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Nino, goles de Primera

El delantero, que descendió a Segunda División con el Tenerife y no tuvo oportunidades en el Levante, prueba fortuna de nuevo en la élite con Osasuna

Cuando Nino (Vera, Almería; 1980) se enfundó la camiseta del Tenerife para enfrentarse al Zaragoza en agosto de 2009, estaba ansioso por redimirse. El menudo delantero -1,70 metros- regresaba a Primera tras su única experiencia en la categoría, en la temporada 2006-07 en las filas del Levante. La aventura no le había salido bien. Pese a que había destacado como goleador en el Elche -88 dianas en 273 partidos en Segunda y 2ªB-, en el equipo granota competía con siete delanteros, entre ellos Riga y Salva, y apenas tuvo oportunidades. Jugó 19 partidos, solo tres de ellos completos, y metió un único tanto. En su vuelta a la máxima categoría, sin embargo, cuajó una temporada notable en el momento en que otros comienzan el declive, los 29 años: marcó 14 goles y se convirtió en uno de los arietes más eficaces de Primera, aunque el Tenerife acabó descendiendo. Ahora llega a Osasuna, en su tercera aventura en Primera, con la carta de libertad tras el descenso a 2ªB del club isleño.

En Pamplona no estará solo. Su compañero en el Tenerife Marc Bertrán también ha recalado en Osasuna. "Allí donde ha estado, Nino ha demostrado que es un goleador. Hasta en Primera, con un equipo como el Tenerife, que no era de los potentes, sobresalió. Eso demuestra que es un luchador como pocos y que define muy bien", asegura Bertrán. En la misma línea apunta David Amaral, que le entrenó la pasada campaña en el Tenerife. "Es muy astuto. Lee muy bien las jugadas y con mucha antelación, es muy rápido en espacio cortos y, lo más importante, siempre tiene el gol en la mente", explica el técnico. Amaral cree que si Nino no ha destacado antes como goleador en Primera ha sido por falta de confianza: "En Segunda siempre marcó mucho, pero cuando dio el salto al Levante no tuvo continuidad, no le apoyaron y eso influye por completo. Un delantero también necesita buenos compañeros para marcar". Bertrán cree que Nino ha preferido jugar en equipos en los que sentía a gusto independientemente de su categoría, lo que explica su despunte tardío: "Estuvo muchos años en el Elche y, luego, en el Tenerife. Aunque tenía ofertas de Primera, él se inclinó siempre por seguir donde estaba".

Nino se acordó de ese pasado en su presentación como jugador de Osasuna, en la que el presidente del club rojillo, Patxi Izco, le calificó como "el deseado". "Me veo representando a este equipo porque también soy humilde", dejó claro el ariete. "Ha habido momentos difíciles porque, a priori, pensaba que iba a ser más fácil la rescisión con el Tenerife, pero cuando hay un contrato tan importante como el que había no era fácil. Al final, se ha arreglado todo bien", declaraba en su presentación. Nino se ha ido, de hecho, perdonando la mitad de lo que el Tenerife le debía el año pasado. Ese gesto ha dejado un buen sabor en una afición rendida ante él durante estos años. El ariete almeriense es el segundo máximo goleador de la historia del club canario, con 79 goles -sale a una media de casi 20 por temporada-, solo superado por Julito, que marcó 107 goles entre 1953 y 1961. Y es que Nino, con minutos, no perdona.

Nino, el día de su presentación con Osasuna.
Nino, el día de su presentación con Osasuna.JESÚS DIGES (EFE)

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