_
_
_
_
_

La musa ha vuelto

Ponor, triple campeona olímpica con 24 años, sostiene a Rumanía en el Mundial de gimnasia

Cuando pensamos en gimnasia nos vienen a la cabeza un puñado de niñas diminutas, forzudas, flexibles y capaces de hacer movimientos inverosímiles. Niñas que apenas sonríen y repiten sus ejercicios como pequeñas autómatas. Es la imagen que legó Nadia Comaneci, la mejor gimnasta de todos los tiempos, la única que ha trascendido las fronteras de este deporte minoritario para convertirse en un icono deportivo global. Nadie más lejos de esa imagen que su compatriota Catalina Ponor, triple campeona olímpica hace ya siete años, y que en la primera jornada de los Mundiales que se celebran en Tokio y deciden buena parte de las plazas para los Juegos Olímpicos, catapultó a Rumanía a la primera plaza, a falta de que compitan las grandes favoritas: Estados Unidos, Rusia y China.

Más información
Los Mundiales de gimnasia en cinco piruetas

Para empezar Ponor no es ninguna niña. Tiene 24 años, una edad que antes parecía imposible, y cuerpo de mujer normal: ronda los 160 centímetros y pesa más de 50 kilos, lo que la diferencia de la gran mayoría de compañeras y rivales. Y sonríe. Siempre sonríe. En el suelo, donde prefiere ejercicios insinuantes, y en la temida barra de equilibrios, donde la mayoría de las gimnastas no se quitan el susto de la cara.

El de este año es su segundo intento de volver a la élite desde que se colgara tres oros (por equipos, barra y suelo) en los Juegos de Atenas, allá por 2004, la gimnasta más laureada de aquellos Juegos. Por entonces Rumanía era una potencia imbatible, impulsada primero por los éxitos de Comaneci, que llenaron los gimnasios de niñas, y después por la desintegración de la Unión Soviética. Hoy está lejos de serlo y son muchos los que dudan de que pueda volver a subirse al podio. En la primera jornada Ana Porgras, su estrella emergente, la campeona del mundo de barra tuvo un día nefasto y no podrá estar en la final de su mejor aparato porque fue superada por varias compatriotas.

Por lo visto en Tokio, Catalina ha vuelto más estilizada y con sus habilidades prácticamente intactas: logró la nota más alta en barra (15,000 puntos) y una mala salida y salto (14,766) y la cuarta en suelo (14,200). Su gran defecto, esa aversión a las paralelas que le impidieron en su día coronarse como una gimnasta completa, tampoco ha desaparecido.

Ponor fue la mejor noticia de la primera jornada, aunque puede quedar rebajada por las que se esperan hoy, cuando se conocerán no solo todas las finalistas -equipos, individual y aparatos- sino también los ocho equipos que asegurarán su presencia en Londres. Entre los aspirantes, España, con un equipo jovencísimo e inexperto, que lidera una recuperada Ana María Izurieta, que se lesionó precisamente en los Mundiales del año pasado. Lo tendrá difícil porque la competencia es enorme y España ha perdido parte del prestigio que construyó con gran esfuerzo desde los 80, primero con Laura Muñoz, luego con Eva Rueda y, ya en 2002 con el primer título mundial de Elena Gómez. Si falla, pero acaba entre el 9º y el 16º tendrá la última oportunidad en enero en Londres.

Resultados provisionales: 1. Rumanía, 227,228 puntos. 2. Australia, 221,846. 3. Canadá, 215,328. 4. Holanda, 212,828.

Catalina Ponor
Catalina PonorBULLIT MARQUET (AP)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_