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Pelotas a favor, efectos en contra

Nadal jugará con Andújar tras el susto con Isner, en el que influyeron las nuevas bolas de Roland Garros, hechas a medida por su patrocinador

A veces no hay mejor termómetro que el 'enemigo'. Habla el serbio Novak Djokovic de Rafael Nadal, estirado en primera ronda hasta los cinco sets por el estadounidense Isner; preocupado por su raqueta y su cordaje; rodeado de preguntas; y sin practicar el saque en el entrenamiento del miércoles. ¿Qué ha cambiado para que ocurra todo eso?, le preguntan a Nole. ¿Le falta confianza al español tras cuatro derrotas consecutivas contra el serbio? "No sé si tiene confianza o no, pero es el jugador a ganar en tierra, además del número uno del mundo, así que no creo que le falte mucha", contesta el número dos del mundo. "Con las nuevas pelotas, los sacadores tienen ventaja. Isner tiene uno de los mejores saques del mundo, y hubiera sido difícil para cualquiera, no solo para Rafa, ganarle en estas condiciones. Rafa demostró una vez más por qué es el número uno".

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Nadal juega el jueves contra Pablo Andújar, conquense y número 48 del mundo. Lo hace en su torneo fetiche, donde las circunstancias de juego se adaptaban a sus características a la perfección, como demuestran sus cinco títulos en seis participaciones. Una cosa ha cambiado en 2011: las pelotas, construidas por uno de sus patrocinadores a su medida. Entonces, ¿qué es lo que falla? Que las nuevas bolas cogen el efecto 'topspin' de Nadal, que son puro bote, y que, en consecuencia, también ayudan a los sacadores, que con el efecto 'kick' logran que se dispare dos metros por encima de los rivales, a los que aculan contra la valla.

"Al final" dijo Toni Nadal, tío y entrenador del número uno en un chat con este diario; "las cosas no son meridianamente claras ni te favorecen totalmente. A los liftadores, una bola viva nos ayuda, porque pica más, es más difícil de controlar para los que le pegan plano. También es cierto que a los sacadores esta bola les puede venir muy bien".

¿Qué piensa Nadal? "Que hay un gran cambio entre la de los masters 1000 anteriores y esta", dijo el mallorquín. "Las anteriores no cogían tanto topspin, eran más blandas. Esta bola es mejor para mí, pero al mismo tiempo es peligrosa: es un gran cambio. Solo he entrenado seis días con ella tras un mes con otra. Cambia tus sensaciones. Sé que desde fuera es difícil de ver, pero desde dentro, para los jugadores, se ve como algo peligroso para los hombros, que te quita las sensaciones".

Rafa Nadal, durante el partido frente a Isner.
Rafa Nadal, durante el partido frente a Isner.MIGUEL MEDINA (AFP)

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