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Portugal sobrevive en el patatal

El conjunto de Cristiano Ronaldo no se arruga y empata (0-0) en el campo de Zenica ante Bosnia.- Croacia vapulea (0-4) a la Turquía de Hiddink en Estambul

Muy exigido en lo físico por el pésimo estado del campo y la fortaleza del rival, Portugal no se arrugó en Zenica y dejó (0-0) todo abierto para la vuelta de la repesca para la Eurocopa de 2012, el día 15 en Lisboa, impulsado por la firmeza de Pepe y el carácter de Cristiano Ronaldo. Bosnia fue el equipo aguerrido esperado y dispuso, por medio de Ibisevic, de la ocasión más clara, errada precisamente por un bote insidioso del balón en el último instante. Pero es un equipo acostumbrado a sufrir y hacer sufrir a su adversario. De ahí que, desde el ático de un edificio detrás de una de las porterías, los hinchas bosnios celebraran el empate con bengalas.

Ante la permisividad de la UEFA, Bosnia logró jugar en Zenica seguramente por un valor demiúrgico: 15 partidos sin perder en 11 años, de 1995 a 2006. Aunque con ello perjudicara a sus futbolistas más técnicos: Misimovic, Pjanic o Dzeko. El balón era una liebre y el partido una sinfonía de errores. Portugal intentó aprovechar la profundidad de sus extremos, Cristiano por la izquierda y Nani por la derecha, que se toparon con la defensa agónica de los bosnios. Estos pretendieron que Pjanic conectara con Dzeko, pero Pepe, contundente, no dio opciones en la primera parte al delantero del City.

BOSNIA Y HERZEGOVINA, 0 - PORTUGAL, 0

Bosnia y Herzegovina: Begovic; Jahic, Spahic, Zahirovic, Salihovic (Ibisevic, min.68), Rahimic, Medunjanin (Maletic, min.67); Pjanic, Misimovic (Ibricic, min.86), Lulic; Dzeko.

Portugal: Rui Patricio; Joao Pereira, Bruno Alves, Pepe, Fabio Coentrao; Miguel Veloso, Moutinho, Meireles (Micael, min.82); Nani, Cristiano Ronaldo, Hélder Postiga (Hugo Almeida, min.55).

Árbitro: Howard Webb (ING). Amonestó a Salihovic (min.18), Jahic (min.42) y a Hélder Postiga (min.42).

10.000 espectadores en el Bilino Polje de Zenica.

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Pjanic, el pequeño mediapunta del Roma, abandonó el extremo derecho para participar más en la creación del juego bosnio. Tampoco es que Portugal se resignara a protegerse, sino que atacó decididamente, aunque fuera a tirones. Los 10.000 aficionados saltaban de felicidad cuando entró Ibisevic. El punta del Hoffenheim empezó a hallar espacios entre los centrales lusos. En la primera ocasión pidió penalti por un suave agarrón de Pepe, ignorado por Howard Webb, y en la segunda se plantó en un mano a mano ante Rui Patricio. Con todo a favor, la pelota le dio un bote y el disparo se le marchó alto.

Cristiano desafió la inestabilidad del césped con un zigzagueo que culminó con un disparo demasiado flojo. Paulo Bento entendió que el choque se resolvería en algún remate aislado y para ello recurrió a Hugo Almeida, el potente atacante del Besiktas, mucho más fuerte que Postiga. CR7 ejerció de capitán y, entendiendo las circunstancias adversas, perdonó los errores en los pases.

En Estambul, Croacia humilló (0-3) a la Turquía de Guus Hiddink. Desde el primer minuto. En ese arranque, la internada por el extremo de Corluka, el larguirucho lateral del Tottenham, propició un centro al área, un rechazo del portero Volkan Demirel y el remate del cazagoles Olic, el delantero del Bayern. Turquía, semifinalista en la Eurocopa anterior, quiso llevar la iniciativa, pero su ataque fue pan comido para una defensa tan experimentada como la croata. El combinado de Slaven Bilic salía además disparado a la contra, dirigido por Modric, encontrando toda serie de facilidades en la zaga turca. Tras un largo ataque croata, el centro desde la derecha de Serna lo cabeceó a gol en el segundo palo Mandzukic, el atacante del Wolsburgo (m. 31). Ante la mirada inexpresiva de Hiddink, su equipo siguió siendo un desastre defensivo en el segundo tiempo. Y al centro de falta desde la derecha de Serna acudió a cabecear al primer palo, completamente solo, Corluka, muy inspirado (m. 50). Ataviado con un gorro que le tapaba la cabeza, Bilic echó a correr porque sabía que tenía el pasaporte a la Eurocopa en el bolsillo con ese 0-3. La noche fue una tortura para el conjunto de Hiddink, incapaz de superar la línea de presión croata en el centro del campo. El estadio se fue vaciando y los pocos que resistieron arremetieron contra sus jugadores mientras los croatas lo festejaron bailando en un corro.

En Praga, la República Checa encarriló (2-0) la eliminatoria ante Montenegro gracias a las paradas de Cech y los goles de Pilar, un trallazo, y Sibok, de cabeza a un saque de falta de Rosicky.

La República de Irlanda, por su lado, sentenció (0-4) en Tallin a Estonia. Con una brillante actuación del veterano Robbie Keane, autor de dos tantos, el tercero tras un rechazo y el cuarto de penalti, además de asistir en el segundo, a la cabeza de Walters. El primero, de poderoso cabezazo, lo marcó el mediocampista Andrews.

Cristiano Ronaldo, bajo la mirada del jugador bosnio Darko Maletic, durante el Bosnia-Portugal.
Cristiano Ronaldo, bajo la mirada del jugador bosnio Darko Maletic, durante el Bosnia-Portugal.DARKO BANDIC (AP)

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