_
_
_
_
_

Quade Cooper, tan querido como odiado

El apertura de Australia, nació en Nueva Zelanda y es tan famoso por su calidad como por la controversia que despierta

Australia ha debutado en el Mundial de Nueva Zelanda contra Italia (32-6)) y hay un jugador que centra las iras de aficionados locales que se acerquen a verlo: Quade Cooper. El apertura de los Wallabies, los eternos rivales de los All Blacks, aúna en su persona el talento y la genialidad deportiva, la marrullería y la controversia fuera del campo. Todo ello aderezado con un poco de traición patria, ya que es neozelandés de nacimiento. Los aficionados ya le han hecho saber, a través de Twitter, que no le van a recibir con los brazos abiertos sino todo lo contrario. "En cierto modo espero que sea así", les ha respondido el rugbier, socarrón.

Cooper nació hace 23 años en la ciudad de Tokoroa (Nueva Zelanda), pero su familia se mudó a la isla vecina cuando tenía 15 años y acabó formándose en las categorías inferiores del rugby australiano. Es con la camiseta dorada y verde, y no con la negra, con la que se ha convertido, gracias a su pase y su prodigioso contrapié, en uno de los mayores talentos del deporte del oval. En 2009, con 20 años y solo uno después de debutar con la camiseta de los Wallabies, ya le reconocían como el encargado de guiar a Australia en el Mundial, junto a Will Genia, compañero suyo en los Queensland Reds. Pero ese año, ocupó tantas portadas por su juego como por sus desmanes fuera del campo. A mediados de año, fue sancionado con 8.500 euros por romper la ventanilla de un taxi a la salida de una discoteca. Pero, lo peor llegó en diciembre: a las pocas semanas de recibir todo tipo de elogios por su genialidad en el campo con la camiseta de australiana en la gira europea de otoño, fue arrestado y acusado de robo en una vivienda. Seis meses después, sin embargo, le absolvieron.

Más información
Un mal placaje condena a Argentina
Nueva Zelanda marca el ritmo
A Sudáfrica le basta con 10 minutos

Desde 2010, está más centrado en el rugby, pero, no ha dejado de generar polémica y con los All Blacks da rienda suelta a su lado rebelde. Los neozelandeses no olvidan sus encontronazos con uno de los estandartes de su selección, el capitán Richie McCaw. El primer rifirrafe fue en invierno de 2010, cuando tras un ensayo que daba la victoria a Australia en el último minuto, empujó a McCaw sin venir a cuento y con el juego parado. El segundo ha sido hace unas pocas semanas, en el último partido del Tres Naciones, en el que los Wallabies se llevaron el partido y el torneo. En el minuto 54, cuando los neozelandeses soñaban con la remontada, Cooper le dio un rodillazo a McCaw mientras salía de un ruck. Una acción antideportiva que le podría haber costado su participación en el Mundial. "Yo no lo vi, lo sentí", afirmó enfadado McCaw nada más acabar el encuentro; "si fue intencionado o no lo juzgarán otros".

Ni los árbitros ni los despachos lo han juzgado voluntario y Cooper ha sido titular contra Italia para deleite de los australianos y enfado de los neozelandeses.

Quade Cooper
Quade CooperNIGEL MARPLE (REUTERS)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_