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BALONCESTO | NBA

Brandon Roy, fin a una carrera de adversidades

Nació en una humilde familia, trabajó en los muelles de Seattle, superó problemas de comprensión lectora antes de triunfar con los Blazers y ahora se retira a los 27 años debido a sus maltrechas rodillas

Orígenes humildes, desafíos mayúsculos en la vida y en la cancha y grandes dosis de adversidad son los tres rasgos que definen la carrera de Brandon Roy. La última contrariedad ha resultado definitiva. Las rodillas de cristal han obligado al escolta de los Blazers a poner el punto y final a su corta pero admirable singladura en la NBA. Han sido cinco temporadas. Tiene que dejarlo a los 27 años, a mitad de camino de un reto mayúsculo: limpiar la mala imagen de un equipo que llegó a ser conocido como los Jail-Blazers, es decir los Blazers de la cárcel, por los constantes conflictos en los que se vieron envueltos muchos de sus jugadores como Rasheed Wallace, Bonzi Wells y una estadística tremenda: 25 jugadores suspendidos y 20 arrestados desde 1997 hasta 2006.

Cuando Brandon Roy llegó a los Blazers, tras ser elegido en la sexta posición del draft de 2006, la franquicia necesitaba con urgencia un golpe de timón. El jugador que se presentó en Portland, un escolta de 1,98 metros, no venía precedido de la fama de otras grandes estrellas. De su calidad no había duda. Faltaba por saber si iba a ser capaz de erigirse en el líder de un equipo nuevo, en plena construcción. Lo consiguió, desde el principio. Logró ser elegido el mejor novato del año en 2006 y rápidamente adquirió la categoría de All Star. Junto a LeBron James ha sido el único jugador de esta década en ser novato del año y dos veces All Star en sus tres primeros años en la NBA.

Nada había sido fácil en la vida de Brandon, a pesar de que un comentarista lo apodo The Natural. Hijo de un conductor de autobús en Seattle y de una camarera de la cafetería de una escuela de primaria, Roy tuvo que ganarse la vida lavando barcos en los muelles. Once dólares a la hora ganaba. Empezó a jugar a baloncesto junto a su hermano Ed. Su padre tenía que hacer horas extra para pagarles la ropa deportiva y los viajes.

Las dificultades en los estudios propiciaron que Ed renunciara a entrar en la universidad y poco después dejara el baloncesto para dedicarse al atletismo. Su hermano Roy iba por el mismo camino. Sus profesores descubrieron que tenía también un problema de comprensión que le obligaba a leer cinco veces una misma pregunta para conseguir entenderla. Para llegar a ser alguien en el baloncesto estadounidense es casi imprescindible pasar por la universidad. Roy estuvo a punto de arrojar la toalla.

En los muelles de Seattle donde trabajaba, le aconsejaban: "No pierdas la oportunidad. Tienes un don, el de jugar al baloncesto, no lo desaproveches". Roy perseveró y, después de varios intentos, logró superar los exámenes de acceso a la universidad. En Portland ha conseguido promediar 19 puntos y casi cinco puntos y cinco asistencias por partidos durante estos últimos años en los que hizo recordar la clase y puntería de Clyde Drexler, una de las leyendas de los Blazers. Hace dos años renovó por cinco años con un contrato de más de 80 millones de dólares, acorde con su condición ya de súper estrella. Ahora, resulta muy importante para la franquicia dilucidar si ese contrato será asumido por una aseguradora o deberán asumirlo los Blazers.

La pasada temporada, Roy fue operado por sexta ocasión de ambas rodillas. Reapareció y en los últimos playoffs se exhibió en un partido que puede servir como el mejor resumen de su legado. Fue contra Dallas, el equipo que acabó conquistando el anillo. Roy, visiblemente disminuido físicamente, logró 18 de sus 24 puntos en el último cuarto y fue el héroe de una de las remontadas más espectaculares en la historias de los playoffs. Tenía la esperanza de volver al mismo de antes, pero tuvo que rendirse a la evidencia, ya notaba dolores incluso cuando corría por el jardín detrás de su hijo Brandon Jr y Mariah. En Portland coincidió con Rudy Fernández. El alero mallorquín que esta semana empieza una nueva singladura con Dallas Maverickcs, le envió un mensaje: "Gracia B Roy por hacernos disfrutar de nuestro deporte y por ayudarme en mis primeros años en la NBA. Espero que seas feliz en esta nueva etapa". Se va Roy, el 7 de los Blazers, tres veces All-Star, uno de los grandes de la NBA.

Calderón y Roy
Calderón y RoyEFE

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