Seis años después, el 'caso Heras' sigue vivo

Se queja estos días Christian pridhomme, director del Tour, de la lentitud de la justicia deportiva a cuenta de que cuando se va a cumplir un año de los hechos aún no hay una resolución definitiva sobre el positivo por clembuterol de Alberto Contador. "Y vamos a empezar un Tour sin saber quién ha ganado definitivamente el anterior", dice Prudhomme. Quizás el director del Tour haya empezado a relativizar su concepto del tiempo, la urgencia y su paso, y lo malas que son las prisas, al conocer que aún no se sabe quién es el ganador definitivo de la Vuelta de 2005, sí, la de hace seis años. En la carretera la ganó Roberto Heras, corredor de Béjar que por entonces corría en el Liberty de Manolo Saiz. Varias semanas después de su conclusión, sin embargo, el laboratorio antidopaje de Madrid descubrió eritropoyetina en su orina, por lo que, mediando sanción de la federación española de ciclismo -dos años de suspensión—fue desposeído de su victoria. Después de que el Comité español de Disciplina Deportiva (CEDD) no admitiera su recurso a la sanción, y considerada firme la decisión federativa, en junio de 2006 la Vuelta anunció que el ganador de la Vuelta 2005 era el ruso Denis Menchov. Heras, sin embargo, continuó recurriendo por vía judicial. Una primera sentencia de la sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Castilla y León desestimó la apelación del corredor basada en la supuesta conculcación de sus derechos fundamentales. Siguió pasando el tiempo, se desarrolló la Operación Puerto, en la que el nombre de Heras, como el de otros compañeros del Liberty, figuraba en lugar destacado, y un segundo recurso de Heras comenzaba un largo recorrido por el tribunal castellano-leonés, donde ha alcanzado hoy una meta, que más parece volante que definitiva, pues la sentencia absolutoria será recurrida en casación ante el Tribunal Supremo conjuntamente por la federación española de ciclismo y el Consejo Superior de Deportes, con lo que el caso se alargará algunos años más..

Proclama la juez ponente de la sentencia, según informa la agencia EFE, que la carga de la prueba recae en la operación antidopaje correspondiente (en este caso, la comisión de la federación), quien debe acreditar que la supuesta conducta dopante del deportista alteró el resultado de la competición. Además, considera el tribunal (con un voto particular) que hubo un defecto de forma e irregularidades en el transporte y custodia de la muestra. "Esta sentencia es una barbaridad", señalaron fuentes de la federación, "que va tanto contra la propia jurisprudencia española de hace ya cinco años, expresada por última vez en febrero pasado, cuando el Supremo falló en contra de un recurso del ciclista Santi Pérez, como, cuando habla de la presunción de inocencia del deportista, contra los cimientos del Código Mundial Antidopaje, por los que un análisis positivo es suficiente carga de prueba".

La sentencia del tribunal castellano-leonés tendrá, mientras tanto, a la espera del Supremo, valor de restitución moral y también económica. El premio correspondiente al ganador de la Vuelta 2005 aún está congelado, en una cuenta de la asociación de corredores, pero mayor podría ser la compensación económica que reclame el corredor, de 35 años y retirado del ciclismo de carretera a raíz de su sanción -cuando la cumplió, en 2008, no encontró ningún equipo que le quisiera contratar con un salario digno- como indemnización al Estado. El ciclista ha declarado hoy sentirse "satisfecho a nivel personal y deportivo".

Javier Guillén, director de la Vuelta, está a la espera. "Lo que decidan los tribunales lo haremos", dice. "Nuestros servicios jurídicos estudiarán la sentencia, y si hay que devolverle a Heras la Vuelta de 2005, así se hará".