_
_
_
_
_

Ander Herrera también remata

El centrocampista ha marcado dos goles con la Sub 21, los mismos que en todo el año con el Zaragoza

Con el balón por el suelo, Ander Herrera (Bilbao; 1989) se multiplica. Limitado en el Zaragoza porque el equipo se definía por el contragolpe, porque se abrigaba en su área y entendía el ataque como algo secundario, Herrera era un adorno. Liviano para el choque y anónimo en defensa, su participación se reducía sobremanera en ataque. Con la selección española Sub 21, sin embargo, todo es distinto. El balón rueda por el césped, el toque es una exigencia y el remate la conclusión natural al juego colectivo. Ander, entonces, no solo es la catapulta junto a Thiago, sino que también se erige, gracias a sus llegadas desde atrás, en el punto y final. Marcó en el amistoso frente a Rusia de la semana pasada e hizo diana ayer en el arranque del Europeo de Dinamarca frente a Inglaterra. Dos goles, los mismos que en todo el curso (33 partidos) con el Zaragoza.

Más información
El mercado de los talentos

Jovial, dicharachero y bromista, Ander se gana de igual manera a los compañeros que a los técnicos. Es el ojito derecho del seleccionador Milla y nunca perdió el puesto en el Zaragoza, por más que desfilarán los técnicos (Víctor Fernández, Garitano, Irureta, Villanova, Marcelino, Gay y Aguirre). También se ha ganado el aprecio del vestuario y, sobre todo, de sus nuevos compañeros -ha firmado por cinco años con el Athletic, que pagó ocho millones- San José, Muniain y Javi Martínez, con quienes compartió una semana de aventuras en Ibiza antes del Europeo. Su incidencia es tal en el grupo, que cuando el Zaragoza, por ejemplo, logró el ascenso hace tres cursos, el resto de la plantilla le rapó el pelo en el mismo vestuario. Ahora, a todos les sorprende su remate.

"Parece mentira, pero el que ha marcado es... ¡Ander Herrera!", bromeaba Muniain en su cuenta de Twitter. Sus ya excompañeros también comentan su renovada puntería. "Marcar no era su función", sostiene Paredes, lateral blanquillo; "lo suyo era la construcción, organizar la llegada". Recoge el testigo Lafita: "Pero ya golea. Creo que si mejora en este apartado, porque hace de todo lo demás, se convertirá en un pedazo de jugador". Y amplía Doblas. "Siempre le decíamos que su fuerte era el pase y no gol", conviene, al tiempo que recuerda el primer día que vio a Ander: "cuando llegó al vestuario pensé que era un familiar o un recogepelotas, por su cara de niño. Pero cuando se puso a jugar, me quedó claro que era de nuestro equipo".

Mejor futbolista alevín del campeonato de España 2001, con Cani -"porque era muy bueno y porque salía de cantera", dice- y con Aimar como ídolos, Herrera pronto supo lo que significa la presión. "Tengo carácter y asumo responsabilidades", aclaró el futbolista en su presentación como león, nada menos que en la sala de prensa de Lezama. Pero sabe de lo que habla. Desde que alcanzara el primer equipo del Zaragoza, ha sido puesto en tela de juicio a cada actuación. La razón: su padre, Pedro Herrera, es el secretario técnico del club, y no fueron pocas las voces que le tildaban de enchufado, de tener las oportunidades que a otros se le negaron. "No me importa lo que se diga. Sé de qué va el fútbol, un juego lleno de pasión, sentimiento y envidias. Pero la afición del Zaragoza siempre me ha dado tanto cariño como la que más", respondía el futbolista, impermeable por fuera y duro por dentro. "Se veía que tenía eso en mente, pero creo que nunca le afectó", asegura Paredes.

Ahora juega sin presión, más allá de la propia de la competición, y sin rígidas ataduras tácticas. "Es un jugador con características eminentemente ofensivas que puede jugar por detrás de los dos delanteros, que puede jugar en banda y como doble pivote", explica Ander Garitano, su extécnico. De momento, impulsa a España en la ofensiva. Y, de paso, marca goles, una suerte que siempre le resultó resbaladiza.

Ander Herrera conecta un disparo frente a Inglaterra Sub 21.
Ander Herrera conecta un disparo frente a Inglaterra Sub 21.RICARDO RAMÍREZ (EFE)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_