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El Mirandés tapia su portería

El líder del grupo II de Segunda B es el único equipo de categoría nacional que todavía no ha encajado ningún gol tras siete partidos de Liga

Faltaban cinco minutos para que el Club Deportivo Mirandés ascendiera a Segunda División por primera vez en sus casi 85 años de historia. Solo cinco minutos para el pitido final, cuando un despiste colectivo en un saque de banda obligó a su portero a derribar dentro del área a un atacante del Guadalajara. El sueño del ascenso se esfumó hace tres meses con aquel penalti. Y con él, se acabaron también los regalos. Fue el último gol que el Mirandés encajó en la Liga. Hoy, tras un mes y medio de competición, siete partidos, 630 minutos de juego, este equipo de la pequeña localidad burgalesa de Miranda de Ebro (39.000 habitantes) es el único conjunto de categoría nacional que todavía no ha sacado ningún balón de su red. "Es algo anecdótico", afirma con humildad Carlos Pouso, su entrenador; "somos conscientes de que algún día nos marcarán".

En realidad, la solidez defensiva del Mirandés viene de lejos. Más allá de los errores puntuales cometidos en la eliminatoria contra el Guadalajara, el curso pasado solo encajó 24 goles. De los 122 equipos de Primera, Segunda y Segunda B, solo dos, Barcelona y Murcia, mejoraron su registro (21 tantos en contra). ¿El secreto? La implicación de todos en defensa, la posesión, la presión adelantada y las pocas faltas cometidas. "Intentamos llevar la iniciativa y jugar en campo contrario. Los rivales le llegan muy tocados a nuestra defensa", explica Pouso; "me baso en convencer al futbolista de que se puede disfrutar defendiendo, viendo al contrario impotente ante una buena presión".

Con poco más de 3.000 socios, por su presupuesto -cerca de un millón de euros- el Mirandés debería estar en la mitad de la tabla. Sin goles en contra, sin embargo, el equipo ha rentabilizado sus ocho dianas a favor para encaramarse al liderato del grupo II de Segunda B con cinco victorias y dos empates. "Es una labor de todos, empezando por los delanteros", asegura uno de los zagueros, César Fernández, que hace años llegó a jugar en Primera con el Athletic. Reconoce, no obstante, que todavía no se han enfrentado a los pesos pesados del grupo, como el Alavés o la Ponferradina. "Aun así tiene mérito", interviene el lateral Garmendia; "todos buscamos no encajar, eso nos hace líderes. Estamos fuertes porque los de arriba aprietan mucho y así a los de atrás nos cuesta un poquito menos".

Curiosamente, han sido dos los porteros que han contribuido a mantener la portería imbatida: Adrián en cuatro partidos y Nauzet en tres. "Son diferentes, confío en los dos y en cada partido elijo al que considero más idóneo", explica Pouso; "si rotamos en el resto del campo, ¿por qué no en la portería?". El técnico, que solo les recuerda un par de intervenciones decisivas en siete jornadas, celebra que no hayan sido protagonistas: "No han tenido actuaciones memorables y prefiero que sea así, porque significa que defendemos bien. Mejor que no se sepa si el portero es bueno o malo". "Es que no nos chutan más de un par de veces por partido", se felicita Adrián. Y Nauzet explica el porqué: "Nunca nos encerramos atrás, ni cuando vamos ganando. No dejamos que los rivales tengan la posesión ni que se acerquen a nuestro área".

A pesar de haberse quedado a las puertas del ascenso hace tres meses y del buen arranque liguero, todos en el Mirandés coinciden en que el objetivo es conseguir lo antes posible los puntos que aseguren la permanencia. Solo entonces empezarán a pensar en retos mayores. Retos casi tan grandes como el que afrontan sus rivales cada jornada: marcarle un gol al Mirandés.

Una imagen del Mirandés-Athletic Club B, terminado 2-0 para el equipo burgalés.
Una imagen del Mirandés-Athletic Club B, terminado 2-0 para el equipo burgalés.DIARIO AS

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