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Balotelli para lo bueno y lo malo

El delantero siembra el liderato del Manchester City tras encararse con su compañero Touré y desafiar a los hinchas del Aston Villa (4-1).- El Bayern se da un festín, mientras Inter y Ajax patinan en Italia y Holanda

Se relamía Roberto Mancini en la poltrona, conocedor del empate entre el Liverpool y el Manchester United en Anfield, en los instantes previos al compromiso del Manchester City frente al Aston Villa, que aterrizaba en la cita invicto, pero que se tradujo en un rival liviano para el nuevo líder de la Liga inglesa, que el próximo fin de semana acudirá al derbi de Old Trafford mirando por encima del hombro a su vecino. Con el duelo europeo contra el Villarreal a medio camino, el preparador italiano dosificó la fantasía en su once y tiró de fondo de armario. Allí estaba Balotelli, díscolo él, oda a la rebeldía, un azote para los villanos, desplumados el año pasado por el delantero con un triplete y a los que trajo de cabeza también este curso, sobre todo en el primer acto, en el que volvió a exhibir también sus malos modos. Decisivo, pese a ello, para desencallar el partido, dar alas a los suyos y encarrilar la victoria.

Pareció verlo muy claro Mancini, que no contaba con el lesionado Agüero y que dejó en la banqueta a sus hombres más creativos, Silva y Nasri, al tiempo que apostó por un centro del campo de pierna fuerte para frenar las cabalgadas de los villanos, aferrados a la velocidad de Agbonlahor y a la espera de que Bent, su estilete, cazase alguna pelota franca. Fue Warnock, sin embargo, quien puso el miedo en el cuerpo al City con un disparo que repelió con solvencia Hart, implacable bajo los palos. Superado el trance, en medio de la espesura generalizada de ambos equipos, emergió Balotelli y puso en marcha el show. Falló primero un chut mordido, taconeado en segunda instancia por Milner al palo; reprendió, después, a Touré cuando el marfileño no le cedió el esférico en una acción aislada; y, acto seguido, se encaró también con los supporters del Villa, que le abucheaban cada vez que intervenía y le correspondían con mofas. El italiano respondió con una soberbia tijereta a la salida de un córner que acabó en gol. El tanto sembró el triunfo de los citizen y supuso un pretexto ideal para que el futbolista volviese a mirar a la grada que ocupaba la hinchada visitante, sobreexcitado, desafiante. De inmediato, sus compañeros le envolvieron en un abrazo para evitar que el cortocircuito fuese a más y se lo llevaron a su terreno a petición de Mancini, gesticulante desde la banda.

Rebajado el ímpetu del italiano tras el paso por los vestuarios, el duelo perdió voltaje y deparó algunos destellos interesantes del City. Los que ofreció, por ejemplo, Adam Johnson, astuto para coger la espalda a la defensa del Villa y milimétrico para servir el centro que cabeceó, entrando como un expreso, Kompany. También Milner participó en el banquete a través de una acción coral que partió de sus botas, con un cambio de juego de 30 metros, y finalizada con un toque exquisito a la escuadra de Given, tan resignado como su técnico, Alex McLeish, al que no sirvió de consuelo el tanto de Warnock, que no debió subir al electrónico por la posición ilegal de N'Zogbia. Enfilaba el vestuario satisfecho Mancini, cuestionado desde su aterrizaje en Manchester pero que vive su momento más dulce con el liderato en el bolsillo, sacando pecho, poniendo tierra de por medio con el United y el Chelsea, este último muy pragmático ante el Everton (3-0), al que liquidó con tres remates a bocajarro de Sturridge -habilitado por Cole, a su vez asistido por Mata con un servicio magistral-, Terry y Ramires.

Festín del Bayern, batacazo del Inter

Con firmeza camina también el Bayern, férreo líder de la Bundesliga con unos números extraordinarios: ocho triunfos, una derrota, 25 goles a favor y solo uno en contra en las nueve jornadas disputadas. En esta volvió a darse un otro homenaje, esta vez a costa del Herta de Berlín (3-0), cuyo guardameta tuvo que recoger el esférico de su portería en tres ocasiones cuando no habían transcurrido más que 13 minutos del envite en el Allianz Arena. Guiado por un magnífico Ribéry, que esta campaña ha recuperado el tono y la arrancada, el conjunto muniqués pasó como un rodillo sobre su rival, al que castigó de forma prematura. Mario Gómez abrió la lata, el francés amplió la cuenta y después sirvió un excepcional pase entre líneas para que Schweinsteiger ampliase la renta, engrosada en la recta final con un último fogonazo desde el punto de penalti de Gómez. Muy sólido se muestra también el AZ en la Eredivisie, que comanda tras arañar un valioso empate en territorio del Ajax (2-2), situado a seis puntos de los de Alkmaar y deprimido, como el Inter en la Serie A, en la que ya amontona cuatro derrotas tras caer ante el Catania.

Resultados

Premier: Liverpool, 1 - Manchester United, 1; Manchester City, 4 - Aston Villa, 1; Chelsea, 3 - Everton, 1; Norwich City, 3 - Swansea, 1; Queens Park Rangers, 1 - Blackburn, 1; Stoke City, 2. - Fulham, 0; Wigan, 1 - Bolton, 3.

Bundesliga: Bayern, 4 - Herta, 0; Mainz, 0 - Augsburgo, 1; B. Monchengladbach, 2 - Bayer Leverkusen, 2; Stuttgart, 2 - Hoffenheim, 0; Wolfsbrugo, 2 - Nüremberg, 1; Schalke, 1 - Kaiserlautern, 2.

Serie A: Catania, 2 - Inter de Milán, 1; Nápoles, 1 - Parma, 2; Milan, 3 - Palermo, 0.

Balotelli, sujetado por Lescott, se dirige a los aficionados tras marcar.
Balotelli, sujetado por Lescott, se dirige a los aficionados tras marcar.ADRIAN DENNIS (AFP)

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