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El Girona, el mejor invitado

El conjunto catalán, que visita al Alcorcón, es el único equipo de Segunda que aún no ha ganado fuera y el que suma menos puntos

Nadie en Segunda División suma menos puntos fuera de su estadio que el Girona, el único equipo que no conoce el triunfo fuera tras siete encuentros, resueltos con tres empates y cuatro derrotas. El conjunto que dirige Raúl Agné, decimonoveno y por tanto en puesto de descenso, nunca ha sido capaz de salir como vencedor. Ha sufrido remontadas, ha conseguido igualar desventajas de dos goles -como sucedió en su última salida, ante el Barcelona (2-2)- y ha perdido puntos en el descuento.

"En todos los partidos hemos tenido posibilidades de ganar", se defiende Agné. "Contra el Villarreal teníamos la victoria conseguida [Lejeune hizo el 2-2 en el minuto 93] y contra el Numancia también perdimos en el descuento [gol de Julio Álvarez, 1-0]", añade el defensa José. Las idas y venidas en el marcador han sido la constante en las salidas del Girona. Ha anotado nueve tantos, dos más que el líder, el Hércules, y solo superado por cinco equipos. Sin embargo, a los de Agné apenas les han servido para sumar tres puntos, mientras que el primer clasificado los ha rentabilizado mucho más (16). "Tenemos un juego ofensivo", explica José, "a veces pecamos porque tenemos tanto el balón que nos excedemos a la hora de atacar". "Nos metemos en partidos demasiado abiertos y vamos a pecho descubierto. Tenemos que saber diferenciar cuando podemos meter un tortazo y cuando pueden dárnoslo a nosotros. A veces el local nos ha jugado a la contra en su propio campo...", razona Agné, admitiendo que al equipo le cuesta cambiar el chip y atar los partidos.

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En el intercambio de golpes, el Girona ha sido habitualmente el peor parado. "Hemos de aprender a manejar el tempo de los partidos", pide el técnico. "Es una de las cosas en las que más nos insiste el entrenador, saber leer la gran cantidad de encuentros que hay dentro de cada partido. Una de las cosas más difíciles que hay en el fútbol", admite José. Sin embargo, el equipo se resiste a cambiar su filosofía ofensiva. "Cuando sientes una manera de jugar la haces tuya", explica Agné. Pero la predisposición atacante del equipo no debería implicar que el equipo se muestre vulnerable. "No sé disociar una cosa de la otra. No tiene que ver atacar bien para defender mal", sostiene el técnico. El Girona ha encajado 14 goles lejos de su estadio, una media de dos por partido, solo superado por el filial del Villarreal (15). "Estamos trabajando en defensa. Al principio de año recibíamos muchos goles a balón parado, por ejemplo, pero ahora hemos mejorado nuestros números en estas jugadas", subraya Agné, confiado en la evolución del equipo. "Es cierto. Antes sufríamos mucho en los saques de esquina y las faltas laterales. Pero ahora ya no. A veces es más cuestión de decir 'ese balón es mío' que de cualquier otra cosa", apunta José. "Lo que necesitamos es rigor y disciplina y el grupo está mostrando muy buena predisposición", añade el entrenador.

El Girona tiene hoy (18.00, La Otra) una nueva oportunidad para estrenar su casillero de victorias lejos de Montilivi, pero el campo del Alcorcón tiene fama de ser poco hospitalario. "Ellos no se complican nada la vida, sino que cogen y juegan en largo. Buscan la segunda jugada y ahí tienes que ganar los duelos individuales o si no vas a sufrir", desmenuza José. Un estilo que propicia un ritmo entrecortado, a tirones.

Un partido del Girona esta temporada.
Un partido del Girona esta temporada.DIARIO AS

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