, hoy se han escuchado nuevas críticas. "El sterrato no merece la pena porque nos jugamos caídas graves y el resultado de la carrera puede quedar desvirtuado", ha asegurado Alberto Contador, vencedor de la prueba en 2008. "Ha sido increíble la velocidad que hemos llevado por esos caminos de tierra. Estoy contento porque los he superado sin problemas", ha añadido el español, uno de los principales aspirantes a la victoria final.

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Vincenzo Nibali, uno de sus principales rivales y protagonista hoy de una escapada en la bajada en tierra de la Croce de Fighine, ha asegurado que él se ha sentido "cómodo" porque "conocía la zona". Pero la tónica habitual en las impresiones ha estado más cercana a la opinión del de Pinto. Carlos Sastre, que el año pasado sufrió en la tierra una caída que afectó a sus opciones de llevarse el Giro, ha destacado que "hoy ha sido un día en el que la suerte ha jugado un papel importante". "Ha sido una carrera nerviosa, difícil y muy dura, sobre todo en los tramos de tierra, en los que la bicicleta se iba para todos los lados. Subiendo no te puedes poner de pie y entrar en esos tramos bien colocado ha sido muy difícil", ha dicho en la meta de Orvieto. Sobre la actuación del Geox, ha asegurado que "ha trabajado muy bien". "Denis [Menchov] ha estado muy bien y el segundo puesto de Duarte en la etapa nos viene francamente bien".

También se ha referido a los tramos de tierra el talaverano David Arroyo, segundo en el Giro de 2010. "El sterrato ha sido terrible", ha señalado; "porque se ha rodado muy deprisa y con muchos nervios. Todo el mundo intenta estar delante y hay muchísima tensión". "Había miedo", ha rematado, antes de celebrar que al menos no haya llovido, como ocurrió el año pasado.

Otro que se ha felicitado por el clima y ha advertido de la peligrosidad de la tierra ha sido Mikel Nieve de Euskaltel: "Los tramos de tierra para el público suponen un bonito espectáculo, pero las bajadas son muy peligrosas, hay que tener mucho cuidado porque a veces si frenas te vas al suelo. El de Euskaltel ha sido uno de los que ha intentado atacar en los últimos metros a Pieter Weening, ganador de la etapa y nueva maglia rosa, pero ha reconocido que le han "faltado las fuerzas" que se había dejado antes y ha llegado "asfixiado" al final". El líder de su equipo, Igor Antón, ha sido otro de los que ha criticado el sterrato. "Parecía una pista de ciclocross y puede resultar bonito para verlo por televisión, pero dentro se ha vivido con mucha tensión". Weening, por su parte, ha sido conciso al respecto: "No me quejo porque he ganado. El ciclismo es siempre arriesgado".

El escapado Kohler en un momento de la etapa.
El escapado Kohler en un momento de la etapa.ALESSANDRO TROVATI (AFP)

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